viernes. 29.03.2024

Los nuevos antisistema

Lo primero que sorprende, es que se considere antisistema a grupos de izquierda, o anarquistas, pero no a movimientos de extrema derecha que pueden ser más peligrosos, y que crecen en el corazón de nuestra Europa. Pocas veces se les relaciona como antisistema, cuando sólo hay que mirar un poco hacia nuestra cercana historia para darnos cuenta del gran daño que ha producido esta ideología.

Últimamente da la impresión que se ha puesto en boga utilizar la palabra "antisistema" para etiquetar a un grupo de personas de una forma despectiva, poco menos que como delincuentes violentos, que quieren acabar con todo orden establecido. Ciertamente, definir lo que es un antisistema, no es cosa fácil, incluso ni lo que es el propio sistema; pero dejando al margen concepciones demasiado teóricas, podemos considerar como antisistema aquellos que quieren cambiar el orden político o social establecido.

Lo primero que sorprende, es que se considere antisistema a grupos de izquierda, o anarquistas, pero no a movimientos de extrema derecha que pueden ser más peligrosos, y que crecen en el corazón de nuestra Europa. Pocas veces se les relaciona como antisistema, cuando sólo hay que mirar un poco hacia nuestra cercana historia para darnos cuenta del gran daño que ha producido esta ideología. Las revoluciones, por definición, las realizan los antisistema, desde Montesquieu a Mahatma Gandhi, desde Luther King hasta Nelson Mandela... Desde los orígenes de las religiones, éstas son los verdaderos antisistema, ¿hay algo más antisistema que, aquellos que dicen que su reino no es de este mundo?. 

Las revoluciones, por definición, las realizan los antisistema, desde Montesquieu a Mahatma Gandhi, desde Luther King hasta Nelson Mandela...​

Ahora que algunos se empeñan en enseñarnos a esos antisistema en el barrio de Gracia, de meter en el mismo saco a quienes realizan una obra social y a quienes son buscavidas o simplemente buscadores de un lugar donde dormir; aquí pasa como en los demás colectivos hay gente para todo, vaya por delante la condena a cualquier acto de violencia y contra las libertades, pero algunos se escandalizan hasta de las declaraciones de CUP, que no hacen más que ser coherentes con su postulados. Pocos han hecho tanto contra las normas, contra la convivencia, pocos nos han hecho tanto daño a toda a la Comunidad como los corruptos, los tramposos, los mentirosos, los demagogos... y la mayoría se presentaban ante nosotros como los grandes adalides del sistema.

Recordar emblemas y líderes del llamado sistema como el "muy honorable" Jordi Pujol, el Vicepresidente del Gobierno de España, Rodrigo Rato, y los que han realizado mientras nos vendían su visión de la sociedad, su concepto ético del poder, es más, alguno incluso presidía una fundación promoviendo un "código ético" para responsables  políticos. Así manifestaba "Un país que no dispone en todos los ámbitos de ideas claras, valores sólidos y actitudes positivas difícilmente tendrá buena política, buena acción social y buena economía. Porque es ese sustrato ético, moral, intelectual y vital lo que da coherencia, convicción y energía a la acción de un país". ¡Qué pena!, dime de qué presumes..., ¡qué bien saben lo que tenemos que hacer!, eso sí... los demás.

Ver como se utiliza la libertad de expresión para realizar manifestaciones pidiendo desobedecer las leyes de igualdad, es difícil de digerir,  como se preguntan sin que se les caiga la cara de vergüenza si "la invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio". ¿Cómo se puede decir? "No veo más gente que antes viviendo debajo de un puente". Que esto lo manifieste el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pidiendo a los católicos que desobedezcan aquellas leyes que él considera injustas, basadas en "la ideología más insidiosa y destructora de la humanidad de toda la historia, que es la ideología de género" , la igualdad entre hombre y mujer, el imperio gay que corrompe nuestra sociedad, realmente estas afirmaciones asustan, y desconciertan a cualquier bien nacido.

Ahora pide perdón, y dice que él respeta a todos los colectivos, ¿será verdad "que Dios los quiere arrepentidos"?. Bueno, siempre puede poner como atenuante a sus palabras la edad, el estado emocional y sobre todo, la falta de costumbre de ejercer la pluralidad, y el respeto a los diferentes. Sorprende también, la diferencia de mensaje donde el Papa Francisco, Mario José Bergoglio, mucho más moderado, mucho más cerca de los necesitados, y sobre todo, mucho más democrático,  al ser preguntado sobre la homosexualidad respondió "¿quién soy yo para juzgar a los gais?".

Los verdaderos antisistema, los más peligrosos están dentro del mismo, como parásitos chupando la sangre, y el dinero que corresponde a todos los ciudadanos

La iglesia como institución privada merece toda la consideración y respeto, donde hay muchas personas realizando una importante labor social, incluso en los sitios donde muy pocos se atreven, pero no se merecen dirigentes con tan poca sensibilidad social, y con tanta inquina hacia los que no son, o no piensan como ellos.

Por otra parte, lo que es tremendamente negativo para todos, es encontrarnos que vivimos en una sociedad donde cada día tenemos un nuevo caso de corrupción, un nuevo informe de la ya famosa UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal ), jueces y policías denuncian las falta de medios. Actualmente hay más de 2.000 investigados, es desesperante que siempre haya en ese club de la élite, alguien que está metiendo la mano en el cajón de todos, lo que produce cansancio, hastío y repugnancia.  

Contemplar como aquellos que más tienen esconden sus dineros en paraísos fiscales, aquellos que nos hacen trampas en sus contribuciones a las arcas comunes. Se publicaba estos días una selección de jugadores muy conocidos, que hacen maravillas con un balón, que viven de la publicidad, de los aficionados que les seguimos, ellos son multimillonarios,  reciben nuestros aplausos. No era la lista de Del Bosque para la Eurocopa, en realidad, son ídolos de barro, a ellos les sobra el dinero, lo tienen casi por castigo; pero no tienen conciencia social, ni posiblemente una educación en valores; así que se lo quitan a los que más lo necesitan, y nunca hemos visto al público gritar a aquellos que nos roban, es más, se buscan todas las posibles excusas, y si insistes eres simpatizante del equipo rival/enemigo. Alguna responsabilidad colectiva tenemos que asumir como sociedad por alimentar monstruos de 11 cabezas, donde ninguna piensa.

Quizás haya que empezar a poner en positivo la importancia de quien cumple con sus obligaciones sociales y fiscales, destacar a quienes aportan más. Rechazar y poner en evidencia, denunciar a quien no cumple, a quien con su egoísmo priva a los demás de los más básico.  Los verdaderos antisistema, los más peligrosos están dentro del mismo, como parásitos chupando la sangre, y el dinero que corresponde a todos los ciudadanos. Para avanzar sería mejor poner menos etiquetas, prejuicios, menos barreras y muros y más control a quienes se lo llevan crudo.

Los nuevos antisistema
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