jueves. 28.03.2024
MEMORIA

“Cada vez que Manuel intentaba hablar en el juicio sumarísimo, le daban un culatazo para que se callara”

Este lunes se cumplen 80 años de la ejecución a garrote vil en la cárcel de Larrinaga del joven anarquista de Laredo Manuel Peña, a pesar de que el auditor de Guerra había propuesto la conmutación de su pena “en atención a la escasa trascendencia de los hechos por él cometidos y poco daño causado”.

Laredo es el municipio cántabro con más vecinos ejecutados a garrote vil, seis: Joaquín Maza, Felipe Ruiz, Manuel Roseñada, Santos Trueba, Ramón Nates y Manuel Peña.

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Manuel Peña, anarquista de Laredo ejecutado a garrote vil en la cárcel de Larrinaga el 28 de mayo de 1938 a los 22 años de edad | Fotos: CML

El denominado garrote vil, instrumento utilizado para aplicar la pena de muerte en España desde 1820 hasta 1974, consistía básicamente en un collar de hierro atravesado por un tornillo que al girarlo rompía el cuello del reo, aunque si el verdugo era débil y el cuello del reo fuerte, la muerte de éste solía sobrevenir por estrangulamiento, lo que alargaba su agonía.

En Guerra Civil en Cantabria y pueblos de Castilla (2007), Jesús Gutiérrez Flores documenta que Laredo es el municipio cántabro con más vecinos —tanto en términos relativos o porcentuales como en términos absolutos— ejecutados a garrote vil. Un total de seis, superando a otros municipios mucho más poblados, como Santander o Torrelavega. Sus nombres son Joaquín Maza Rozas, Felipe Ruiz Fernández, Ramón Nates Martínez, Manuel Roseñada Gutiérrez, Santos Trueba Aja y Manuel Peña Gobantes. A partir de esos datos, José Luis Pajares y Presen Gómez —al frente del Colectivo Memoria de Laredo— comenzaron a investigar para reconstruir sus historias y rescatarlos así del olvido. Los seis fueron ejecutados a garrote vil en la cárcel vizcaína de Larrinaga —Maza y Ruiz en diciembre de 1937, y Roseñada, Trueba, Nates y Peña en mayo de 1938— y los seis fueron enterrados en el cementerio de Bilbao. Este lunes, 28 de mayo, se cumplen 80 años de la ejecución del último de ellos.

carcelAntigua cárcel de Laredo

“Los juicios eran muy simplones y a menudo se volvía a acusar a los reos de causas ya sobreseídas que se utilizaban como agravante”

El constructor Joaquín Maza había nacido en Santander, pero en 1937 vivía en Laredo, donde había nacido su mujer. Maza participó en la creación de Izquierda Republicana —el partido que Manuel Azaña había fundado en 1934— en Laredo, y tras la victoria del Frente Popular —la coalición electoral que integraba a Izquierda Republicana— en las generales de 1936, fue nombrado vicepresidente del Frente Popular en Laredo. Maza llegó a ser teniente de alcalde del municipio, y tras el golpe de Estado franquista que originó la Guerra Civil, fue nombrado miembro del consejo municipal y responsable de la cárcel local. Tras la toma de Laredo por las tropas franquistas en 1937, Maza fue detenido, encerrado en la cárcel local y juzgado por el Consejo de Guerra de Santoña, que —con informes de Falange, del Ayuntamiento franquista y de la Guardia Civil— lo condenó a muerte por haber sido “uno de los principales responsables de los desórdenes y desmanes ocurridos en Laredo” y le atribuyó también la responsabilidad de un hecho sucedido en 1921 en Sestao —Maza vivía entonces en la localidad vizcaína, pues trabajaba en Altos Hornos de Vizcaya— y por el que había sido absuelto en 1923: el atentado contra el gerente de Altos Hornos, que resultó herido grave y murió cuatro días después. “Eso se daba mucho en el periodo franquista”, explica José Luis Pajares. “Los juicios eran muy simplones y a menudo se volvía a acusar a los reos de causas ya sobreseídas que se utilizaban como agravante o como argumento para dar un determinado perfil de los reos; esto pasó también con muchos republicanos que habían sido absueltos o que ya habían cumplido condena por hechos relacionados con Octubre del 34”, añade. Joaquín Maza fue ejecutado a garrote vil el miércoles 15 de diciembre de 1937, a los 47 años de edad, en la cárcel de Larrinaga.

Tres días después —el sábado 18 de diciembre de 1937— era ejecutado también a garrote vil, a los 50 años de edad, y en la misma cárcel el labrador Felipe Ruiz, que había nacido en Laredo, aunque se había casado en Ajo (municipio de Bareyo), donde vivía. “Sobre él no hemos podido averiguar tanto”, reconoce Pajares, que no obstante apunta que Ruiz “debió de ponerse a disposición del Frente Popular y realizar servicios en el cercano penal de El Dueso, donde fue detenido e ingresado al entrar los nacionales y después sometido por el Consejo de Guerra de Bilbao a un juicio sumarísimo en el que también se le condenó a pena de muerte”.

En su incansable labor de investigación, José Luis Pajares y Presen Gómez han desempolvado numerosos periódicos, archivos y registros civiles y de prisiones, y también han hablado con más de 450 personas de Laredo, la mayoría de ellas vecinos y sobre todo familiares de víctimas del franquismo en el municipio.

Cinco meses después de la ejecución de Maza y Ruiz, serían ejecutados también a garrote vil y también en la cárcel de Larrinaga los jóvenes anarquistas —tres de las Juventudes Libertarias y uno, Santos Trueba, de la CNT— Manuel Roseñada, Santos Trueba, Ramón Nates y Manuel Peña, todos ellos nacidos en Laredo.

rosenadaFotografía de Manuel Roseñada

truebaFotografía de Santos Trueba

“Roseñada, Puente y Nates se fueron al Frente en la primera remesa, así que poco tiempo tuvieron para hacer esas cosas…”

Pajares y Gómez hallaron en Vitoria-Gasteiz un expediente carcelario relativo al primero de ellos, el pescador Manuel Roseñada, que al estallar la Guerra Civil se alistó como voluntario en el cenetista Batallón Libertad —el mismo en el que se enroló el legendario emboscado antifranquista de Liérganes Pin el Cariñoso— y luchó en el Frente Norte, pero que en agosto de 1937 fue detenido en Santander y —tras pasar por un campo de concentración de Vizcaya, una cárcel de Álava y el penal santoñés de El Dueso— enviado desde El Dueso junto con otros dos anarquistas de Laredo —el albañil Santos Trueba y el cuñado de éste, Vicente Puente Izaguirre— a la cárcel de Castro Urdiales, donde el 20 de enero de 1938 el Consejo de Guerra sometió a un juicio sumarísimo a Roseñada, Trueba y Puente, a los también anarquistas laredanos Ramón Nates —pescador— y Manuel Peña —zapatero— y a un miembro de la UGT que resultaría absuelto. “Los acusaban de haber participado en sacas de la cárcel de Laredo, de desapariciones o de haber estado presentes —aun no habiendo sido ejecutantes— en actos represivos atribuidos a republicanos desde el comienzo de la Guerra Civil [julio de 1936] hasta que entraron los franquistas en Laredo [agosto de 1937], pero Roseñada, Puente y Nates se fueron al Frente en la primera remesa, así que poco tiempo tuvieron para hacer esas cosas…”, explica Pajares. En cualquier caso, Roseñada, Trueba, Nates y Peña fueron condenados a muerte, y Puente, a 30 años de cárcel. Trasladados a la cárcel de Larrinaga, la Auditoría de Guerra de Bilbao ratificó sus condenas el 5 de febrero de 1938 y Roseñada —de 22 años de edad—, Trueba —de 30— y Nates —de 21— fueron ejecutados a garrote vil el viernes 27 de mayo de 1938.

En los documentos del Ministerio de la Guerra, la muerte de Manuel Peña también consta el 27 de mayo de 1938, pero su certificado de defunción data del día siguiente. ¿Por qué?

“¿Se lo estuvieron pensando? Es que no se explica…”

“Antes de ser ejecutadas, todas las sentencias tenían que ser ratificadas por el auditor de Guerra, que no tenía a nadie por delante, sólo a Franco”, explica Pajares. Manuel Peña tenía en el Ejército franquista un hermano —sargento de Infantería— que transmitió al auditor de Guerra el testimonio de los familiares del hombre cuya desaparición se atribuía a Manuel, y el auditor le respondió por escrito el 8 de febrero de 1938 que había propuesto la conmutación de la pena de muerte de su hermano “en atención a la escasa trascendencia de los hechos por él cometidos y poco daño causado”. Aun así, Manuel fue ejecutado a garrote vil en Larrinaga el 28 de mayo de 1938. “La propuesta de conmutación de la pena data del 8 de febrero, por lo que había tiempo de sobra para que llegara a la cárcel”, destaca Pajares, que se pregunta “por qué se produjo la ejecución y con ese lapso de 24 horas con respecto a Roseñada, Trueba, Nates”. “¿Se lo estuvieron pensando? Es que no se explica…”, añade.

joseluispajarespresengomezJosé Luis Pajares y Presen Gómez posan ante los muros de la antigua cárcel de Laredo

Merche Peña —una de las más de 450 personas de Laredo que han hablado con José Luis Pajares y Presen Gómez— es hija de otro de los hermanos de Manuel. Además de que “piensa que debería haber una anulación total de las condenas del franquismo porque se hicieron sin ninguna base de legalidad”, Merche “está absolutamente indignada porque no ha habido ni hay un reconocimiento de la injusticia cometida con su tío”, asegura Pajares.

Merche le ha explicado a Pajares que su padre y su abuelo paterno –el propio padre de su tío Manuel– acudieron al Consejo de Guerra de Manuel el 20 de enero de 1938 en Castro Urdiales y que siempre recordaba que “cada vez que Manuel intentaba hablar en el juicio sumarísimo, le daban un culatazo para que se callara”. El padre de Merche murió “con la pena de no haber conseguido rehabilitar judicialmente a su hermano”, y la familia de Manuel siempre ha considerado que la ejecución de éste se debió “o una negligencia o una decisión tomada porque alguien dio la orden a pesar de la conmutación propuesta por el auditor de Guerra”, pero nunca ha sabido cuál de las dos causas la provocaron. Manuel Peña Gobantes fue ejecutado a garrote vil el sábado 28 de mayo de 1938, a los 22 años de edad, en la cárcel de Larrinaga. Hoy se cumplen 80 años.

conmutacion

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