El espacio cultural santanderino Los Arenales abre hoy jueves, en su sala Piti Cantalapiedra, una exposición sobre el actor y recitador cántabro Pío Muriedas, para conmemorar su primer recital poético, celebrado en el teatro de Maliaño en 1919. La exposición, que ha sido comisariada por Manuel Fernández Gochi –hijo de Pío Muriedas–, exhibe una selección de la vasta obra de Muriedas y aporta testimonios notables de algunos de sus coetáneos, como los pintores Ibarrola, Enrique Gran, Antonio Sedano o Fernando G. Valdeón o escritores de la relevancia de Vicente Aleixandre, Miguel Ángel Asturias y Camilo José Cela, galardonados todos ellos con el Premio Nobel. A ellos se unen textos firmados por personalidades tan relevantes como Federico García Lorca, Dámaso Alonso o Gerardo Diego, todos ellos vinculados a la polifacética trayectoria de Muriedas. Destaca también una colección de retratos de Muriedas, realizados por autores como Antonio Quirós, Pancho Cossío, Pedro Sobrado, Jorge Oteiza y Antonio Sedano, entre otros.
Uno de los objetivos de la exposición es acercar a los más jóvenes la figura de Pío Muriedas
En la presentación de la muestra en rueda de prensa, la directora general de Cultura, Eva Ranea, ha resaltado hoy que uno de los objetivos de la exposición es acercar a los más jóvenes la figura de Pío Muriedas, considerado el "principal recitador" de poesía clásica que ha tenido España en el siglo XX. Ranea ha destacado que Muriedas fue un "hombre polifacético" fundamental en el panorama cultural de Cantabria, y esta muestra propone al visitante un recorrido por su "singular" vida y obra "y nos ofrece un dibujo de la dimensión creativa de Pío Muriedas". Por su parte, el comisario ha destacado la "estrecha relación" de Pío Muriedas con la intelectualidad de la época, tal y como se refleja en las piezas que se exhiben en la muestra, que se ha inaugurado a las 19:00 horas esta tarde y permanecerá abierta hasta el próximo 27 de junio.
El acto y recitador Pío Muriedas (Santander, 1903-Santander, 1992) ofreció su primera actuación en el Teatro Calderón de Valladolid con La noche del sábado, de Jacinto Benavente en 1921. Su carrera se interrumpió con el comienzo de la guerra civil, en 1936, y a partir de entonces se incorporó al grupo de artistas e intelectuales que colaboraron con el ejército republicano para llevar la poesía revolucionaria a los frentes, recitando poemas de García Lorca, Alberti, Miguel Hernández, León Felipe y José Bergamín, entre otros. Con este cometido intervino en los frentes de Reinosa, Lemona, Zaragoza y Barcelona. Presidió la Unión de Escritores y Artistas Revolucionarios al servicio de la República. Exiliado a Francia, donde fue confinado en un campo de concentración, a su regreso a España fue condenado a muerte, condena posteriormente conmutada por pena de prisión. En 1942 conoció en Bilbao a la que sería su mujer, María Luisa Gochi. Entre 1946 y 1958 dio comienzo a más de 700 recitales de poesía, contribuyendo a divulgar diferentes generaciones y escuelas poéticas. Escribió Versos a mi amor (1976), Poemas a María Luisa Gochi (1980), Aquí queda esto (1981) y Recuerdos de mis Pasos perdidos (varias entregas en Alerta en 1986). El 30 de enero de 1982 el Ayuntamiento de Santander le dedicó una de las farolas con base de piedra en la Plaza de Numancia, donde se inscribió la frase: "Oh voz de las voces sobre el haz de España".
