sábado. 20.04.2024

En la Unidad del Sueño del Hospital Clínico de Salamanca se encargan de intentar paliar el deterioro en la calidad de vida de los pacientes que, por alguno de los trastornos del sueño existentes, no duermen lo que deberían. Las consecuencias de ello pueden llegar a ser fatales aunque la principal es el cansancio diurno a los que se enfrentan. Dormir poco o tener poca calidad en el sueño aumenta por tres el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y la posibilidad de ser obeso.

Dormir poco o tener poca calidad en el sueño aumenta por tres el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y la posibilidad de ser obeso

La Unidad del Sueño del Complejo Asistencial de Salamanca, en una entrevista a Salamanca24horas, vela por mejorar la calidad de vida de los pacientes con alguno de los más de 80 trastornos catalogados en la actualidad. El coordinador de este servicio, José Luis Fernández, explica que la mayoría de estos son debido a una “mala higiene del sueño”, un mal endémico en España que supone acostarse tarde y levantarse pronto, algo que solo se puede superar con una buena educación al respecto. 

Además, en segundo lugar en estos trastornos aparecería el insomnio debido a otras patologías y, en el tercero, la llamada apnea del sueño, que más tratan desde esta Unidad al deberse a factores que se pueden tratar desde un punto de vista médico. Este trastorno lo padecen en torno al 15% de la población adulta y ocurre cuando una persona sufre varias apneas, suspensión de diez o más segundos de la respiración, por la noche. Concretamente, se considera un problema cuando sucede cinco veces por hora y ya es grave si es más de 30

Este hecho tiene unas consecuencias cardiovasculares que van más allá de las comunes al no conseguir conciliar el sueño por cualquier tipo de factor. Estas últimas, sin embargo, ya suponen una gran carga para quien lo padece con problemas en las relaciones sociales, familiares y laborales e, incluso, mucho más riesgo de sufrir un accidente de tráfico, que aumenta desde un 300% hasta un 1.000%

Las apneas las sufren un 15% de la población adulta y se consideran un problema cuando suceden cinco veces por hora, grave si son más de 30

La consecuencia más palpable, eso sí, y raíz de todos los anteriores problemas, es el cansancio diario que produce el no dormir lo suficiente que, aunque depende de la edad y la persona, suele encontrarse entre siete y ocho horas diarias. El cansancio, además, puede producirse por una mala calidad del sueño, debido a diversos factores como el alcohol o los sedantes, que deteriora la calidad de vida. 

Pero no solo cambia el día a día sino que padecer algún trastorno del sueño provoca problemas a años vista. La mala costumbre se puede cronificar y es importante saber que dormir poco o mucho produce cambios fisiológicos como la obesidad que, a su vez, trae consigo otra serie de riesgos patológicos como la propia apnea del sueño, que la sufren más los hombres que las mujeres, hasta la menopausia, y que se da en más casos en aquellos que roncan hasta el punto de que uno de cada ocho o diez sufren de este problema. 

La Unidad del Sueño

El servicio está coordinado con otros emparentados con muchos de los problemas que pueden ocasionar trastornos del sueño, que no solo ocurren debido a problemas respiratorios. De hecho, José Luis Fernández repasa otros comunes como el síndrome de piernas inquietas, musculares, o las parasomnias, que pueden ser más cerebrales. 

El proceso es sencillo. Una vez tratado por el médico de cabecera, este lo deriva al servicio que crea conveniente y la Unidad del Sueño actuará en el momento en el que sea necesario. Así, se le realiza una consulta en la que se define el posible tipo de problema y se le llama para que acuda al hospital a hacerse unas pruebas mientras duerme a través de diferentes estímulos eléctricos que definen la valoración. 

Una vez definido el posible tipo de problema, se realiza una prueba en el hospital que consiste en dormir con electrodos en la cabeza que emitirán diferentes estímulos eléctricos

Una vez con el informe en la mano, se le cita para el tratamiento, que puede ser de muy diversos tipos, desde quirúrgico al médico, donde, en lo que se refiere a la apnea del sueño, el más efectivo es el CPAP, una máquina que, a través de una mascarilla, evita el cierre de las vías respiratorias a través de insuflar aire. Tras esto se le realiza un seguimiento para saber si la terapia es eficaz para lo que se cuenta con una consulta presencial y también telefónica. 

Este proceso, aunque costoso por el valor de los estudios, asegura José Luis Fernández, equivale a la larga a un ahorro ya que evita otras numerosas pruebas y tratamientos en balde. 

Dormir menos horas de las debidas aumenta el riesgo de obesidad