La parlamentaria de Podemos Cantabria Verónica Ordóñez ha atribuido a una “decisión” del presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, la “decisión unilateral” de la Consejería de Medio Rural del Gobierno de Cantabria de dar marcha atrás en su proyecto de Plan de Gestión del Lobo –que fue consensuado en la Mesa del Lobo y ha llegado a ser sometido a información pública– con el objetivo de mantener al lobo como especie cinegética, es decir para seguir permitiendo a los cazadores matar lobos.
“Señores diputados, no intenten encontrar razones técnicas a la decisión unilateral de dar marcha atrás en el acuerdo de la Mesa del Lobo, porque no las hay”, ha insistido Ordóñez durante la defensa de la proposición no de ley para “mantener el Plan de Gestión del Lobo acordado en la Mesa del Lobo” que Podemos ha presentado en el Pleno del Parlamento celebrado este lunes. La parlamentaria ha recordado que aquel acuerdo para que el lobo dejara de ser especie cinegética lo apoyaron “ganaderos, ecologistas y cazadores” –lo apoyaron todos los colectivos de ganaderos, ecologistas y cazadores representados en la Mesa del Lobo excepto la Asociación de Ganaderos de Liébana– y “cuatro de los cinco grupos” parlamentarios –PRC, PSOE, Podemos y Ciudadanos, es decir todos excepto el PP–, pero el Gobierno de Cantabria lo ha “sacrificado” ahora para “comprar un poco de paz social”.
“Revilla y el PP comparten que Cantabria está plagada de lobos sanguinarios que son una plaga a exterminar”
Ordóñez se ha preguntado si esa decisión de sacrificar el acuerdo de la Mesa del Lobo ha sido tomada “realmente” por el consejero de Medio Rural, Jesús Oria, o si éste –que no ha asistido al Pleno de este lunes– está “aguantando el chaparrón provocado por una decisión caciquil de su jefe”. Y es que la parlamentaria de Podemos ha insistido en que no existen razones “técnicas” para “cargarse un plan que ya casi estaba aprobado”, algo que ha achacado a la visión “retrógrada y pusilánime” de un “político antiguo que sale en televisión y se permite llamar al lobo animal sanguinario y calificarlo como plaga, como si siguiéramos en los ochenta”. Así, Ordóñez ha destacado que Revilla y el PP comparten la “cosmovisión” de que “Cantabria está plagada de lobos sanguinarios que son una plaga a exterminar”, y ha asegurado que los “únicos animales sanguinarios” que ella conoce “tienen dos patas” y “son de los que muerden y chupan hasta dejarnos secos… los bolsillos”.
En este sentido, la parlamentaria de Podemos ha recordado que el pasado 11 de abril, “ocho días antes del repentino cambio de rumbo con el lobo”, Revilla vivió en la localidad cabuérniga de Ruente una “situación muy tensa con un grupo de ganaderos” y que “tan solo dos días después rodó la primera cabeza”: la del jefe del Servicio de Sanidad y Bienestar Animal de la Consejería de Medio Rural, Francisco Fernández. La “amenaza” de un grupo de ganaderos de “hacer una visita” a Santo Toribio de Liébana el día de la inauguración del Año Jubilar Lebaniego habría hecho el resto para que el Gobierno de Cantabria haya acabado sucumbiendo a las presiones y Oria haya “dinamitado un acuerdo que él mismo calificó de histórico” y lo hiciera “sin ser capaz de dar una sola razón para ello”, porque “por supuesto que hay que pagar los daños del lobo y hacerlo de manera ágil, rápida y generosa, pero ¿qué tiene eso que ver con que el lobo sea especie cinegética?”, se ha preguntado Ordóñez. “Nada”, ha enfatizado.
Como el propio Gobierno de Cantabria con el acuerdo de la Mesa del Lobo, PRC, PSOE y Ciudadanos también han dado marcha atrás y junto al PP han votado en contra de la proposición no de ley de Podemos, dejando sola a la formación morada en su defensa del acuerdo de la Mesa del Lobo que en su día apoyaron todos los colectivos ganaderos, ecologistas y cazadores excepto la Asociación de Ganaderos de Liébana y todos los partidos con representación parlamentaria excepto el PP.
La parlamentaria de Podemos ha manifestado que aunque probablemente no sea el “principal culpable”, Oria es el “responsable” de lo que ha calificado de “desaguisado” y ha pedido su “dimisión” por haber “traicionado” y “vendido” a los colectivos de la Mesa del Lobo.
