jueves. 28.03.2024

La segunda jornada de Marca Cultura Territorio ha comenzado con un debate sobre la creación de redes en las industrias culturales. Para esta tertulia se ha contado con la participación de Pedro Ormazabal, presidente de la Asociación de Artes de Calle del País Vasco (Artekale) y programador cultural del Ayuntamiento de Bilbao, Marian Osácar, directora artística de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), Tomás Ibáñez, presidente de la Federación de Artes Escénicas de Calle (Patea), Jacobo Pallarés, presidente de la Red de Teatros Alternativos y miembro del Consejo Estatal de la Cultura, Xosé Paulo Rodríguez, presidente de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública, Oriol Martí, director ejecutivo del mercado anual internacional de artes escénicas de Tárrega y Regino Mateo, coordinador de programación de la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Todos los profesionales han versado sus opiniones sobre la importancia del trabajo en redes, “facilitador y puente entre artistas, creadores y políticos”, ha destacado Ormazabal. Por ello, la creación de redes se ha marcado como unión de esfuerzos y búsqueda de intereses comunes. En referencia a estos temas, Osácar ha distinguido la repercusión de trabajar en red para optimizar los recursos, unir objetivos y poner en valor el mercado de las artes escénicas. Tanto Ibáñez como Pallarés no solo han apoyado las ideas de sus compañeros de mesas, sino que han destacado la importancia de las relaciones con el resto de asociaciones, productores, artistas o investigadores, y la necesidad de crear proyectos homogéneos. 

El presidente de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública ha incidido en la trascendencia de mirarnos a la cara “para preguntarnos qué hacer juntos”. La creatividad, la accesibilidad, la innovación y la trasparencia, el servicio público de calidad, la fidelidad de nuevas audiencias y la transparencia “son los valores principales” para la construcción de redes que nos ayuden en el avance individual y conjunto.

Actualmente están declaradas prioritarias de mecenazgo las artes escénicas y la música

Principios y dificultades

Martí se ha pronunciado al explicar, según su opinión, los cuatro principios a destacar sobre los que se sustentan la creación y mantenimiento de redes: principio colaborativo -dar y recibir-, principio de presencia y difusión de espacios que producirá un “efecto mariposa” en todo el territorio español, principio de ventana, “el cual es básico y engloba los anteriores”, y el principio de proyecto y acción.

Así, según el director ejecutivo de Fira Tàrrega existen cinco dificultades que se generan al formar redes: la diversidad de tamaños en los diversos proyectos que se interrelacionan, la gran pluralidad de concepciones y de ideas, las distancias físicas entre colaboradores, los impedimentos al aglutinar objetivos por la dificultad de conseguir un denominador común y objetivos unitarios y, como último punto, la escasez de movilidad entre compañías, ya que “desgraciadamente en el ADN de las redes no existe la movilidad”.

Por su parte, Regino Mateo, ha empezado su ponencia al afirmar que “Santander es una ciudad que ha tirado más teatros que cualquier otra ciudad del mundo”, y ha dado una visión de lo que él considera “la melancolía de los mastodontes”, al hablar de la creación del Palacio de Festivales de Cantabria: “Ese gran contenedor que se construyó sin analizar las necesidades”.

Mateo ha explicado que el Palacio de Festivales “tiene unas condiciones de espacio y perspectiva social que dificulta este tipo de consideraciones sobre las redes”, por ello “nosotros en red trabajamos como fisgones”, pero el responsable de la programación cultural  ha incidido en que esto no significa que “estemos aislados”, pero sí que “Cantabria tiene miedo de lo que hay fuera”, al hacer referencia a la potencia y fuerza cultural del País Vasco y Asturias.

Tras esta mesa redonda que ha generado un profundo debate entre los asistentes y participantes de las jornadas, Roberto Gómez de la Iglesia, director de c2+i,Cultura, Comunicación, Innovación, ha comenzado el primero de los talleres prácticos: Encajar lo improbable. Este ha sido un taller “orientado a pensar sobre como trabajamos en equipo y como innovamos en nuestras organizaciones”, ha destacado Gómez de la Iglesia, que ha comenzado la práctica partiendo del “paradigma de la innovación”, lo que ha conllevado a los presentes a incorporar visiones distintas a las propias y habituales utilizadas en sus organizaciones y en sus entornos para así “provocar un choque creativos basado en la diversidad”. Gómez de la Iglesia ha planteado esa formulación de preguntas como el principio del planteamiento de nuevos retos, “lo que nos va a llevar a construir un pequeña senda de innovación que invita a la acción”.

Financiación

Durante la jornada de la tarde se ha contado con la participación de la asesora en la captación de fondos a diferentes organizaciones Margarita Ruyra, y  la socia fundadora y directora de Gestión Fondo Educativo (GFED), María Vázquez. Ambas han desgranado sus opiniones y consejos sobre la financiación en las industrias creativas y culturales (ICC).

También Rafael Carazo, subdirector general de Promoción de Industrias Culturales y Mecenazgo del Ministerio de Cultura, ha participado en la sesión al impartir un taller destinado a la financiación pública en las ICC.

El representante de la Dirección General de Industrias Culturales y del Libro ha explicado los mecanismos de financiación y apoyo al sector cultural y creativo que existen, desde el área que coordina, para empresas y entidades sin ánimo de lucro:“Tenemos responsabilidades” en materia de fomento de empresas y entidades sin ánimo de lucro, “tenemos nuevas vías de financiación como créditos o avales con ayudas a fondo perdido”, que -según sus palabras- “son fundamentales para que las empresas tengan más capacidad de llevar a cabo proyectos”, y ha añadido que “esto es realmente importante para el desarrollo del tejido del sector cultural”.

De entre las líneas de apoyo existentes, Carazo ha destacado el mecenazgo, línea que se intenta fomentar desde su unidad, porque “se ha quedado una idea de que este concepto no existe”. De este modo, ha informado sobre la creación de una nueva ley en el año 2002 y una reforma el pasado año 2014,  en las cuales se exponían  los altos incentivos fiscales al mecenazgo: “Si un particular dona 150 euros a un proyecto, se le devuelven 112.5 euros”, lo cual se traduce en el 75% de lo donado. “Este incentivo fiscal es más alto que en Francia”, lo que produce una incidencia real en que “la gente decida donde va su dinero”, lo que se traduce en “una sociedad realmente colaborativa en términos culturales”.

De hecho, el 75% puede llegar al 80% en las actividades que son declaradas prioritarias de mecenazgo. Actualmente están declaradas prioritarias de mecenazgo las artes escénicas y la música. Si un particular le está dando 150 euros a una entidad que desarrolla ese tipo de fin le van a devolver el 80% porque la degradación es en la cuota del impuesto, no es la base, con lo que es una devolución real.

La actriz Virginia Imaz de la compañía Oihulari Klown caracterizada de Pausa, uno de sus personajes, ha protagonizado dos de los momentos más cómicos y distendidos de la jornada al “interrumpir” diversas charlas con monólogos sobre el mundo del “artisteo” y la cultura con sus clownclusiones: “Práctica innovadora que hemos traído de nuestros maestros de Francia”.

Redes y financiación, ejes principales de la segunda jornada “Marca Cultura Territorio”