sábado. 20.04.2024
CANTABRIA

Embajadores de Cantabria en Madrid

Fundada en 1981, la Casa de Cantabria es un espacio que pretende ser el hogar de todos los cántabros en Madrid, pero también la ‘embajada’ de los intereses de la región en España y en el mundo, así como un trampolín para los productores cántabros en la capital.

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En su día, los cántabros llegaron a hacer de Madrid ‘la tercera ciudad de Cantabria’ en lo que a número de habitantes se refiere

Lo que antes era el lugar de reunión e información sobre Cantabria para los paisanos emigrados en la capital, poco a poco se ha ido convirtiendo en un centro de intercambio cultural, económico y empresarial de la región con el resto de España y con el mundo. Visitamos la Casa de Cantabria en Madrid para hablar con los principales miembros de la nueva Junta Directiva, elegida el pasado mes de junio, que repasan los inicios de esta iniciativa, las principales actividades que tienen lugar en el centro y los nuevos planes para esta “embajada” de Cantabria en la capital de España.

Los inicios

Carmen Ruiz llevaba pocos meses trabajando en una multinacional en Madrid cuando el presidente, el cántabro Eduardo Rodríguez Rovira, le comentó su idea de crear una casa regional. Rodríguez Rovira quería retomar la trayectoria del desaparecido Hogar Montañés de Madrid, una agrupación muy anterior en el tiempo y que ya estaba disuelta. La reciente creación de las autonomías llevó al fundador a denominar la nueva asociación “Casa de Cantabria”.

Era el año 1981. El presidente, por sus orígenes cántabros y sus conocimientos de Derecho, pidió a Carmen que redactara los estatutos. “Era el presidente de mi compañía y yo acababa de llegar, imagínate, no podía decir que no”, cuenta entre risas la actual Vicepresidenta de la Casa, que es la socia número dos. Ruiz tomó como referente los escritos fundacionales de los entonces ya consolidados Círculo Catalán y Centro Asturiano.

En toda España existen 19 casas regionales de Cantabria

Durante sus primeros pasos, los fundadores de la Casa de Cantabria alquilaron un par de despachos en un edificio de la calle Claudio Coelho, donde lograron llegar a los primeros 250 socios, conocidos como “socios fundadores”, entre los que destacan figuras de ‘la tierruca’ como el futbolista Paco Gento. La presentación de la asociación tuvo lugar en el restaurante Mayte Commodore, de origen cántabro y que constituía un referente de la hostelería y los eventos en aquellos años. Después, el boca a boca comenzó a funcionar para obtener nuevos socios.

En 1982 la agrupación alquila la última planta de la Torre de Madrid, donde la Casa de Cantabria permaneció unos años hasta que el Arzobispado cedió el terreno de la actual sede. Se trata de un imponente edificio de tres plantas inspirado en la arquitectura de una casa solariega, con múltiples despachos, salas de reuniones, un gran salón de actos y una capilla, situado en la calle Pío Baroja 10, junto a una de las entradas al Parque del Retiro.

La Casa de Cantabria

El objetivo de la Casa de Cantabria, además de dar a conocer las costumbres y cultura de la comunidad, fue desde un principio, como cuenta Luis Miguel Fernández, castreño y actual Secretario General, “aglutinar a los cántabros dispersos que, en su día, llegaron a hacer de Madrid ‘la tercera ciudad de Cantabria’ en lo que a número de habitantes se refiere”. Actualmente es más difícil conseguir listados en los que figure el origen de los empadronados en una ciudad, pero “hace muchos años se hablaba de que había hasta 60.000 montañeses en la Comunidad de Madrid”, asegura Fernández.

En su día, los cántabros llegaron a hacer de Madrid ‘la tercera ciudad de Cantabria’ en lo que a número de habitantes se refiere

Dentro de la asociación existen distintas agrupaciones que funcionan de forma autónoma con más o menos participación y actividades. Una de las principales agrupaciones es el Coro Peñas Arriba; y además existen numerosas formaciones, como el grupo de teatro, el taller de pintura, la Peña Racing, la peña San Andrés o Los Foramontanos, la formación con más actividad dentro de la casa. Para ser socio de cualquiera de ellas, es necesario estar asociado a la Casa.

Además de los eventos y actividades que cada una de las peñas y agrupaciones asociadas llevan a cabo, la propia Casa organiza conciertos, exposiciones, foros de cine, conferencias y talleres puntuales, cuya programación se puede consultar semanalmente en la web de la asociación y en la propia sede.

Existen dos eventos anuales especialmente destacados en la casa de todos los cántabros en Madrid. Por un lado, el día de la patrona de Cantabria, la Bien Aparecida, que se celebra la última semana de septiembre, cuando la calle Pío Baroja se transforma en una auténtica romería montañesa. Por otra parte, el aniversario de la fundación de la casa, el día 13 de noviembre.

Otros eventos importantes son la concesión de dos premios: el Laro, que se concede a socios que destacan por su entrega y dedicación con la asociación; y el Emboque de Oro, con el que se reconoce a personalidades cántabras destacados por su compromiso con la región en cualquier área. Este galardón representa un pequeño bolo, que abatido, es la jugada de mayor importancia del deporte autóctono, y que se entrega todos los años desde 1982, cuando lo recibió Paco Gento.

¿Cómo financia toda esta actividad la Casa de Cantabria? La asociación se sustenta a través de distintas vías. Una de las fundamentales son, obviamente, los socios. Actualmente alrededor de 500, pagan una cuota de 9 euros al mes que supone alrededor del 30% de la financiación. El Gobierno de Cantabria, a través de los Presupuestos Generales, también participa en la financiación de la Casa, pero su inversión anual supone una aportación menor que la de los socios. También existen los denominados “socios institucionales”, representados por distintos ayuntamientos y formaciones locales que contribuyen en función de su tamaño.

Por otro lado, las cesiones de espacios a otras formaciones son también una fuente de ingresos imprescindible. La Casa de Cantabria facilita espacios tanto para proyecciones y exposiciones, como para otras agrupaciones, asociaciones y federaciones que encuentran en sus salas una sede ideal. La multitud de despachos, salas de reuniones y salas multiusos de los que dispone la Casa siempre están disponibles para acoger eventos puntuales o sedes permanentes.

Aires nuevos

La nueva Junta Directiva, constituida en junio del pasado año, trajo aires nuevos a la Casa de Cantabria de la mano de José Manuel Conde, torrelaveguense, nuevo Presidente y barítono profesional.

Atrás quedaron los gloriosos últimos años del siglo XX, época de auge de las casas regionales, y es necesario repensar el concepto de estos centros. “En aquella época había distancias”, argumenta el también Vicepresidente Pedro González Macho para explicar el actual declive de las casas regionales. “Antes, para ir a Cantabria, había que pasar tres puertos, y el viaje en el tren llevaba un día entero”, recuerda. Hoy, el desarrollo de los medios de transporte y las comunicaciones ha cambiado todo, “así que, antes de venir a la Casa de Cantabria te vas a Cantabria”, concluye González Macho.

Antes, para informarse sobre las últimas noticias regionales o locales, había que acudir a las casas regionales

También en aquellos años, las casas regionales suponían una importante fuente de información sobre lo que pasaba en la tierra. Para informarse sobre las últimas noticias regionales o locales, “había que acudir a las casas regionales, no teníamos la oportunidad de abrir el ordenador y saber lo que había ocurrido ayer en Castro, por ejemplo”, comenta el Secretario General, Luis Miguel Fernández.

Por ello, la nueva dirección intenta hacer de la Casa de Cantabria un referente no sólo como embajada en su más amplio sentido, sino también “que sea lo más parecido a un club social, de gente que ama la tierra, porque ahora incluso el propio término ‘casa regional’ ha quedado obsoleto”, afirma la Vicepresidenta Carmen Ruiz.

Las últimas visitas ejemplifican este nuevo papel que quiere ir adquiriendo, como cuenta el propio presidente. “Nos hemos reunido esta misma mañana con el agregado cultural de la embajada de Angola, no sólo para que conozca la Casa, sino para poner en contacto Angola con Cantabria”, cuenta el Presidente José ManuelaConde, que el mes que viene realizará su segundo viaje oficial a la Tierruca con el embajador ruso, y guarda relaciones con otros lugares como Marruecos o Armenia.

También la relación con los centros homólogos se está regenerando. En toda España existen 19 casas regionales distribuidas por los cuatro puntos cardinales de la geografía nacional, y fuera de nuestras fronteras, al menos ocho centros han exportado la cultura cántabra a lugares como Buenos Aires, La Habana o Miami. “Una de las mejores ideas que se han llevado a cabo en los últimos meses ha sido la creación de una web del Gobierno de Cantabria que interconecta a todas las casas regionales en el mundo”, aseguran.

De la misma forma, han comenzado a establecerse relaciones con centros regionales no cántabros dentro de la Comunidad de Madrid, a través de la Federación que une a todas las asociaciones. “La cultura es lo único que puede crear mestizaje tanto entre comunidades como entre naciones, y es el mejor símbolo que se puede exportar”, sentencia el nuevo Presidente o ‘embajador’ de Cantabria en la capital.

La cultura es lo único que puede crear mestizaje tanto entre comunidades como entre naciones, y es el mejor símbolo que se puede exportar​

Un trampolín para los productores cántabros

Más allá de todos estos nuevos planes, desde la Casa de Cantabria recuerdan que el objetivo fundamental del centro es acoger a todos aquellos que quieran aterrizar en Madrid o que simplemente visiten la ciudad. Por eso, se destaca el papel de la asociación como trampolín de grandes, medianos y pequeños negocios cántabros que quieran hacerse un hueco en la capital. También aquellos artesanos y productores que lo deseen tienen las puertas de la Casa abiertas para presentarse al público madrileño. “Queremos ser un escaparate”, asegura el Vicepresidente Pedro González Macho.

“Uno de los principales problemas que tienen las ciudades grandes, paradójicamente, es la soledad. Estamos muy solos, así que aquí estaremos encantados de recibir a todo el mundo”. En este sentido, el Presidente comenta un ejemplo reciente: “Un conocido se acababa de quedar viudo aquí en Madrid, y le animé a que se pasara por la Casa para que hiciera alguna actividad. Se apuntó a Los Foramontanos y le ha cambiado la vida”.

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