sábado. 20.04.2024

¿Nóos han tomado el pelo?

La reciente sentencia del caso Nóos ha indignado a la ciudadanía y con esta opinión se pone de relieve lo que muchos sienten.

Si algo retrata la clase que nos ha gobernado y los que han vivido entre sus faldas en los mejores años "del todo vale", donde la corrupción campeaba a sus anchas por las escaleras de nuestras Administraciones Públicas, sin filtros ni control, sin duda es el caso Nóos, un ejemplo que tiene la mayoría de los ingredientes, desde la Corona, pasando por Presidentes de CC.AA., Alcaldes y demás responsables políticos. Los que faltaban están en el proceso de las tarjetas Black, Ministros, subsecretarios, banqueros, empresarios, sindicalistas, la derecha, el centro y la izquierda....que actuaban con total impunidad, y era una forma de considerar lo público como suyo, para hacer y deshacer a su antojo, sin más límite que la relación de amistad, sin más supervisión que burdas justificaciones, realizando una apropiación indebida mientras se estafa con Preferentes a los ancianos.

A veces las decepciones por una resolución jurídica viene más por lo que esperamos de la justicia, que por los datos objetivos, los jueces se equivocan como todos, son muchas las sentencias que nos parecen poco acertadas, ya se decía "El juez es quien tiene que decidir quien tiene el mejor abogado" ya se sabe lo de la verdad a medias. No es fácil hacer justicia, no todos tenemos las mismas ideas, ni los mismos puntos de vista, ni los mismos conocimientos, ni la misma información, pero hay situaciones donde una gran mayoría tenemos formada una clara opinión.

Después de años y años de instrucción, horas y horas de televisión, de tertulias, y artículos, lo cierto es que la sentencia sobre el llamado caso Nóos y las tarjetas Black puede haber defraudado a muchos. Sobre todo si partimos de principios que no son, ni nunca han sido reales, como que "la justicia es igual para todos", por mucho que así lo afirmara el Rey Emérito. Pues no, desgraciadamente la ley puede ser la misma para todos, pero su aplicación es otra cosa totalmente distinta. Unas personas pueden tener todos los medios, todas la influencias, los mejores profesionales para defenderles, y otros, tienen que recurrir a la justicia gratuita, con el reconocimiento al gran trabajo que realizan los compañeros en sus defensas, donde la igualdad de armas en muchos procesos está totalmente descompensada. Ver los medios de defensa que han tenido y utilizado algunos de los acusados, habla por sí sólo de la desigualdad. Es cierto que hay otras situaciones más difíciles de controlar, que están entre la realidad y el espectáculo mediático. Las llamadas penas de telediario, los juicios paralelos, las fobias y filias hacia ciertas instituciones, pero ya quisiéramos el común de los humanos tener tantos medios a nuestra disposición para defendernos. 

Desgraciadamente la ley puede ser la misma para todos, pero su aplicación es otra cosa totalmente distinta

Cuando estamos hablando del dinero de todos, ver como personajes tan importantes crean empresas con el único fin de quedarse con el dinero público, no pagar impuestos, para hacernos trampas con nuestro dinero, aquellos que además reciben del erario público pingües contribuciones es éticamente obsceno. Por ello, donde hay una mayor responsabilidad es en los comportamientos de aquellos que nuestra sociedad han colocado en el vértice de la pirámide dándoles todos los privilegios, ¿Qué necesidad tenían para meter la mano en nuestro cajón público estos personajes? Estamos hablando de los comportamientos éticos y morales, de aquello que hace a las personas respetables ante los demás, y por muy absuelto que hayan podido salir algunos de este proceso, algo también ha quedado acreditado, su falta de escrúpulos, la falta de respeto a los demás ciudadanos.

¿Qué necesidad tenían para meter la mano en nuestro cajón público estos personajes?

Ver la lista de delitos por los que han sido condenados describe a estos "señores", delito continuado de prevaricación, delito de falsedad en documento público, delito de malversación, delito de tráfico de influencias, delito de blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda Pública... Han tomado lo que era de todos para su lucro y beneficio, aprovechando de una forma intolerable su condición de miembros y "amigos" de la familia Real para lucro personal. ¿Todavía puede haber alguien que hable de inocencia?.

Mucho es lo que se puede escribir sobre los actores que han concurrido en el proceso del caso Nóos, desde un juez instructor contra molinos y presiones, de un fiscal que ha mantenido un pulso público contra un juez muy controvertido y una defensa de alguna acusada nada fácil de entender, incluso la acusación particular sobre la que han caído todas las sombras de la duda por sus comportamientos hoy juzgados en vía penal. Durante tantos años donde meter la mano en el cajón era como aquello de "tonto el último...". Ahora que se juzgan a esos personajes, esta clase política del "buen vivir, y mal cumplir", nuestra justicia muestra sus costuras y pecados, también algunas de sus virtudes. Hay instituciones que han quedado retratadas, si la monarquía ya tiene un importante déficit democrático con pecado original de nacimiento, este tipo de comportamientos salta las alarmas sobre los límites del artículo 57 de la Constitución, poniendo de manifiesto la falta de desarrollo del mismo. Han quedado también expuestas figuras que llaman poderosamente la atención en nuestro derecho donde "la esposa ignorante, ciega y muda, que es tratada como menor de edad penal. El cónyuge estatua, que no se entera de nada" mientras disfruta de los beneficios de los actos ilícitos cometidos por su pareja, tanto la jurisprudencia, como nuestra legislación tienen aquí un campo para mejorar nuestra legalidad vigente.

"La esposa ignorante, ciega y muda, que es tratada como menor de edad penal. El cónyuge estatua, que no se entera de nada"

Desde las nuevas plazas públicas de las redes sociales se clama contra las sentencias. Se hacen todo tipo de comentarios que ponen de manifiesto una indignación que merece la pena tener en cuenta, más allá de los excesos, hay un sentimiento, una sensación de que se "nos ha tomado el pelo". Que para algunos delitos de cuello blanco, sale muy barato delinquir y quedarse con el dinero de todos, mientras estos personajes se lo llevaban crudo. El coste de la corrupción en España se calcula en más de 10.000 millones de euros robados a los ciudadanos. Siempre queda la pregunta con el dinero sustraído por la corrupción, ¿cuántos parados podían tener subsidio?, ¿cuántas familias sin recursos podían ver mejorada su situación?, ¿cuántos ancianos no pasarían frío en el invierno?,... Decir esto molesta, suena a demagogia barata, a cuento de las batallitas del abuelo, pero ..., si nos han metido la mano en nuestro bolsillo y casi tenemos que pedir perdón nosotros.

El coste de la corrupción en España se calcula en más de 10.000 millones de euros robados a los ciudadanos

No podemos olvidar que estas sentencias van a ser recurridas, otros jueces dentro de unos años darán una visión de su realidad jurídica, y con los antecedentes, posiblemente las penas puedan ser menores, entonces nos volveremos a preguntar ¿qué pasa con la justicia? Manifestaba el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, que la actual Ley está "pensada para el robagallinas, no para el gran defraudador", y que ello supone una gran traba para la lucha contra la corrupción. Ya lo decían en tiempos de los romanos, "la absolución del culpable es la condena del juez". Lo cierto que es no es fácil saber si se ha hecho justicia o no, pero si tenemos la certeza que se nos ha tomado el pelo, y mucho más...por parte de una clase política indigna en nuestro país, de eso no queda ninguna duda.

¿Nóos han tomado el pelo?
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