viernes. 19.04.2024

La flota cántabra ha iniciado este lunes, 20 de abril, la costera de la anchoa, con "fuertes" medidas de seguridad para protegerse frente al coronavirus, adoptadas especialmente "en tierra", esto es, en los puertos y en las lonjas, más que a bordo, porque "cada barco es una isla". Así lo ha expresado a Europa Press el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la Comunidad y patrón mayor de Santoña, Miguel Fernández, quien ha detallado que han salido a faenar bocarte todos los barcos de cerco de la localidad y el conjunto de la región, que suman más de 40.

Según ha explicado a esta agencia, de cara a la "atípica" campaña, marcada por el estado de alarma por el Covid-19, se han 'auto controlado' los cupos, fijando 6.000 kilos para los buques más grandes (con capacidad para doce hombres) y 4.400 kilos para los más pequeños (menos de doce pescadores). El objetivo de esta medida es "agilizar" la actividad en las lonjas, ya que por motivos de seguridad no pueden descargar "todos los barcos a la vez". En este sentido, y en relación con el nuevo virus, Fernández cree que "la peligrosidad está en tierra", en los puertos y en las lonjas, que es donde se han adoptado las medidas "fuertes".

Los pescadores cántabros confían en capturar bocarte este mismo lunes y subastarlo el martes en las lonjas

Pero también se han tomado en los barcos, para que cada uno sea "una isla". Entre las decisiones a bordo figuran guardar las medidas de distancia siempre que sea posible -hay situaciones en las que es "muy complicado" e incluso "inviable"- o no juntarse en las cocinas de los buques, por ejemplo. En cualquier caso, los pescadores cántabros confían en capturar bocarte este mismo lunes y subastarlo el martes en las lonjas, aunque no aspiran a alcanzar los resultados de la costera de 2019, que fue "excepcional" en términos de cantidad y calidad.

El representante del sector ha recordado que el año pasado se capturaron los 17 millones de cuota adjudicada a España y el precio llegó a alcanzar los 3 euros por kilo en la lonja. Cifras que, como reconoce Fernández, en sí resultan "muy complicado" de repetir en un año "normal", más en uno "atípico" como este 2020. "Si cubren gastos los barcos, van bien", comenta resignado, y recordando para finalizar que los pescadores aspiran a dar servicio, tanto a la población como a las conserveras, para que no paren su actividad.

La flota inicia una “atípica” campaña de la anchoa con fuertes medidas de seguridad “en...
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