El sindicato Maysa ha denunciado este lunes las “presiones hacia la delegada” de su organización llevadas a cabo por supermercados Día, argumentando que con ello pretende “quitarnos nuestra afiliación y deshacerse de nosotros”. Según la secretaria general del sindicato, Sonia Argüelles, la empresa ha concedido reducciones de jornada de lunes a sábado de mañana “solo a los afiliados” de CCOO y FETICO.
En un comunicado, Argüelles recuerda que después de la Reforma de Ley, donde se aumenta de 8 a 12 años la conciliación, supermercados Día ganó una sentencia a su favor donde se reconoce la prórroga como un nuevo derecho.
“Desde entonces, hace valer esa sentencia y las trabajadoras que disfrutaban de una reducción de jornada por conciliación, a partir de que el menor cumple los 8 años empiezan a rotar hasta que cumplen los 12”, ha afirmado, recordando en este sentido que las presiones hacia su representante comenzaron “hace un año”.
Maysa llevó el caso ante el Juzgado de lo Social Nº3 de Santander, que falló “a favor de la trabajadora”, que reclamaba una prórroga de su reducción de jornada por el cuidado de un menor hasta cumplir los 12 años. Ante esta sentencia, Argüelles ha afirmado que “la empresa no discutía el derecho a la prórroga”, basándose en la reforma legislativa para “llevar a la trabajadora a realizar la turnicidad”.
Ante esto, el sindicato pidió, vía juzgado, “todos los horarios trimestrales, de toda Cantabria”, a supermercados Día. El resultado fue descubrir que, entre otras cosas, existen “encargadas que realizan su trabajo solo en horario de mañana, demostrando que trabajadoras que habían solicitado la reducción después de la reforma disfrutaban horarios sólo de mañana e incluso trabajadoras que con anterioridad habían disfrutado de su reducción trabajando mañana y tarde, ahora trabajaban sólo de mañana”.
En la sentencia, el juez señala que "sea como fuere, el hecho de que varias trabajadoras ya disfruten de una reducción de jornada, lo que presuntamente impediría su acceso a la reducción de jornada y por tanto, a la conciliación de la vida familiar y laboral, no puede perjudicar a la actora”, pues en caso de ser así “de alguna manera, se estaría haciendo de peor condición a la demandante frente a sus compañeras, tan sólo por el dudoso razonamiento de que las compañeras ya disfrutarían de su conciliación de la vida familiar y laboral”.
“En algún sentido, la empresa lo que defiende es que como las compañeras ‘llegaron primero’ serían de mejor condición que la demandante, argumento que no es posible compartir, ni sostener. Conlleva una discriminación en toda regla”, explica el texto.
