viernes. 19.04.2024

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota, afronta un importante reto en Cantabria. A los esfuerzos para modificar el modelo productivo en la región, y en el que tanto ha insistido el bipartito PRC-PSOE, se suma la lucha contra el desempleo y por el crecimiento económico, dos aspectos indiscutiblemente ligados.

A su juicio, lo que Cantabria y el resto de España necesitan es un cambio de mentalidad para dejar de competir por bajos salarios y que fomente el empleo estable. Para ello van a poner en marcha una nueva Orden que fomente la contratación de larga duración, y que será continuación de la derogada hace unos días, que contenía “una serie de agujeros” con los que se fomentaba, en realidad, el trabajo precario.

¿Se plantea el Gobierno un cambio de normativa en la contratación de emprendedores junto al Decreto para el empleo de calidad en Cantabria?

Estamos revisando todas las órdenes. Cuando llegamos en julio del año pasado nos encontramos con lo que había, y tampoco nos ha dado tiempo para cambiar. Durante este tiempo hemos visto cómo han funcionado algunas de las órdenes que teníamos del Gobierno anterior, y una de las más polémicas, la subvención al empleo indefinido, la hemos derogado. Tiene que ver con una Orden que el anterior Ejecutivo aprobó en mayo, prácticamente cuando se iba, y no había tenido rodaje. Ahora ya tiene dos años de vigencia, y lo que estamos comprobando es que tiene una serie de agujeros en su redacción que permite que sea una orden perniciosa para el empleo estable.

No se trata de ahorrar. Lo que ocurre es que obligaba a mantener el empleo durante 15 meses y permitía un prorrateo. Se da el caso de que, como también se pueden hacer contratos del 33% de la jornada laboral durante seis meses que también reciben subvención, lo que al final estábamos apoyando era un empleo absolutamente precario y estacional.

Lo que vamos a hacer es reformar la Orden para que no sea un sucedáneo de subvencionar empleo precario y que a los seis o siete meses a alguien le despidan y que no conlleve la devolución de la ayuda

Se nos acusa de recortes, pero no es así. El objetivo del Gobierno es crear un empleo estable y de calidad, pero es que nos hemos gastado 9 millones de euros en lo que llevamos de esta Orden, y vemos que el resultado, algo que corrobora el reciente informe de UGT, es que no está dando el resultado que pensaban. Lo que vamos a hacer es reformar la Orden, y lo vamos a hacer con el conjunto de sindicatos y empresarios, como siempre, para buscar entre todos la mejor solución para que, si ayudamos a las empresas a crear empleo estable, de calidad e indefinido, que realmente lo sea, y no para que sea un sucedáneo de subvencionar empleo precario y que a los seis o siete meses a alguien le despidan y que no solo no conlleve la devolución de la ayuda, sino que encima hacen un prorrateo y les dan más ayudas.

También lo hemos hecho así en las órdenes de los municipios, que cuentan con el 50% de subvención europea. El trabajo tiene que ser remunerado de una forma digna. Hemos aumentado las partidas en cada ayuntamiento en 500 euros para que los contratos sean dignos. El Gobierno no está para ayudar a los ayuntamientos a que tengamos un trabajo prácticamente esclavo.

Pero tenemos muchas limitaciones. No legislamos en materia laboral ni en la Seguridad Social. La reforma laboral es la que nos ha conducido a esta perversión del empleo. En cierta medida, la flexibilidad es buena, pero debe ser bien entendida. La flexibilidad de abuso nos lleva a una precariedad absoluta, y estamos absolutamente en contra de eso. Esperamos que el nuevo Gobierno de España, con las mayorías parlamentarias que va a haber, debe dar una vuelta y derogar la reforma laboral, sobre todo en aquellos aspectos más perjudiciales para los trabajadores.

No podemos seguir compitiendo por bajos salarios. Tenemos que ser conscientes de que necesitamos un empleo estable, que es mucho más importante a la hora de crear riqueza y consumo y da más estabilidad al país.

¿Cuáles son las líneas maestras de ese nuevo Decreto?

Evidentemente el contrato indefinido tiene que ser por un periodo mayor, y no podrá prorratearse. Además, habrá un control de que ese contrato tenga una cierta permanencia. No podemos permitir que una vez termina la obligación del contrato se despida al trabajador. No podemos permitir que haya un espacio que permita lo que tenemos hasta ahora, un empleo precario, e invirtiendo 9 millones de euros, que además era una partida abierta y no tenía límite. Nos hubiéramos gastado todo lo que hubiéramos querido.

No podemos seguir compitiendo por bajos salarios

No va a haber ningún corte en la actuación. El Decreto que preparamos va a tener continuación con el fin de la vigencia del anterior. Que nadie tenga duda de que nuestra decisión es continuar con las ayudas, y es algo que trataremos en la Mesa de Formación y Empleo para que sindicatos, patronal y Gobierno busquemos la mejor fórmula. Estamos abiertos a propuestas de mejora.

¿Se modificará en el futuro el sistema para sustituir la formación teórica por la participación en empresas, con bonificaciones para que luego mantengan a los alumnos?

Siempre que hacemos los cursos de formación, previamente se han tratado con la patronal y los sindicatos. No debemos y no podemos hacer una formación que sea inútil y crear trabajadores en actividades que no tendrán empleo.

Lo que ocurre es que no podemos incurrir en abusos que a veces se cometen. Las personas que van a una empresa a formarse muchas veces luego no se contrata, y hay que potenciar esa posibilidad. Por ejemplo, con estas ayudas a la contratación indefinida. En algunos casos lo que detectamos es que ese empleo, que es fijo, se utiliza como empleo rotatorio, y las prácticas sirven más para sustituir a trabajadores fijos. Es una dicotomía que tenemos que intentar evitar.

El dinero que tenemos, que es escaso, debe utilizarse realmente para una formación útil y que permita a los trabajadores encontrar empleo. A nadie se le ocurriría formar en construcción, pero por ejemplo el mundo de las TIC tiene un gran futuro.

El dinero que tenemos, que es escaso, debe utilizarse realmente para una formación útil y que permita a los trabajadores encontrar empleo

¿Con qué cifra de desempleados se sentiría satisfecho al término de esta legislatura?

Mi objetivo es reducir paulatinamente el desempleo. ¿Qué cifra? La mínima que podamos conseguir. En este primer año estamos en unos 6.000 parados por debajo de los que había el año pasado. Este es el periodo más duro, desde septiembre hasta diciembre. Todo lo que sea lograr que el dato interanual vaya a la baja es positivo.

Según las previsiones de Funcas, las cifras nos sitúan como la quinta comunidad con menor tasa de desempleo en 2017, después de País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón. Estaríamos mejor que comunidades como Madrid o Cataluña. Esto nos alienta un poco, pero este dato tiene la carencia de que son fríos. La realidad es que la calidad del empleo es muy mala, y ahí es donde tenemos que dejar que patronal y sindicatos tengan flexibilidad para adaptarse a los sectores y se pueda crear un empleo más estable y de calidad.

“La reforma laboral es la que nos ha conducido a esta perversión del empleo”
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