viernes. 19.04.2024

El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor se celebra el 23 de abril en todo el mundo por coincidir con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Sin embargo, poca gente sabe que esta iniciativa, fijada por la UNESCO en 1995, nació en realidad en España en el año 1926, y que inicialmente se festejaba el 7 de octubre, cuando se creía que había nacido el creador del Quijote, según explica la Biblioteca Nacional de España. 

El escritor valenciano Vicente Clavel fue el impulsor de la propuesta, que se presentó en la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 para dedicar un día de cada año a celebrar la Fiesta del Libro. 

Dos años después, Clavel reiteró su proposición en Cataluña e inició igualmente gestiones en Madrid, hasta que finalmente, el 6 de febrero de 1926, el rey Alfonso XIII aprobó y firmó el Real Decreto por el que se estipulaba que el 7 de octubre de todos los años se conmemoraría el nacimiento de Cervantes con una fiesta dedicada al libro español. 

Así se procedió durante casi un lustro, recibiendo la idea visibilidad mundial en 1929 con el "excelente escaparate" que supusieron la Exposición Internacional de Barcelona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla. 

Para muchos no tenía sentido celebrar una fecha de nacimiento sobre la que no se tenía seguridad

No obstante, la polémica no tardó en aparecer, pues para muchos no tenía sentido celebrar una fecha de nacimiento sobre la que no se tenía seguridad y en sí el de la muerte de Cervantes, comprobada documentalmente.

Otra de las razones tenía que ver con cuestiones prácticas, debido a la importancia que tenían en esa jornada los actos al aire libre, y para ello la primavera parecía una época más apropiada que el otoño. 

Esta situación se resolvió en 1930, cuando se acordó trasladar la Fiesta del Libro al 23 de abril de manera definitiva. La publicación de novedades coincidiendo con ese día y la organización de actos de firmas de ejemplares con los autores comenzaron a generalizarse también en estos momentos. 

En 1995, el Gobierno español presentó a la UNESCO la propuesta de la Unión Internacional de Editores para la celebración mundial del Día del Libro y la Conferencia General la aprobó ese mismo año. 

Además, la UNESCO promovió la iniciativa del nombramiento anual de una ciudad como Capital Mundial del Libro, que debe mantener el impulso de las celebraciones hasta el 23 de abril siguiente y que se designa junto a la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas.

La primera ciudad elegida, en 2001, fue Madrid, mientras que para este año se ha optado por Atenas. 

El Día del Libro nació en España y no siempre se celebró en abril