sábado. 20.04.2024

El Racing de Santander tenía que enmendar la mala imagen que ofreció la pasada jornada en Lezama, cuando cayó derrotado por 3 a 0. El partido de este domingo se presentaba fácil a priori para los santanderinos, que se enfrentaron en El Sardinero al Vitoria, situado solamente tres puntos por encima de los puestos de descenso.

Carlos Pouso planteó un cambio en la formación del once inicial, apostando por un 4-3-3 en el que Granero entró como central (dejando a Gándara en el banquillo). También volvieron a la titularidad Antonio Tomás, tras su sanción, y Aquino, que volvió tras la lesión por la que no pudo viajar a Bilbao. El murciano ocupó la delantera junto a Héber y Borja Lázaro.

Durante la primera parte los verdiblancos mostraron una superioridad respecto a sus rivales, si bien tuvieron varias imprecisiones en defensa que pudieron ocasionar situaciones de peligro.

Antonio Tomás tuvo que ser sustituido en el 26 por Miguel Gándara, que ocupó su posición de central desplazando a Borja Granero al centro del campo.

Las aproximaciones racinguistas al área rival se fueron sucediendo hasta que Borja Lázaro adelantó al equipo cántabro en el marcador en el minuto 29 tras un tremendo disparo lejano que sorprendió por alto a Cebriá.

Un minuto antes del descanso, Dani Aquino hacía el 2-0, aprovechando el rechace del portero del conjunto vasco tras el disparo de Borja Granero desde la frontal.

Incrementó la diferencia en el marcador nada más salir del descanso el equipo racinguista. Borja Lázaro consiguió el tercero tras una falta medida que colgó Dani Aquino para que el delantero rematase en boca de gol e hiciese el segundo en su cuenta particular.

Aquino también pudo marcar su segundo tanto de no haber fallado el penalti que el colegiado pitó cinco minutos después. Cebriá adivinó las intenciones del murciano y consiguió mantener el resultado por un tiempo, pues en el 72 Borja Lázaro firmaría su primer hat-trick como racinguista tras una gran jugada de Dani Aquino, que cedió para que Borja rematase a placer y redondease su tarde goleadora en El Sardinero.

A partir de ese momento, los santanderinos dejaron de presionar y el partido fue bajando en intensidad, llegando a ser un poco soporífero por momentos. Únicamente el tanto de consuelo de los vitorianos a diez minutos del pitido final consiguió despertar al públicodel letargo.

Victoria que sirve para elevar la moral de jugadores y afición, y que mantiene al Racing en tercera posición de la clasificación y a dos puntos del Mirandés, que empató este domingo a cero ante el Amorebieta.

Victoria que sirve como revulsivo