jueves. 25.04.2024

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 14 años de prisión para un guardia civil acusado de maltratar de forma habitual durante unos 10 años a la fuera su esposa y al hijo de ambos, hecho por los que se le juzgará a partir de este lunes, 6 de junio, a las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

Según relato del fiscal, la pareja tuvo problemas de convivencia desde que se casaron en el año 2000 debido a "la agresividad del procesado", quien de forma "constante y reiterada" maltrataba y amenazaba a su mujer con "clara intención de menoscabar su integridad física y mental".

La pareja tuvo problemas de convivencia desde que se casaron en el año 2000 debido a "la agresividad del procesado", quien de forma "constante y reiterada" maltrataba y amenazaba a su mujer

Estos hechos además tenían lugar en "numerosas ocasiones" en presencia del hijo menor de ambos, quien también ha sido objeto de la violencia del acusado, JL.M.C.

Entre los hechos concretos que apunta el fiscal, un día indeterminado del año 2000 y cuando su hijo tenía un mes de vida, el hombre colocó su arma reglamentaria en la sien de su esposa al tiempo que le advertía que la iba a matar delante de su hijo pero diciéndole que "si le daba en la cabeza, iba a tener que limpiar mucha mierda", por lo que le introdujo el arma en la boca.

Un tiempo después, y en el transcurso de una discusión con su mujer, el acusado agarró a su hijo de pocos meses y lo sacó por la ventana del domicilio familiar y, mientras le mantenía suspendido, le decía a su esposa que no se acercara que si no lo soltaba.

El fiscal también relata otro hecho acontecido años después, en 2005 o 2006, cuando el niño tenía unos cinco años, el procesado dio un fuerte bofetón a su mujer que la tiró contra el suelo, donde siguió dándole patadas y diciéndole que la tenía que matar.

El acusado agarró a su hijo de pocos meses y lo sacó por la ventana del domicilio familiar y, mientras le mantenía suspendido, le decía a su esposa que no se acercara que si no lo soltaba

"Todo ello en presencia de su hijo al que, cuando ella trató de tranquilizarle diciéndole que todo era una broma, le dijo: 'no, esto no es una broma, yo a tu madre la tengo que matar", indica el ministerio público apuntando que, por esos hechos, la mujer no recibió asistencia médica.

En el verano de 2008, y estando en la playa con su hijo, ambos discutieron y ella le mandó a "tomar por el culo" ante lo que JL.M.C. se molestó y, cuando llegaron a casa, la "obligó a ponerse de rodillas y le azotó en las nalgas tantas veces como él se sintió agraviado (más de 15 veces), llegando a amoratarle los glúteos".

En 2010, la familia se encontraba residiendo en Huelva por razones laborales del acusado pero allí la agresividad y los maltratos no cesaron y, según el fiscal, "las discusiones y las roturas de mueble y enseres" se repitieron igual que en Cantabria.

Ese mismo año, estando en la casa cuartel, el acusado, "tras verse contrariado por su hijo, le propinó una fuerte patada en la espalda", no siendo atendido el menor en ningún centro médico por ello.

Ya en julio de 2011, JL.M.C. y su mujer tuvieron una noche una discusión porque ella se negó a prepararle la ropa para salir de casa, ante lo que él llegó a "agarrarle del cuello y tirarle al suelo". La discusión continuó mientras salían de casa y él nuevamente "empujó contra la puerta" a su esposa.

Agresión sexual

En agosto de ese año, y tras haber iniciado ya los trámites de divorcio, el acusado exigió a su esposa salir de la habitación en la que estaba durmiendo con su hijo y ella, con el fin de evitar ningún problema con el niño, le pidió que se hiciera el dormido y salió al salón con el que era todavía su marido.

Allí, comenzó una discusión sobre una posible infidelidad del acusado y éste no sólo con el "ánimo de menoscabar su integridad física --como en otras ocasiones-- sino también "moral y sexual", le dijo: "tira que te voy a demostrar que no estoy con otra".

La obligó a ir al dormitorio y, a pesar de que ella le hizo saber que no iba a mantener relaciones sexuales con él, el procesado le ordenó que se quitará la ropa y diciéndole "o te lo quitas tú o si no te la tengo que quitar yo y va a ser peor".

El acusado la agarró por el cuello, dejándola casi sin respiración y, por lo "aterrorizada" que estaba ante las amenazas, por temor a ser golpeada y a que el menor pudiera ser testigo de los hechos, "se quitó la ropa y el acusado la penetró vaginalmente".

Al día siguiente, ella no quería firmar el acuerdo de divorcio de mutuo acuerdo redactado por un letrado elegido por el procesado y le dijo que "si no lo firmaba, la tenía que matar, que le salía más barata muerta que viva". Finalmente, la mujer accedió a firmar con el fin de poder regresar con su hijo a Cantabria.

Una vez en Torrelavega, la mujer denunció los hechos y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrelavega impuso al acusado una orden de alejamiento de 500 metros de su exmujer e hijo.

A consecuencia de todo estos hechos, la mujer presenta un trastorno de estrés postraumático de intensidad moderada-grave con sintomatología ansioso-depresiva, lo que le provoca un malestar significativo con deterioro de su vida personal y actividad social, precisando tratamiento psiquiátrico.

Mientras que el hijo de la pareja, igualmente, padece estrés postraumático de intensidad moderada con sintomatología ansioso-depresiva y requiere de apoyo psicológico.

El hijo de la pareja, igualmente, padece estrés postraumático de intensidad moderada con sintomatología ansioso-depresiva y requiere de apoyo psicológico

Delitos y pena

El fiscal califica los hechos como un delito de maltrato habitual, al que se suman, por hechos concretos, un delito de violencia de género en la modalidad de coacciones leves; un delito de violencia doméstica sobre el hijo; otro delito de violencia de género en su modalidad de maltrato de obra; un delito de agresión sexual y, finalmente, un delito de violencia de género en su modalidad de amenazas leves.

Por todos ellos, el ministerio público, que aplica la agravante de parentesco en el delito de agresión sexual, solicita una condena de 14 años de prisión, alejamiento y prohibición de comunicación con su exmujer durante 17 años y medio, y con su hijo durante 5 años y seis meses. Finalmente, fija en 9.000 euros la indemnización que el acusado debe pagar a su exesposa y a su hijo.

El juicio arrancará el lunes pero está previsto que continúe el martes, día 7, y el miércoles, día 8, a partir de las 10.00 horas.

Piden 14 años para un guardia civil por maltratar durante 10 años a su mujer y su hijo
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