martes. 23.04.2024

Estirpe se toma un respiro y se aleja de los escenarios por un tiempo con una gira de despedida que este sábado pasará por la sala Black Bird. Tras muchos años en la escena, los miembros de la banda hacen balance de su trayectoria.

¿Qué concierto se van a encontrar los seguidores que acudan a la cita santanderina?

Nuestra idea no es diferente a la de siempre, energía, cercanía, y mucho Rock´n Roll. Sin embargo será un concierto un poco especial, por lo simbólico, por ser el último de esta etapa y por lo emotivo de la situación. Eso sí, llevaremos alguna sorpresita, cosas que nos apetece hacer y que creemos que harán la situación un poco más especial.

¿Cómo estáis afrontando esta gira de despedida?

Estamos muy emocionados con la respuesta de nuestros seguidores, y eso nos está dando un plus especial de energía sobre las tablas

Realmente aún no hemos podido plantearnos ni siquiera qué va a significar la despedida, porque hasta ahora el ritmo de trabajo ha sido el mismo. Después de este fin de semana sí que vamos a ser más conscientes, porque paramos de tocar hasta verano, y seguiremos hasta fin de año. Ahí sí que va a ser el momento en el que nos demos realmente cuenta de qué significa este paso, para nosotros y para los que nos siguen. Eso sí, estamos muy emocionados con la respuesta de nuestros seguidores, y eso nos está dando un plus especial de energía sobre las tablas.

Tras más de dos décadas en la música, ¿cómo ha evolucionado vuestra música? ¿Cuáles han sido los mejores y peores momentos de la banda?

Los momentos malos han sido la época en la que salieron componentes antiguos de la banda, mientras que los buenos son todas las incorporaciones que han traído un aire. De hecho ahora mismo creemos estar en el mejor momento en lo musical, con unas pedazo de personas y de músicos que dan la impresión de que llevan con nosotros toda la vida.

Además de esto tan, digamos, amplio, ha habido muchos momentos que nos han hecho sentir que estábamos haciendo algo especial, tal y como la grabación del primer disco, la salida de “Ciencia”, que nos hizo un hueco en este mundillo, “Inventarse el mundo” que supuso el poder trabajar con una Multinacional (con los medios que ello conlleva), y “Neurasia”, que confirmó una manera de hacer las cosas diferente pero igualmente satisfactoria.

Hace poco habéis pasado momentos muy difíciles, tanto a nivel personal como la enfermedad de Mart, como a nivel de grupo, con la salida de algunos históricos de la banda, ¿cómo habéis afrontado esta etapa?

Cuando ves que las cosas pueden acabar para siempre por algo tan importante como la salud, todo lo anterior queda eclipsado

Como te decía antes, esos son los momentos que nos han hecho fortalecernos. Sabíamos con certeza que la andadura de Estirpe no acababa cuando nuestros compañeros hasta la fecha decidieron que no querían seguir, y armamos de nuevo el proyecto con nuevas armas, nuevos músicos que trajeron aire fresco. Lamentablemente, cuando estábamos “on fire”, ocurre la enfermedad de Manuel, lo que nos obliga no sólo a parar, sino a plantearnos cosas mucho más serias. Cuando ves que las cosas pueden acabar para siempre por algo tan importante como la salud, todo lo anterior queda eclipsado y claro, cuando de nuevo te ves sobre el escenario, te sientes una persona realmente afortunada, agradeciendo cada minuto que puedes pasar con tus compañeros viajando y sobre el escenario.

¿Hablamos de un punto y final o quizás un punto y aparte? ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?

Ahora mismo sólo pensamos en que esto es un punto y aparte, no uno final. Hay ganas de respirar y tomar un poco de aire fresco. Lo importante es que cada uno, sobre todo Mart y yo, podamos pensar bien qué es lo que queremos hacer. Sin duda vamos a seguir en la música, juntos o separados, pero sin la presión (sin connotación negativa) que supone estar a la altura de Estirpe, de lo que hemos construido después de tantos años.

Ahora que vosotros decidís decir adiós ¿cómo creéis que se queda la industria?¿Hay futuro en el rock nacional?

Es algo que nos preocupa sobremanera. No hablar del tema no creo que haga que el problema sea menor. El rock nunca ha sido para los cobardes, pero siempre tenía una base muy fuerte de gente joven, sobre todo adolescentes que siempre iban reemplazando a la vieja guardia. Yo recuerdo que cuando Estirpe empezaba había muchísimos grupos, y bastantes de ellos con calidad. Ahora veo los locales de ensayo llenos de bandas de versiones y grupos tributo, que para nada vienen a renovar la escena, y eso es lo que realmente vemos preocupante. También es difícil que en el público se vea gente joven disfrutando de las grandes bandas que existen por aquí.

La solución no es otra que seguir luchando y esperando que esto sea un ciclo malo y volvamos a tener una nueva etapa dorada como recordamos que se vivió en los 70, 80 y 90.

“El rock nunca ha sido para cobardes”