viernes. 19.04.2024
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

“Que una mujer haga el mismo trabajo que un hombre y cobre menos no se puede consentir”

Cuatro trabajadoras de Cantabria de diferentes profesiones y edades analizan el papel de la mujer en la sociedad y cómo este ha evolucionado a lo largo de las décadas, los derechos conquistados y el largo camino que todavía queda por recorrer en materia de igualdad social y laboral.

Este jueves las profesionales de eldiariocantabria y Nuestro Cantábrico se suman a la huelga feminista.

A escasas veinticuatro horas de la huelga feminista del 8 de marzo, las mujeres de Cantabria rompen su silencio. La periodista Coral González (29 años) junto a Pilar Peredo (62), empleada de limpieza, en compañía de la empresaria y emprendedora Yolanda Celis (55) y la joven auxiliar de enfermería Azahara León (24) analizan la perspectiva de futuro del empleo femenino y su evolución a lo largo de los últimos años. Diversos perfiles profesionales intercambian impresiones acerca de la realidad laboral. “Hoy en día, conseguir un trabajo es más complicado. Ves a gente con una preparación excelente que está en paro y los salarios… Que una mujer haga el mismo trabajo que un hombre y cobre menos no se puede consentir”, asegura Pilar Peredo. “Una de las barreras es el techo de cristal. Parece que las mujeres sólo podemos llegar hasta un punto”, comenta Coral González. La empresaria Yolanda Celis cree firmemente en el emprendimiento “Crear mi negocio fue decisión. Tirar para adelante. Tener ganas”, declara la emprendedora.

Las cuatro trabajadoras sostienen que, conforme pasan los años, la población ha adquirido mayor capacitación

Las cuatro trabajadoras sostienen que, conforme pasan los años, la población ha adquirido mayor capacitación. Sin embargo, coinciden en que encontrar un empleo actualmente resulta más difícil. “Ahora parece que si te llega una oportunidad de trabajo no la puedes soltar ni loca”, afirma Coral González. La auxiliar de enfermería Azahara León comparte su opinión. “Cuesta mucho encontrar un primer empleo. Si no cojo este trabajo igual luego no tengo otra oportunidad”, explica. La empresaria Yolanda Celis recuerda sus comienzos y el planteamiento de la jornada laboral que existía en su juventud. “Empecé con el negocio con 25 años. Mi niño era pequeño y trabajábamos todos los días. No se cerraba ninguno. No había ocio”, confiesa la emprendedora.

La precariedad laboral, el complejo acceso femenino a los puestos directivos en las empresas y las dificultades de conciliación de la vida familiar con el empleo continúan pasando una mayor factura a las féminas. “Al tiempo que se recortan derechos para todos vemos que hay más mujeres que deben dejar sus trabajos para atender a sus hijos porque los sueldos no dan para pagar a alguien que cuide al crío”, evidencia la periodista. “El ochenta por ciento de las mujeres que están en paro, no cobran prestación ninguna porque tenían contratos peores que sus compañeros varones”, expone Coral González. “Sacarte una carrera o un grado y luego no encontrar un trabajo debe ser muy frustrante”, comenta Azahara León.

“Hace años era la mujer quien cuidaba a los padres, al abuelo… Hoy, por suerte, ese rol ya no existe”, reflexiona Pilar Peredo

El empleo cualificado puede constituir una carrera de obstáculos. “Como periodista, he sido una mujer en paro y sin prestación, sin mucha perspectiva de futuro hasta que me surgió una oportunidad. “A pesar de todo, me siento muy afortunada por llevar trabajando en periodismo desde muy joven”, manifiesta Coral González. Pilar Peredo aporta una nota de optimismo y anima a las mujeres jóvenes a no rendirse: “El trabajo ahora está mal pero todo es querer conseguirlo. Si no puedes trabajar pues te vas formando para conseguir nuevas posibilidades”.

Un momento del encuentro entre Azahara León, Pilar Peredo, Coral González y Yolanda Celis. Foto: edc

Todas constatan que los roles masculino y femenino han sufrido una apertura más allá de los estereotipos marcados del ayer. Por otro lado, algunos empleos parecen destinados especialmente a mujeres. “Yo trabajo en una residencia y la mayoría de los trabajadores son mujeres. Es un módulo que, no sé si por vergüenza o por qué, siempre lo cursa el colectivo femenino. Nunca lo realizan hombres”, argumenta Azahara León. “Hace años era la mujer quien cuidaba a los padres, al abuelo… Hoy, por suerte, ese rol ya no existe”, reflexiona Pilar Peredo. La empresaria Yolanda Celis considera que las féminas poseen una cierta destreza para la atención a mayores y pequeños que les predispone a desempeñar esta labor concreta. “Nosotras desarrollamos más esa sensibilidad a la hora de tratar a la gente mayor y a los niños… De todas formas, esas figuras se han mantenido durante muchos años”.

“El control es excesivo y supone un retroceso”, manifiesta Azahara León

En la década de los ochenta, la violencia doméstica no había adquirido aún la relevancia mediática actual. Hoy en día, la concienciación social ha crecido exponencialmente. Sin embargo, desde el año 2003 más de novecientas mujeres fueron asesinadas por sus parejas o por hombres con los que habían mantenido una relación afectiva. Ese dato evidencia que aún queda mucho camino por recorrer en materia de Igualdad. “El problema de la violencia de género es terrible. Vemos casos de mujeres de toda condición, chicas muy jóvenes, en toda España. Aparecen continuamente en la prensa”, constata Coral González con preocupación. Pilar Peredo ahonda en una experiencia familiar que vivió: “Era evidente lo que ocurría. Yo intentaba ayudarla pero ella se sentía la culpable de todo sin serlo”.

La irrupción de las nuevas tecnologías quizá haya incrementado las aptitudes de vigilancia recíproca de las parejas más jóvenes. “El control es excesivo y supone un retroceso”, manifiesta Azahara León. “La localización constante ha cambiado mucho la vida. Ese continuo… ¿Dónde estás o qué haces?”, confirma Coral González. Por su parte, Yolanda Celis aclara que las mujeres no deben permitir esas conductas: “Es importante que ellas pongan límites”.

A pesar de los avances, tanto la sociedad cántabra como la española tienen aún algunas asignaturas pendientes. Este 8 de marzo muchas mujeres de la región secundarán la huelga en la fecha en que se celebra el Día de la Mujer Trabajadora para reivindicar que se camine hacia la IGUALDAD que todas las féminas en justicia merecen.

“Que una mujer haga el mismo trabajo que un hombre y cobre menos no se puede consentir”
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