jueves. 28.03.2024

La calvicie es una de las grandes preocupaciones de los hombres en todo el mundo a partir de los 25 años. No en vano, su predisposición a la pérdida de cabello a partir de este momento crece de manera exponencial. Y, con ella, los problemas de autoestima y la urgente necesidad de intervenir para recuperar o mejorar la apariencia de juventud. Porque es un hecho: aunque un hombre calvo puede resultar más interesante y seguro de sí mismo, también parece más mayor de lo que realmente indica su DNI. 

Han sido muchas las soluciones que se han planteado en las últimas décadas para poner fin a la alopecia masculina. Pero, sin lugar a dudas, las intervenciones de trasplante de cabello se han convertido en la estrella de todo el catálogo disponible. Sobre todo, por sus visibles resultados. Y, en esto, Turquía tiene mucho que decir y ofrecer. Muchos centros médicos de Estambul, como es el caso de Clinicana, se han especializado en este tipo de operaciones y ponen a disposición de sus pacientes un equipo de profesionales certificados para recuperar la densidad del cuero cabelludo.

CONEXIÓN TURQUÍA: LA BÚSQUEDA CÁNTABRA DEL PELO PERDIDO 

Turquía y, más concretamente, Estambul se han convertido en los últimos años en la meca de los calvos del mundo, España incluida. La apuesta del Gobierno turco por este tipo de intervenciones médicas ha permitido una especialización y una calidad de los tratamientos con los que no es tan fácil competir. Aunque, como en todo, hecha la ley hecha la trampa. También abundan los centros no certificados que, con la excusa del precio, engañan a los pacientes y les provocan serios problemas de salud. 

Para evitar riesgos en las operaciones de trasplante de pelo y acertar plenamente con la conexión Turquía-Cantabria, el primer paso es buscar las clínicas oficialmente reconocidas y certificadas. No son intervenciones sencillas, más bien todo lo contrario, y no pueden dejarse en manos de cualquiera. Un injerto capilar de calidad y con garantías requiere un trabajo exhaustivo realizado por un completo equipo de profesionales médicos. Solo los que han sido especialmente formados para ello puede garantizar el éxito de la operación y, más importante, la seguridad de la salud del paciente. 

Por esta razón, es el cirujano plástico o el dermatólogo responsable de realizar la operación el que estudia el caso con el paciente. Todos aquellos cántabros que han viajado a Estambul a someterse a un injerto de pelo han tenido su primera toma de contacto con la clínica desde casa, a través de una consulta online gratuita. En ese preciso momento, a través de fotografías o videos, los médicos de los centros reconocidos por el Ministerio de Sanidad turco ya determinan si es viable o no la operación.

A partir de ese momento, si el paciente ha recibido luz verde para el trasplante de pelo, comienza el viaje hacia la recuperación de la densidad capilar. ¿El precio? Un viaje a Turquía, una estancia de unos cinco días – uno antes de la intervención, el del injerto y un par de ellos de posoperatorio para recuperar, volver al centro para revisión y conseguir el alta médica – y una media de 3000 folículos trasplantados a un precio mucho más competitivo que los ofrecidos en España. 

¿ES LA CALVICIE UN PROBLEMA PREOCUPANTE PARA LOS CÁNTABROS?

Cada vez son más los estudios que señalan a la mala alimentación, el tabaquismo y otros hábitos de vida poco saludables (además de los factores genéticos) como las principales causas desencadenantes de la pérdida de pelo en varones sanos. Sin embargo, no se puede decir lo mismo en cuanto a estudios demográficos. 

La única aproximación que podríamos tomar como referencia es la de un estudio realizado por la empresa japonesa de pelucas Aderans en 2011, y del que se hizo eco TripAdvisor en una infografía. Según el análisis – sin ningún tipo de rigor científico – España ocupa los primeros puestos en la lista de países con mayor número de calvos del mundo, solo por detrás de la República Checa.

Por extrapolación, tampoco hay una estimación oficial sobre el porcentaje de cántabros que sufren alopecia. Ni se conoce con exactitud cuántos de ellos viajan a Turquía para hacerse un injerto de pelo. Lo que sí es una realidad es que los que no se sienten cómodos con la calvicie, eligen las operaciones de trasplante capilar en Estambul como la primera de sus soluciones. La excelente relación calidad-precio, la garantía de resultados y, sobre todo, el hecho de poder contar con profesionales cualificados y certificados son las razones a favor de la decisión final. Y, ahora, cada vez más cántabros pueden decir eso de “nadie me toma el pelo”.  

Cántabros a los que nadie les toma el pelo
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