El pasado 15 de febrero la organización del festival Santander Music 2018, que cumple en esta edición su décimo aniversario, anunciaba su cartel de los conciertos que se celebrarán en la Campa de La Magdalena los días 2, 3 y 4 de agosto. Un anuncio que se ha adelantado a la licitación que el Ayuntamiento de Santander va a realizar en los próximos días para suscribir los contratos de los dos eventos veraniegos que año tras año se celebran en este espacio, lo que ha levantado sospechas respecto a dicha adjudicación.
El mismo día el propio Ayuntamiento, a través de la concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, lanzaba un comunicado en el que no se responsabilizaba “de los carteles que se puedan estar promocionando para esas fechas en dicho espacio”, explicando que se sacarán a concurso dos contratos, uno para la infraestructura y los servicios técnicos, con una duración de dos años y un presupuesto de 193.600 euros, y otro para la organización de los festivales, que estará dividido en dos lotes: uno para los conciertos de la Semana Grande (Santander Música en Grande) y otro para “un festival musical en la primera semana del mes de agosto”, que hasta ahora siempre ha sido Santander Music.
El hecho de que ya se conozcan los artistas de este último festival, y de que se puedan incluso sacar las entradas a través de la página web, ha provocado cierta incomodidad en el sector o, al menos, cierta incomprensión ante lo ocurrido. “Habitual no es”, ha señalado Toni de la Fuente, promotor de De La Fuente Producciones Artísticas. En declaraciones a este diario, ha valorado como una decisión “muy osada” por parte de los organizadores del Santander Music el hecho de que ya se hayan puesto a la venta las entradas sin ni siquiera haber obtenido la licitación.
A pesar de no tener todavía asignada la adjudicación de los contratos, los dos festivales, que se han venido celebrando y organizando por los mismos promotores, ya cuentan con patrocinadores
En este sentido, ha reconocido que el anuncio procede de “alguien que habitualmente lo hacía”, y dado que “el Ayuntamiento ya ha salido a cortar eso”, ha valorado la posibilidad de que sea una forma de “presión al ayuntamiento” o un “globo sonda”. En cualquier caso, si finalmente no fueran los adjudicatarios y tuviera que trasladar el festival a otro espacio, “no habría sobrecoste”.
Respecto a los contratos, De la Fuente ha matizado que “este año ha cambiado” el sistema al existir dos pliegos. Mientras que el de la producción saldrá en breve, el del cartel de artistas tardará algo más, y a ese “hay empresas de fuera” que se van a presentar con “carteles bastante fuertes”.
A las sospechas que ha levantado lo ocurrido con este festival se suma otro hecho. Los cantantes Pablo Alborán y Alejandro Fernández han anunciado que sus respectivas giras recalarán en Santander. Las fechas son 23 y 24 de julio respectivamente. Dos días seguidos que, además, se enmarcan dentro de las fechas del festival Santander Música en Grande (del 20 al 24 de julio), que este año también cumple su décimo aniversario. Ninguno de ellos ha publicado todavía dónde actuará, pero la noticia ya ha generado expectación en las redes sociales, donde muchos fans ya apuntan la posibilidad de que sea en el marco del mencionado festival.
Lo ocurrido este año con este festival no es “nada nuevo” para Vicente de la Fuente, promotor de Vicente Producciones. A su juicio, “hay una persona que lo está haciendo y a la que dan preferencia”, aunque ha reconocido que “las razones no las sé”. “Puede ser que porque lo está haciendo bien, pero otros también podríamos”, ha valorado. En su opinión, lo ocurrido va en la línea de lo que “pasa un poco con todas las adjudicaciones”.
Ambos festivales, a pesar de no tener todavía asignada la adjudicación de los contratos, los dos festivales que durante los últimos 10 años se han venido celebrando y organizando por los mismos promotores ya cuentan con patrocinadores.
Precisamente el promotor de los conciertos de la Semana Grande es Guillermo Vega, cuya empresa Mouro Producciones lleva organizando el evento desde 2007, primero encargada a dedo por el entonces alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y desde 2015 mediante una convocatoria pública en la que resultó elegido. Dicha concesión se encuentra actualmente prorrogada desde 2016, e implica entregar a Mouro Producciones 100.000 euros de dinero público anualmente como “aportación compensatoria” para “posibilitar el carácter social de estos conciertos”.
Vega es también el empresario que adquirió el local en el que se ubicaba antiguamente el pub ‘Masters’, y cuyas obras habrían provocado el derrumbe parcial del edificio de la calle de Sol, que dejó sin vivienda a 27 personas y para el que el Ayuntamiento tramitó las licencias de obra (primero dos de obra menor y luego otra de obra mayor) en un tiempo mucho más reducido de lo que habitualmente hace.
