viernes. 29.03.2024

El Racing de Santander estaba obligado a ganar este domingo frente al Real Unión en el último partido de liga… y cayó derrotado 0-2, poniendo fin a una decepcionante temporada en la que el equipo -que partía como favorito al comienzo de la temporada- no ha conseguido clasificarse para los playoffs de ascenso a Segunda División.

Los jugadores del Racing acudían a esta cita con la moral prácticamente por los suelos y se han visto superados por la situación tras la dura derrota sufrida en San Sebastián el domingo pasado, que les dejaba sin apenas opciones de colocarse en la cuarta plaza.

Por su parte, la afición ha mostrado su descontento con el rumbo que ha tomado la temporada y los silbidos y las protestas han estado presentes durante todo el encuentro. ‘Venimos por el escudo, no por ustedes’, rezaba la pancarta desplegada en el estadio. Además, los miembros de La Gradona decidieron ocupar sus localidades transcurrido los 13 primeros minutos de partido en señal de protesta.

Con un once similar al de los últimos encuentros, a excepción de la entrada de Regalón como central y la vuelta de Lázaro tras lesión, el Racing protagonizó tímidos acercamientos al área, aunque sin mayores sobresaltos, durante los primeros 45 minutos.

La segunda mitad comenzó con un gol tempranero del Real Unión que aumentó el crispamiento de la grada, que aplaudió irónicamente el tanto visitante.

Tras la celebración, Pouso optó por un doble cambio con el que modificó por completo las bandas. Los canteranos Pau Miguélez y Óscar entraron por Héber y César Díaz, respectivamente. En ese momento el Bilbao Athletic ya ganaba 1-0 al Tudelano y complicaba aun más la situación racinguista.

Pero si quedaba alguna leve esperanza para los verdiblancos, un nuevo gol del conjunto vasco en el minuto 72 sepultaba un año más a los de Pouso en Segunda B.

Un gol que nuevamente fue aplaudido por la afición racinguista, que vio como sus jugadores ‘bajaron los brazos’ y no fueron capaces de crear una sola ocasión, dejando que los irundarras jugasen a placer en El Sardinero durante los últimos minutos.

Tras el pitido final, varios jugadores huyen al vestuario mientras otros muchos, incluido todo el cuerpo técnico, se queda a aguantar el 'chaparrón', aunque finalmente todos salen y aguantan en el terreno de juego durante varios minutos, mientras la grada increpa con intensidad a Borja Granero y Dani Aquino. 

"¡Granero, ¿dónde está el barco?!, gritaba la afición en referencia a las palabras del capitán, que hace un par de jornadas afirmaba que "el que no crea que se baje del barco", y que para esta última cita ha causado una baja repentina, aquejado de tendinosis y edema óseo en la rodilla derecha.

Termina así una gris temporada en la que el equipo santanderino no estuvo al nivel esperado. Veremos qué ocurre en las próximas semanas.

El Racing pone fin a una decepcionante temporada con una nueva derrota