El proyecto de “Red de Huertos Sostenibles del Ayuntamiento de Santander” cuenta en su quinta edición con 116 huertos sociales que mañana celebran la “Fiesta de la Cosecha” como una jornada que sirve para disfrutar de los productos cultivados, y a la vez para realizar un día de convivencia, sociabilización y para promover los hábitos de vida saludables.
“La Red de Huertos Sociales Sostenibles reverdece la vida de la ciudad y se ha compartido ya en un potente motor de dinamización social. Así, durante todo el año los hortelanos santanderinos realizan salidas y visitas a lugares de interés, participan en cursos, talleres, encuentros, fiestas…”, ha explicado la concejala de Dinamización Social, Carmen Ruiz, quien ha recordado que se celebra un quinto cumpleaños muy fructífero, con los huertos de la Finca Altamira, El Alisal, Duque de Ahumada, Concepción Arenal y el Centro de Acogidas ‘Princesa Letizia’ a pleno rendimiento.
Esta fiesta no es la única, ya que en lo que va de año, se han celebrado numerosos cursos y talleres en el marco de estos huertos sostenibles. Como ejemplo, un taller de “Jardinería vertical” en los huertos de Altamira y el Alisal, en el que los asistentes aprendieron a plantar lechugas, acelgas, fresas, plantas aromáticas y otras muchas variedades vegetales, en columnas realizadas con botellas recicladas, latas, cajas de fruta o aprovechando los huecos de un inservible palet.
Incluso en la Semana Grande Santanderina los Hueros han tenido un gran protagonismo. Los hortelanos “han salido a la calle” para mostrar a vecinos y turistas su actividad agrícola realizando diferentes talleres sobre agricultura ecológica.
“Tan importante como la ecología y la conservación del medio ambiente, en los Huertos de nuestra ciudad es la convivencia, las relaciones de amistad, trabajo en equipo y cordialidad que se generan”, afirma Carmen Ruiz. Una de las últimas actividades, ejemplo de trabajo en equipo es la creación, hace pocos meses, del coro “La Alegría del Huerto” compuesto en su totalidad por los hortelanos miembros de esta Red.
Otro de los cursos que más éxito ha tenido en lo que va de año ha sido la reedición del ya famosos “Verde que te quiero verde”, un programa formativo, eminentemente práctico, que se desarrolla en los huertos de Duque de Ahumada, Concepción Arenal y la Finca Altamira, y en el que los participantes se inician en la agricultura ecológica aprendiendo desde la filosofía que inspiran los cultivos ecológicos que se practican en los huertos urbanos, hasta las generalidades acerca de las plantas, las particularidades de su cultivo, hasta algunos conceptos sobre la agricultura biodinámica. La eliminación de plagas y el tratamiento de las enfermedades que pueden afectar a las plantas, con remedios totalmente naturales, o la elaboración de compost, junto con el empleo de abonos verdes, son otros de los temas que se han tratado en el curso y que los participantes pudieron probar el terreno.
Igualmente, los usuarios cuentan con una interesante programación de talleres tan originales y llamativos como en el que aprenden a construir imaginativos espantapájaros.
La festividad de San Isidro Labrador es otra de las actividades preferidas de los hortelanos, como lo es el momento de recibir nuevas semillas y esquejes con los que enriquecer sus cultivos, o la fiesta de la cosecha en la que se elaboran y degustan los platos realizados con productos de los huertos.
Huertos sociales
La edil ha hecho especial mención al huerto ubicado en el Centro de Acogida “Princesa Letizia”, donde el Consistorio en colaboración con la Fundación Altadis, desarrolla un proyecto de lucha contra la exclusión social, la promoción de las personas con discapacidad, la formación para el empleo, así como la conservación del medio ambiente.
Recordó que los huertos urbanos sociales sostenibles son accesibles y permiten el trabajo de numerosas asociaciones como ASCASAM, Lupasco, la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria, AMICA, el Centro Hospitalario Padre Menni o la Asociación Síndrome de Down.
Condiciones para los usos de los huertos
La concejala de Dinamización Social insistió en que los hortelanos adjudicatarios deberán cultivar los huertos al menos durante un año y mantener su parcela en perfecto estado de limpieza y conservación, ya que si está abandonada durante más de 20 días sin justificación se trasladará a otra de las personas solicitantes que no haya accedido al uso del huerto y estén en lista de espera.
Los productos obtenidos no se podrán vender y únicamente se podrán destinar al autoconsumo o bien a la donación.
Para utilizar los huertos, los beneficiarios deberán pagar un precio simbólico, a modo de derechos de cesión, que no superará los 12 euros al año.
Todos los adjudicatarios son, tal y como se refleja en las bases del concurso, jubilados mayores de 60 años empadronados o residentes en Santander y aptos para desarrollar físicamente el trabajo en el huerto.
