jueves. 28.03.2024

¿Qué hay de mi pensión? 

"Los tiempos cambian que es una barbaridad", ya lo dijo el famoso personaje don Hilarión en la conocida zarzuela "La verbena de la Paloma", y lo cierto es que no le falta razón. Afortunadamente nos hacemos más longevos, disfrutamos mayor tiempo de nuestra jubilación, e incluso algunos ya teorizan sobre que se está creando una nueva generación, los "postveteranos",  aquellos que llegan a edades que antes eran toda una excepción... Esto que es una buena noticia para el común de los humanos, mira tú por donde, parece ser que le complica la vida a los gestores y responsables políticos de nuestro país. Vamos, que es como si de repente aparecieran unos extraterrestres con arrugas y canas que exigen sus derechos.  

Ante tamaña provocación y atrevimiento suele salir el Ministro y/o Subsecretario, Director General del ramo metiendo miedo, diciendo aquello  de "no hay dinero para todos", que la Caja de la Seguridad Social está que tirita, y le queda menos vida que vergüenza a algún político de los condenados por corrupción.  Es que ya tenemos mala leche, para una vez que las cuentas las habían hecho bien, o eso dicen, vamos nosotros y nos empeñamos en vivir más. Si es que no tenemos remedio, todo sea por fastidiar a este Gobierno que sólo piensa como repartir mejor los recursos del país, en la mejora social y en el bienestar de toda la Comunidad.  

Deben pensar que así no hay quien trabaje, no puede ser esto de vivir tanto, es un vicio intolerable, un despilfarro de la "Caja Común". Por ello, rápidamente ya están pensando en soluciones drásticas e imaginativas, como mandarnos a todos con el IMSERSO,  eso sí, con billete sólo de ida y en pensión completa,  con una dieta rica en colesterol, ácido úrico, azúcar, muy salada... Quizá de esta forma se pueden ajustar un poco las cuentas. 

Otros gestores con intereses en la banca, ya han visto el filón, y deben pensar "nada, que se hagan planes de pensiones privados, que ellos no sabemos si los van a cobrar, pero nosotros con su dinero vamos a vivir y disfrutar más que un millonario en Puerto Banús".  Toda una vida trabajando, 40 años de cotizaciones, y ahora resulta que cuando te toca a ti, justo ahora que estás con la alegría de llegar a la jubilación, a disfrutar por tantos años de esfuerzo, van y te dicen que ¡ojo, que esto es insostenible!, que la pirámide de edad hace que cada vez haya menos contribuyentes y más perceptores. 

Otros gestores en la banca ya han visto el filón

Vamos, como si fuera algo sorprendente, cuando se lleva hablando de esta situación desde los años 70 del siglo pasado. Como si no hubieran tenido tiempo para tomar medidas para asegurar las pensiones, que es  uno de los pilares del Estado de Bienestar Social de un país. Hoy las pensiones son la mayor red de solidaridad, de ellas, hijos y nietos tienen el sustento y/o el complemento para ir tirando. Nuestros mayores son quienes hacen la verdadera distribución de la riqueza entre los que menos tienen. Nos quieren amargar esta etapa de nuestra vida, cuando uno es más débil, ya no puede hacer huelgas y su capacidad de influencia es muy limitada. Aunque como dice un amigo  que no subestimen la fuerza de un jubilado que tiene mucha materia gris y tiempo para usarla.  Mientras no les quiten el voto, todavía conservan alguna influencia. Por ello, cada vez que hablan del Pacto de Toledo y posible reducción de pensiones siempre será al inicio de las legislatura, así cuando más cerca están las elecciones, las promesas de un mundo mejor, de una vida de ensueño, envuelven el regalo de la papeleta electoral.

Que decir de los que todavía no han llegado ni con mucho a esa edad, ya saben que para jubilarse tienen que esperar a los 67 años, y además sus pensiones serán mucho más bajas. Menos mal que existen la ciencia ficción y la robótica que nos van a solucionar los problemas. En un mundo de fantasía, las máquinas a trabajar y que paguen ellas la seguridad social, nosotros a disfrutar y a viajar por el mundo.

Si los trabajadores tienen unos sueldos muy bajos que apenas permiten supervivir, sus cotizaciones son acordes. La consecuencia es que aunque crezca el empleo, siendo de tan mala calidad, no da para sufragar las pensiones. Lo que es peor, estas cotizaciones de miseria hoy, serán mañana pensiones de penuria. 

Si los trabajadores tienen unos sueldos muy bajos que apenas permiten supervivir, sus cotizaciones son acordes

Ver como hemos ido retrocediendo en derechos en los últimos tiempos da para la reflexión y la inquietud. Sí el Gobierno de Zapatero, _ por cierto, el que algunos dicen que fue el mejor presidente de la democracia _, subió la edad de jubilación hasta los 67 años, también aumentó el periodo para el cálculo de la base reguladora de 15 a 25 años, y para rematarlo incrementó hasta los 37, los años necesarios para poder tener una pensión completa, pues es para llorar. Después vino el Gobierno de Rajoy para rematar la faena eliminando la obligatoriedad de que las pensiones suban igual que el  IPC,  esto es que no pierdan poder adquisitivo. Las generaciones que se jubilen en las próximas décadas, tendrán una reducción muy importante en sus pensiones, eso desgraciadamente ya no es ciencia ficción es una realidad.

En lugar de buscar soluciones definitivas para que el sistema de pensiones esté asegurado mediante un incremento de la recaudación, lo que se ha hecho es aprovechar la crisis para poner mucho más difícil el acceso a una pensión digna. Estos días en el Congreso se ha presentado una iniciativa de PSOE, Podemos, ERC, PNV y PDeCAT que reclaman al Gobierno subir las pensiones, pidiendo algo tan "revolucionario" como que el Gobierno vuelva a garantizar las pensiones ante el creciente aumento de la inflación y la ridícula actualización del 0,25% tras la última reforma de 2013.

En lugar de buscar soluciones definitivas para que el sistema de pensiones esté asegurado mediante un incremento de la recaudación, lo que se ha hecho es aprovechar la crisis para poner mucho más difícil el acceso a una pensión digna

La receta más coherente es crear puestos de trabajo con salarios dignos, que puedan hacer frente a unas cotizaciones suficientes para garantizar el futuro de las pensiones. Sí es necesario buscar nuevas fuentes de financiación, en lugar de meter el miedo en el cuerpo a los mayores y quitar la ilusión y la esperanza a todos. Hay estudios que ponen de manifiesto que simplemente cumpliendo la legalidad vigente, suprimiendo el agujero de tanto "dinero negro" que no cotiza a la Seguridad Social, acabando con esa "economía sumergida" que tanto daño genera a las pensiones, y terminado con la corrupción que sobrevuela las Administraciones Públicas, el futuro para todos sería mucho más ilusionante.

¿Qué hay de mi pensión?