viernes. 19.04.2024

Las cuatro comunidades autónomas de la cordillera Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León) contabilizaron el año pasado un total de 38 osas con 66 crías, una cifra que consolida la tendencia de "crecimiento y estabilidad" de la población de osos en esta zona en los últimos años. De las cifras globales, en el núcleo occidental se detectaron 31 osas con 52 crías –de ellas, 22 osas con 38 crías en el oeste de Asturias y nueve con 14 en el oeste de León– y en el núcleo oriental se detectaron siete osas con 14 crías –de ellas, cuatro se observaron en Palencia, dos en León y una en Cantabria–.

"Es posible y muy probable que haya más osas de las contabilizadas"

Los datos del censo de osos en 2018 han sido presentados hoy miércoles en rueda de prensa por el director general de Biodiversidad de Cantabria, Antonio Lucio; la jefa del servicio de Espacios Protegidos y Conservación de la Naturaleza del Principado de Asturias, Teresa Sánchez, y el director general del Patrimonio Natural y Política Forestal de Castilla y León, José Ángel Arranz. Tal y como han explicado, este censo refleja el número mínimo seguro de ejemplares, ya que se realiza mediante la observación de las osas y no se suman aquellas en las que hay dudas de si ya se han contabilizado. Además, atribuye una osa a una comunidad autónoma en función del lugar en el que es vista por primera vez, aunque después se muevan de unas a otras. Así, es "posible y muy probable" que haya más osas de las contabilizadas, de modo que el estudio muestra datos indicativos del estado de la población y arroja "noticias buenas" para el conjunto de la Cordillera, que mantiene la tendencia al alza desde el año 2.000.

El director general de Biodiversidad de Cantabria ha detallado que en la comunidad autónoma se ha contabilizado una osa con tres crías, que habitualmente se encuentran en lugares "clásicos", como Liébana o Alto Campoo, aunque lo "más llamativo" es que se intuye la presencia de osos en el límite de la comunidad autónoma con la provincia de Burgos –es decir en la zona de Valderredible–, donde ha habido ataques a colmenas y huellas.

Los tres han asegurado que la población de osos se está recuperando y por tanto es necesario empezar a desarrollar gestiones para permitir la convivencia entre ellos y los humanos porque los ataques, daños y su presencia en los pueblos también son ahora "más comunes", aunque los daños a las ganaderías son "prácticamente anecdóticos", siendo más frecuentes los ataques a las colmenas, que se están evitando mediante la colocación de pastores eléctricos.

Contabilizadas 38 osas con 66 crías en la Cordillera Cantábrica en 2018
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