La Villa de Noja se despertaba este domingo especialmente alegre. Después de que el día anterior el Rey Felipe IV haya concedido al pueblo el Privilegio de la Vara, que supone desprenderse del mandato de las Siete Villas y poder nombrar a sus propios vecinos como alcaldes para llevar las riendas del gobierno de Noja de forma autóctona.
Los ciudadanos han querido enseñar sus oficios, los trabajos hechos por ellos mismos, y todas han participado en las labores artesanas de la época. La zona de juegos y habilidad también ha permanecido al servicio de todos aquellos que querían demostrar su faceta más creativa.
Tras un fin de semana de celebración que será recordado para siempre en la historia del lugar, un coro de gaitas y tambores cierran la fiesta
A mediodía, los cómicos de La Odisea del Caballito han narrado una antigua historia, el viaje de Ulises contado de un modo muy singular, en el corral de Comedias.
A este espectáculo le ha seguido una exhibición de vuelo de aves, tras la que gaita sy tambores han sonado con melodías festivas que introducían la llegada de Los posaderos, una curiosa familia que ha contado cuentos e increíbles historias en La Plaza.
Tras retirarse a un buen manjar, la ya nombrada Villa abría sus puertas para recrear, una tarde más, la vida en la Noja de 1644. Tras un fin de semana de celebración que será recordado para siempre en la historia del lugar, un coro de gaitas y tambores cierran la fiesta.
