El nuevo puente de Golbardo ha entrado en funcionamiento a primera hora de la mañana de este martes con total normalidad. La nueva infraestructura conecta Reocín y Alfoz de Lloredo de un modo más seguro, acorta los tiempos de desplazamiento entre estos dos municipios y facilita el acceso a la costa por parte de vecinos y turistas. La obra, con un coste que ronda los 4 millones de euros, resuelve el problema de circulación que presentaba el antiguo puente, que no podía soportar el tráfico de vehículos pesados debido a su estrechez y que, en adelante, se mantendrá abierto al paso de peatones y bicicletas, según ha informado en un comunicado el Gobierno de Cantabria.
El proyecto ha procurado respetar al máximo las características de la antigua infraestructura, que fue el primer puente de España construido en hormigón y ostenta la declaración de Bien de Interés Cultural desde 2002. Sin embargo, para su ejecución se han utilizado materiales acordes al tiempo actual, con un diseño de tipología mixta que incluye la utilización de hormigón y metal como elementos principales de la obra.
CARACTERÍSTICAS
El nuevo puente tiene una longitud de 210 metros y está formado por un arco inferior realizado con vigas Vierendell metálicas que descansan sobre pilares apoyados en el cauce del río Saja, mientras que la luz principal, de 60 metros y situada sobre el cauce del río, se salva con un arco de 60 centímetros de espesor creado con dos vigas de acero y que ha sido rebajado para proporcionar una imagen más moderna.
Además, la nueva plataforma está dotada de una anchura de 12 metros e integrada por dos carriles de 3,5 metros cada uno y aceras de 1,65 metros para que los peatones puedan disponer de una zona protegida que les permita pasear con seguridad por el entorno.
