Cantabria es la cuarta comunidad autónoma con mayor brecha de género en las pensiones de jubilación, un 38,6% y 546,53 euros mensuales menos en las mujeres (869,93 euros, frente a 1.416,46 en los hombres), sólo superada por Asturias (-47,18%), País Vasco (-39,55%) y Cataluña (-38,74%), según un informe difundido hoy martes por UGT con estadísticas de la Seguridad Social fechadas a 1 de octubre. El informe destaca asimismo que en el conjunto de España la brecha de género en las pensiones de jubilación es de un 34,42% y de 453,1 euros mensuales menos en las mujeres (863,34 euros, frente a 1.316,44 en los hombres). UGT destaca que la brecha de género registrada en los salarios y en el mercado laboral se amplía en las pensiones, ya que sólo en Cantabria la mencionada diferencia mensual en las cuantías de las pensiones entre mujeres y hombres implicaría 7.651,42 euros anuales en 14 pagas, 1.400 euros más que los algo más de 6.237,74 euros anuales menos del salario femenino en comparación al masculino de la última Encuesta Anual de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE). El INE confirma que en Cantabria la brecha de género en los salarios es de un 24,7%, 14 puntos menos que en las cuantías medias de las pensiones de jubilación del pasado mes de octubre. UGT matiza además que en Cantabria un 28% de las mujeres pensionistas perciben una pensión mínima y acaparan casi siete de cada diez pensiones mínimas registradas en la comunidad autónoma (17.260 del total de 25.599).
UGT destaca que una de cada cuatro mujeres ocupadas en Cantabria tiene un empleo a tiempo parcial, lo que casi quintuplica el porcentaje registrado en los hombres
El informe reivindica que cualquier solución para la brecha de género pasa primero por "corregir las desigualdades entre mujeres y hombres en el mercado laboral antes de la jubilación". En este sentido, el sindicato recuerda que en Cantabria la tasa de actividad femenina es casi 12 puntos inferior a la masculina (49,41%, frente al 61,36% de los hombres), similar porcentaje a la desigualdad observada en la tasa de empleo (44,76%, frente a 56,37%); hay un 22% más de mujeres que hombres en el paro registrado (20.657 desempleadas por 16.042 desempleados) y el empleo femenino sigue siendo mucho más temporal que el masculino, con un 30,8% de asalariadas con un contrato eventual, seis puntos más que los hombres (24,2%). A todo ello, UGT une la tendencia creciente de los empleos a tiempo parcial, que ya afectan a más del 15% de todos los trabajadores de Cantabria según la última Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2019, aunque casi un 79% de todos ellos (28.577 del total de 36.337) son de mujeres. En la actualidad, una de cada cuatro mujeres ocupadas en Cantabria tiene un empleo a tiempo parcial (28.577 de un total de 114.189 ocupadas), lo que casi quintuplica el porcentaje registrado en los hombres en el mismo concepto, ya que menos de un 6% de los empleos masculinos (el 5,7%) es a tiempo parcial, subraya UGT, que recuerda la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad del cálculo de período de cotización de las personas a tiempo parcial por considerarla discriminatoria para las mujeres trabajadoras.
Para UGT, estas estadísticas oficiales confirman que la reducción de la brecha salarial "no será posible sin una mejora de las condiciones de trabajo anteriores a la jubilación y la corrección en el desequilibrio y las desigualdades en el acceso a una pensión contributiva". Entre otras medidas, UGT considera especialmente necesario y urgente una ley de igualdad salarial "que tenga como eje central la valoración de puestos de trabajo desde la perspectiva de género". El sindicato propone igualmente acciones concretas para reducir la diferencia de la brecha de género en el acceso al empleo, como la de impulsar la creación de escuelas infantiles, pública, gratuitas y de calidad de 0 a 3 años para las personas con rentas más bajas en el hogar y con especial atención a las familias monomarentales. A ello, UGT agrega la propuesta de garantizar a los hogares los cuidados a las personas dependientes, especialmente a los que tienen las rentas más bajas, e "impulsar la corresponsabilidad y no postergar la puesta en marcha de la equiparación de la suspensión del contrato por nacimiento y cuidado del menor (antes de maternidad y paternidad), para así garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y en la ocupación". A estas medidas suma la implantación de un nuevo sistema de jubilación que deberá ir acompañado de medidas destinadas a reforzar los derechos de las mujeres.
