El Palacete del Embarcadero de Santander acoge a partir de este jueves y hasta el próximo 10 de junio, la exposición ‘Tierra nativa. José Villalobos y Luis Zárate’, organizada por la Autoridad Portuaria de Santander y comisariada por Mónica Álvarez Careaga.
Las obras que integran la exposición proceden de una colección particular y muestran la importancia del dibujo y la obra sobre papel en la creación de dos artistas mexicanos internacionalmente reconocidos: José Villalobos (1950) y Luis Zárate (1951), que rinden un constante homenaje a su tierra nativa, el estado de Oaxaca, ha informado la APS en nota de prensa.
Los pintores José Villalobos (1950) y Luis Zárate (1951) pertenecen a una generación artística particularmente interesante en la historia del arte oaxaqueño donde confluyen artistas autodidactas con otros formados en Europa o en la capital mexicana, en la que destacan, además, Rodolfo Morales (1925 - 2001), Francisco Toledo (1940), Juan Alcázar (1955 - 2013) Rubén Leyva (1953) y Sergio Hernández (1957).
La mayoría de ellos regresaron a Oaxaca compartiendo un sentido muy fuerte de arraigo y una actitud cívica y participativa que recuerda la institución del tequio, una expresión de la solidaridad comunitaria que da continuidad a antiguos usos indígenas.
Este fuerte compromiso de los artistas con la sociedad ha contribuido en fechas recientes a la creación de notables instituciones artísticas y ciudadanas, como el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca o el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, para el que Luis Zárate creó los dibujos preparatorios, que forman parte de esta exposición.
La identidad oaxaqueña, manifestada en una extraordinaria riqueza patrimonial, en las numerosas culturas indígenas vivas -la mixteca y la zapoteca entre ellas-, en la sorprendente biodiversidad del territorio y en su artesanía y gastronomía idiosincrásicas, caracteriza un sustrato cultural que los propios artistas plásticos reconocen en un proceso de asimilación y renovación constantes.
En su obra, José Villalobos nos retrae a lo primigenio, a los elementos básicos de la naturaleza. Una abstracción plástica y sensorial que parece reflejar la tierra, el agua, el viento y las formas orgánicas (hojas, troncos, piedras) de su tierra natal, a través de tonos terrosos y colores propios de la cultura primitiva mexicana.
Los tonos cálidos dialogan con los fríos y la composición establece una tensión dinámica a través de la interacción de las formas, movimientos y texturas. Este juego de relaciones sutiles de tonalidades y formas aparentemente sólidas parece ir desvaneciéndose gradualmente.
Por su parte, Luis Zárate navega entre las formas figurativas cercanas a un cierto realismo, a veces casi expresionista, y otras mucho más tendentes a la abstracción. Cuando se trata de figuración, ésta no tiene ningún ápice de narración sino que se muestra como una manifestación puramente expresiva y psicológica.
Zárate desata un amplio imaginario a través de distintas propuestas de materia y color con las que forja una iconografía propia en donde viven sus calaveras, mariposas, chapolines, caballos y armadillos, acompañados de la vegetación nativa de Oaxaca, el nopal y la lacandonia.
La exposición del Palacete del Embarcadero de Santander se acompaña de un catálogo impreso que recoge las numerosas técnicas dibujísticas, como gouache, grafito, tinta china y procesos ígneos, realizadas sobre papel o, en el caso de José Villalobos, en sus reveladores cuadernos de apuntes, que permiten descubrir los momentos de reflexión y proyección de la obra de dos artistas de extraordinario interés, que utilizan el dibujo como herramienta de concepción y también como trabajo final y autónomo.
La exposición podrá visitarse hasta el 10 de junio de martes a sábados de 17:00 a 20:30 horas y, además, los sábados y domingos de 11:30 a 14:30 horas. Los lunes permanecerá cerrado.
