sábado. 20.04.2024

El banco de libros universal, una de las iniciativas que el Gobierno de Cantabria quiere instaurar en todos los centros de la región, contará con un presupuesto de 16 millones de euros. Sin embargo, esa cuantía solo afectará a 50.000 alumnos, fundamentalmente de primaria y secundaria. Esto supone, por un lado, que la Consejería de Educación destinará 320 euros por cada niño y, por otro, que el 52,6% de todo el alumnado se beneficiará de la medida.

Aunque este proyecto del Gobierno todavía está en sus fases iniciales, algunas de sus consecuencias ya empiezan a ser previstas por diferentes sectores relacionados con la educación y los libros de texto. Según ha podido saber este diario, este banco de libros va a llevar a muchos puntos de venta especializados a reducir su plantilla. Algunas estimaciones hablan de hasta 80 trabajadores menos, al no existir los ingresos por la compra de estos libros.

Lo que muchos profesionales se han preguntado es de dónde surgirá esta cuantía, cuando los Presupuestos Generales de Cantabria (PGC) para 2016 todavía tienen que superar las enmiendas que los diferentes grupos han presentado a estas cuentas para redistribuir las partidas.

Como ha explicado el presidente del Consejo Escolar de Cantabria, Jesús Gutiérrez Barriuso, la iniciativa del banco de libros solo afecta a un sector de la población estudiantil, concretamente a algunos cursos de primaria y a secundaria. “No se aplica a primero y segundo de Primaria, ni tampoco a Infantil, por las características de estos libros”, ha afirmado, pues en estos cursos los ejercicios se realizan en los propios libros de texto. Asimismo, es necesario que “los libros no se cambien en cuatro años”.

Jornada educativa

La propuesta que desarrollará el Gobierno de Cantabria nace del compromiso del titular de Educación, Ramón Ruiz, de desarrollar una Orden que se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) a partir del documento que un grupo de trabajo desarrollará con las medidas, necesidades e ideas recogidas de la comunidad educativa.

Dicho grupo, como ha detallado Barriuso, ha nacido de la jornada desarrollada a propuesta del Consejo Escolar en la que se abordaron diferentes problemas y se compartieron las experiencias que ya funcionan en varios centros educativos.

Según ha adelantado el presidente del Consejo, este grupo de trabajo, que todavía no ha finalizado el documento, ya ha llegado a diversos acuerdos en muchos de los puntos tratados, aunque no en todos. Por ejemplo, se ha visto con buenos ojos que sea el centro educativo “el que reciba la ayuda económica” para los libros, y que posteriormente lo reparta entre los alumnos.

Sin embargo, ni profesorado ni las asociaciones de padres (AMPA) han querido ser responsables únicos en la responsabilidad de gestionar dichos fondos, algo en lo que será necesario llegar a un acuerdo entre todas las partes.

Barriuso ha explicado que algunas de las experiencias compartidas en la jornada organizada hace unos días en La Vidriera, en Camargo, han resultado interesantes para el grupo de trabajo. Por ejemplo, el Colegio Público Picasso, a través de uno de sus directores ya jubilados, expuso el modo en que padres y profesores acordaron que los libros fueran gratuitos para los alumnos.

Otro de los casos contados fue el del Colegio Público Buenaventura González, en el que se ha desarrollado un sistema de préstamo de libros, o el del IES Valle de Piélagos, en el que los libros son gratuitos hasta cuarto de la ESO.

El proyecto del "banco de libros" tendría un coste de 16 millones de euros
Comentarios