miércoles. 24.04.2024

La poesía llegó a su vida por “casualidad” y desde entonces se ha convertido en su fiel acompañante. El poeta independiente Nacho Corrales ha ido avanzando en el camino literario poco a poco, con una carrera incipiente que da pasos constantes a golpe de versos. El año pasado publicó su primer libro “Ser el instante sobre el huracán” con la editorial Ringo Rango, una empresa de autoedición. A través de este lenguaje universal y con él como nexo de unión, ha colaborado también con otros escritores y poetas en distintos proyectos solidarios, asociaciones y ONGs. 

¿Cómo empezó en la poesía?

Fue por una casualidad causal al encontrarme a un poeta en la línea de cercanías de Barcelona. Dos años más tarde decidí contactar con él. Algo me había despertado. Le envié una serie de ejemplos de lo que había estado escribiendo y me dijo que continuara. A raíz de eso me agregué a unos grupos de Facebook de poesía, lo que desembocó en que me pusiera en contacto con Radio Acrópolis, y de ahí estuve en contacto con diferentes poetas y escritores, no solo de España sino también del resto del mundo. Estaba pensando en publicar un libro, no tenía todavía una editorial, y justamente el día de San Jordi deambulando por las ramblas tropecé con la persona que me puso en contacto con mi editora, con la editora de Ringo Rango. Todo eso derivó justo el año pasado en el libro “Ser el instante sobre el huracán”.

¿En qué se inspira a la hora de hacer poesía?

Me inspiro en varias cosas, en experiencias propias, en cosas de personas que conozco, en cosas que he observado y en esos instantes que tiene uno en el que surgen muchas chispas, reflexiones que aparecen a lo largo del día y de la noche. También decidí, por otra parte, escribir no solo en castellano sino también en otros idiomas. Yo nací en Tarragona, y planteé la idea de que llegara también al público catalán. Aprovechando esa concesión también me decidí a escribir en otros idiomas como en inglés o incluso en italiano.

Los autores se tienen que salir un poco de la norma, esa norma no escrita

¿Qué busca con sus poemas?

Primero no quiero que tenga un solo significado, sino que cada uno busque el significado para sí mismo. Veo cada línea como si fuera un personaje, y cada uno decidirá qué personaje le gusta más y qué personaje le gusta menos. Lo que busco es que eso genere algo en la otra persona, que haga algo, por ejemplo gente que no se atreva a escribir que se atreva a hacerlo, que no tenga miedo a la hoja en blanco, o que aquellas personas que tienen algunos asuntos pendientes a decir respecto a sus familiares o amigos, que lo hagan. No busco nada directamente, sino que salga a cada uno de uno mismo.

Por otra parte, tuve la oportunidad de colaborar con otros poetas dentro de la editorial Ringo Rango, cuyos beneficios iban destinados a la Asociación de Mujer “María de Padilla” en contra de la violencia de género. Y allí expresamos esa rabia contenida de muchas víctimas. A través de la poesía se expresa ese grito, esa emoción. Dar voz a las personas que no se atreven a expresarse, el decirles tenéis voz, id hacia delante. No nos podemos callar. En este sentido los autores se tienen que salir un poco de la norma, esa norma no escrita, porque en el fondo se trata de hacer llegar al lector directamente el mensaje.

En cada libro, sea de la materia que sea, cada escritor deja un mensaje oculto

¿Cómo cree que se puede enganchar al público joven a la literatura y en concreto a la poesía?

Pienso que hay mucha simbiosis entre la poesía y la literatura japonesa con el argumento de un videojuego o serie. De hecho los mangas son algunas de las lecturas más leídas y eso se traspasa a la pantalla. Si un videojuego no tiene un buen guión, no está bien construido. Evidentemente sí que es verdad que el apoyo visual es fundamental  pero si no tiene un buen apoyo argumentativo, de nada sirve. Yo también he sido usuario de videoconsolas, y pienso que igual que un programador deja una clave secreta o algo que después los jugadores desean buscar, en cada libro, sea de la materia que sea, cada escritor deja un mensaje oculto. Eso es lo que falta, el decirles: muy bien ahora en mi libro habéis accedido a comenzar una aventura y solo de vosotros depende, vosotros sois los que lleváis el timón, no sabéis lo que os vais a encontrar. Que a través del libro vayan descubriendo su propia aventura. Es hacer entender a los lectores que hay un mensaje oculto, y que se atrevan a descubrirlo. Se pueden cambiar algunos pequeños aspectos sin cambiar la semilla.

¿Cómo ve el mundo literario? ¿Puede un poeta vivir de la poesía hoy en día?
Un poeta además de poeta tiene que atreverse a escribir otro tipo de escritos. Desgraciadamente y a día de hoy no se puede vivir de la poesía. Muchos de nosotros necesitamos recibir ingresos de cualquier otro modo, pero lo que sí hay que hacer es continuar, no dejarse llevar por los comentarios. Obviamente recibimos muchos comentarios, muchas críticas, pero eso también ayuda a crecer. En ese sentido hay que atreverse a nuevos escritos, ahora mismo estoy escribiendo una novela. También hay algo de poesía en una novela. Al fin y al cabo todo es literatura. 

¿Existe la banalización en la cultura?

No creo que la cultura se haya banalizado, yo cuando era pequeño la primera vez que me quedé enganchado a la literatura fue leyendo Manolito gafotas de Elvira Lindo, fue algo que me impactó, cómo un niño estaba contando en primera persona lo que le estaba sucediendo en el colegio, aunque ya sabía que quien lo escribía era una persona adulta. Pero eso que parecía tan inocente, tan poca cosa, después acabó siendo literatura sugerida para los estudiantes de primaria. No todo es banal, ni todo es 100% seguro. Todo depende también de las corrientes filosóficas del momento, de las modas y evidentemente también del sentido común.

¿Próximos proyectos?

Actualmente estoy trabajando con otros autores y escritores de diferentes disciplinas en un libro solidario cuyos fondos se van a recaudar para el alzheimer, a la fundación catalana de alzheimer, de los mismos impulsores que en su momento lo hicieron por la pobreza infantil para la fundación Pere Tarrés, con el libro '39 saltos en el charco'. El año que viene si todo va bien saldrá publicado. También estoy trabajando en otros proyectos, con otros escritores, con alguno de ellos haciendo una especie de novela desde el punto de vista hombre-mujer.
 

“Hay que atreverse a expresar ese grito, esa emoción. No nos podemos callar”
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