martes. 23.04.2024

El negociador

Dada la situación política actual en nuestro país se ve la necesidad de crear la figura del negociador, conciliador, mediador.  Una persona que haga de intermediario entre los partidos políticos, que les haga ver las ventajas de ir juntos, de sumar apoyos, de hacer que el país funcione y se repartan mejor los recursos del mismo.

Recientemente veía una película rodada por Steven Spielberg "el puente de los espías" con "el negociador"  Tom Hanks dignificando la profesión de abogado, que hacía de mediador en medio de la guerra fría entre la URSS y EEUU. No estoy muy seguro que haya una guerra fría entre nuestros partidos, posiblemente no sea para tanto, una cosa es lo que sale a luz y otra la realidad, pero existe una falta de entendimiento para hacer funcionar nuestras instituciones, que es claro y produce un desgaste de energías, que se deberían estar usando para mejorar la situación de los ciudadanos, más cuando tenemos graves problemas sociales.

Dada la situación política actual en nuestro país se ve la necesidad de crear la figura del negociador, conciliador, mediador.  Una persona que haga de intermediario entre los partidos políticos, que les haga ver las ventajas de ir juntos, de sumar apoyos, de hacer que el país funcione y se repartan mejor los recursos del mismo.

El Partido Popular tiene grandes problemas para encontrar interlocutores, está sólo en el rincón y parece tener poco margen de maniobra. Tampoco se le ve con mucha cintura, ha entrenado muy poco el noble arte del diálogo y la negociación. Ahora da la impresión que casi se resigna a una repetición de elecciones donde parece que los sondeos le dan una leve subida. Muchos hablan ya de la era post Rajoy, quien ha declinado, por sorpresa y en principio pasar por el "viacrucis" de intentar su investidura sin apoyos suficientes, pero en el escenario actual la prudencia es buena compañera.

En Ciudadanos, su socio natural, están preocupados porque no les llaman, éstos son nuevos y dispuestos a negociar con todos, pero también han puesto su línea roja con aquellos que a su juicio puedan poner en peligro la unidad de España. De una tacada ya hay poco margen para negociar con Podemos y cualquier partido nacionalista. Han recibido un toque de humildad por parte de los electores que han dejado en un 14% lo que las encuestas daban un 21%.  Eso les hace ser más prudentes, por ello, en la abstención se sienten cómodos. Si bien se han apuntado un tanto  con la confección de la mesa del Congreso. El concepto de partido bisagra parece dibujarse en sus actuaciones.

El PSOE tiene una doble responsabilidad, es el que más posibilidades tiene de formar Gobierno,  por diestra, la gran coalición querida, "dicen en los mentideros", por los poderes que antes se llamaban "fácticos", o sea,  de hecho, empresarios, banca, Unión Europea, FMI, incluida la iglesia y el ejercito, Alfonso Guerra... y Ciudadanos poniéndoles su mejor sonrisa.  Pedro Sánchez dice que "no es no", aunque le puede pasar como al otro Pedro "que negó tres veces"... Por la siniestra, que diría la llamada "caverna mediática", con Podemos a la cabeza,  todo un mundo por descubrir, para empezar no se sabe si son 42, 64 o 69 si es una sola voz o un coro desafinado, pero traen empuje y modos e imágenes por lo menos novedosas, y los nacionalistas esperando que puede caer... El PSOE si que necesita al negociador, primero para calmar las aguas internas, donde, cuando Susana estornuda todo el partido tiene la gripe;  después para que no recibir el abrazo del oso.

Podemos fue el primero que puso líneas rojas la misma noche electoral, había prisas, con el famoso "derecho a decidir", después fue lo de los cuatro grupos parlamentarios, y ahora, pues todo es posible.

Aquí también el negociador tiene un duro trabajo para conciliar Mareas, Compromis, Comú Podem, esto es, las llamadas confluencias. Pasar del mundo de las ideas, del discurso en las plazas, a la realidad de gobernar tiene su dificultad, pero en Madrid y Barcelona da la sensación que pesé algunos disgustos no les va mal.

Algunos han hecho tantas promesas que cumplirlas es todo un problema, y se buscan excusas para no estar en la diana de los ciudadanos. Aunque como dijo aquel político italiano Giulio Andreotti que fue siete veces presidente de Gobierno, "el gobierno desgasta pero la oposición mucho más".

El excelente guionista Borja Cobeaga realizó la película "el negociador" del que hay cosas que se pueden extraer, sobre todo, el saber que para que haya un acuerdo todos tienen que ceder, y a veces gana el que más cede. Nuestra realidad actual, tiene todos los ingredientes para una nueva película, el humor de Rajoy con múltiples frases e incluso intervenciones radiofónicas, el verbo sereno y la ambigüedad calculada de Albert Rivera, el líder con menos apoyos internos y más posibilidades Pedro Sánchez,  el rebelde y sobrado con y sin causa de Pablo Iglesias, el opositor a líder de la izquierda Alberto Garzón,  el estudiante que da clases a los maestros Iñigo Errejón, y Carolina Bescansa la madre que concilia, con el pequeño David en su brazos,  Celia Villalobos y Alberto Rodríguez "el chico de las rastas",... vamos, ¡vaya tropa!.  "Los ocho apellidos para formar un Gobierno".

Volviendo a la realidad, la figura del negociador, o algo similar, parece necesaria. Aquí no tenemos un presidente de la República que pueda hacer ese papel, nuestra Constitución limita el papel del Rey a una figura "cuasidecorativa", donde su mediación es sumamente difícil, los artículos 62, 99... de la Constitución no se han desarrollado adecuadamente y quizás haya que tomar nota también para próximas reformas y desarrollos. Ahora bien, los ciudadanos ya hemos votado, y si tenemos que volver a hacerlo será por el fracaso, sería bueno tomar nota de quien está con el postureo y quienes han trabajado en busca de los acuerdos. Hay declaraciones que en estos momentos chirrían como que "no hay que tener miedo a las urnas", que "los ciudadanos son adultos para indicar el camino". Hay que pedirles:  "Hagan Uds. su trabajo, dejen de cargar las responsabilidades a quien no corresponde,  no se laven las manos con tanta facilidad..."  Es muy cansino tanto mirar lo que separa y la critica fácil, este no es el mejor camino para encontrar soluciones. Se necesita el trabajo de un Gobierno, en caso contrario, corremos el riesgo de que la vida sea lo que pasa, mientras los elegidos para que nos gobiernen están sólo a sus asuntos. De todas formas, lo que hoy es imposible mañana vaya Ud. a saber.

Como hemos visto en Cataluña, lo fácil se hizo casi imposible, y lo imposible se realizó, y es que la vida te da sorpresas. Tampoco conviene descartar cualquier posibilidad, ya que siempre nos pueden decir aquello, que se atribuye a tantos, Zorrilla, Juan Ruiz de Alarcón, Corneille, Lope de Vega..."Los muertos que vos matáis gozan de buena salud", se necesitan mecanismos para salir del  enredo  actual de la vida política de nuestros país, por ello, se puede poner un anuncio de "se busca mediador o negociador", razón en la Moncloa.

El negociador
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