jueves. 28.03.2024

El anciano encontrado maniatado en el interior de su garaje de Santander murió por asfixia provocada por el trapo que los asaltantes le colocaron en la boca.

Además, le quitaron las llaves de su casa, en la que se encontraba su mujer, a la que también maniataron, y donde robaron, según han confirmado fuentes cercanas a la investigación.

De esta manera, el anciano, de 80 años, con iniciales A.P.C., habría sido abordado el sábado por la mañana por los asaltantes en su garaje de la calle Beato de Liébana, a donde acudía con frecuencia.

Fue reducido y maniatado, colocándole un trapo en la boca que podría haberle causado la asfixia. "Es la causa más probable, por su edad y por la situación en que se encontraba", señalan dichas fuentes, aunque será la autopsia la que determine con toda seguridad el motivo de su muerte.

Con las llaves de su vivienda en su poder, uno o varios asaltantes habrían acudido a la vivienda que el fallecido compartía con su mujer, situada no muy lejos, en la calle Alcázar de Toledo.

Una vez dentro, maniataron a la mujer y robaron, si bien no ha trascendido en que consiste lo sustraído.

Tras conseguir su objetivo, abandonaron ambos lugares, el domicilio y el garaje, sin que por el momento se conozcan más detalles sobre cómo cometieron los hechos o sobre su huida de los dos escenarios. Sí se sabe, según algunos testigos, que durante la noche se escucharon "tres gritos desgarradores".

Fue la mujer la que avisó de lo sucedido a un vecino cuando consiguió liberarse, si bien entonces desconocía lo que le había ocurrido a su marido. El vecino avisó a la Policía Nacional, que encontró después el cuerpo en el garaje.

Con estos datos, y otros que no han trascendido, la Policía busca a los autores de los hechos (dos personas al menos, dada la secuencia de lo ocurrido), mientras el Juzgado de Instrucción número Cuatro de Santander investiga como homicidio la muerte del anciano.

Según fuentes judiciales, el Juzgado de Instrucción ha incoado diligencias previas por presunto delito de homicidio después de que el cadáver del anciano apareciera en el garaje de su propiedad.

El anciano maniatado en su garaje de Santander murió asfixiado mientras le robaban