Más de 200 personas apoyaron este viernes la campaña lanzada por varios vecinos de Camarreal bajo el lema ‘De Peñacastillo al centro sin transbordos ¡Ya!’. En una reunión celebrada en el Centro Cívico de Camarreal, cientos de personas mostraron su indignación por la remodelación de líneas y horarios que ha supuesto la puesta en marcha del Metro-TUS en la capital cántabra.
La principal reclamación de los vecinos de la zona se debe a que con el nuevo sistema no disponen de un autobús directo que llegue al centro de la ciudad. Anteriormente, la línea 3 salía de Ojaiz y llegaba al Sardinero pasando por las Universidades, pero con la entrada del Metro-TUS, el servicio se interrumpe en el intercambiador de Valdecilla, donde los usuarios deben hacer un transbordo.
Otra de las quejas viene provocada por los retrasos que se están produciendo con los nuevos horarios. Por ello, exigen que las líneas 3 y 13, que son aquellas que cubren la zona, vuelvan a su horario y trayecto original, y para ello dan un margen de tres semanas, hasta el 2 de marzo.
La implantación del Metro-TUS ha supuesto la remodelación de numerosas líneas del transporte urbano de Santander y desde su puesta en marcha, el 1 de febrero, las quejas de los usuarios han sido constantes.
Por este motivo, se ha creado una petición a través de la plataforma Change.org dirigida al Ayuntamiento de Santander, concretamente a la alcaldesa, Gema Igual, y al concejal de Movilidad, Ignacio Quirós, en la que solicitan la disminución del tiempo de espera “en las horas puntas de acceso y salida de la Universidad o de los trabajos”, además de la “mejora de las marquesinas, si ya existen, o la instalación de nuevas en aquellos sitios en los cuales, por alguna razón, no existen”.
“Nos encontramos mucha gente en las paradas, haciendo largas esperas debido al aumento de las frecuencias, coincidiendo con los peores días, climatológicamente hablando. Las estimaciones no funcionan correctamente ni en los móviles ni en las propias paradas, haciéndonos ir a ciegas y perdiendo mucho tiempo”, continúa la solicitud.
También critican que mientras los nuevos autobuses van vacíos, “los llenos son antiguos, algunos hasta con 14 años”, “y todo ello con un gasto de 7 millones de euros, para generar problemas que antes no existían”.
De esta manera lamentan que los vecinos “apenas han recibido información de los cambios, y cuando se ha acudido a algunos de los centros de información el trato ha sido detestable”. Así, consideran que, al menos, “una adaptación previa hubiera sido de gran utilidad y muy beneficiosa para quienes usamos diariamente el transporte público”.
