jueves. 28.03.2024

El mero hecho de mirar algo que nos recuerde al café puede hacer que nuestra mente esté más alerta y atenta, según han comprobado investigadores de la Universidad de Toronto Scarborough, en Canadá.

"El café es una de las bebidas más populares y se sabe mucho sobre sus efectos físicos --admite Sam Maglio, profesor asociado en los Departamentos de Administración y en la Escuela de Administración Rotman de la citada universidad--, pero se sabe mucho menos sobre su significado psicológico; en otras palabras, incluso ver los recordatorios puede influir en cómo pensamos".

El estudio, publicado en la revista 'Consciousness and Cognition', analiza un efecto llamado cebado, a través del cual la exposición incluso a señales sutiles puede influir en nuestros pensamientos y comportamiento. "La gente a menudo se encuentra con señales relacionadas con el café, o piensa en el café, sin ingerirlo realmente", explica Maglio, experto en comportamiento del consumido-- y queríamos ver si existía una asociación entre el café y la excitación, de modo que si simplemente expusiéramos a las personas a señales relacionadas con el café, su activación fisiológica aumentaría como lo haría si realmente bebieran café".

La excitación en psicología se refiere a cómo áreas específicas del cerebro se activan en un estado de alerta, despierto y atento. Se puede desencadenar por varias cosas, incluidas nuestras emociones, los neurotransmisores en el cerebro o las bebidas con cafeína que consumimos.

En este caso, los investigadores, Maglio y el exestudiante de doctorado en Rotman Eugene Chan, querían explorar cómo la simple exposición a cosas que nos recuerdan al café puede tener un efecto en la excitación.

A través de cuatro estudios separados y utilizando una mezcla de participantes de las culturas occidental y oriental, compararon las señales relacionadas con el café y el té. Encontraron que los participantes expuestos a señales relacionadas con el café percibían el tiempo como más corto y pensaban en términos más concretos y precisos.

"Las personas que experimentan una excitación fisiológica, una vez más, en este caso como resultado de preparar y no tomar café en sí, ven el mundo en términos más específicos y detallados --explica Maglio, cuya investigación anterior ha analizado cómo la incertidumbre puede afectar nuestra percepción de hora--. Esto tiene una serie de implicaciones sobre cómo las personas procesan la información y emiten juicios y decisiones".

Sin embargo, el efecto no fue tan fuerte entre los participantes que crecieron en las culturas orientales. Maglio especula que la asociación entre el café y la excitación no es tan fuerte en las culturas menos dominadas por el café. "En Norteamérica tenemos la imagen de un ejecutivo prototípico que se dirige a una reunión importante con un triple espresso en la mano. Existe una conexión entre el consumo de cafeína y la excitación que puede no existir en otras culturas", admite.

Las investigaciones anteriores de Universidad de Toronto han analizado el efecto de otras asociaciones preparadas, señala Maglio. Un estudio encontró específicamente que simplemente mirar el logotipo de McDonald's puede disminuir nuestra capacidad para reducir la velocidad y saborear experiencias placenteras en la vida.

Así, apunta que la investigación puede ser de interés para comprender mejor una gama de comportamientos relacionados con el consumidor, y para los vendedores que deciden sobre la situación de los productos en las tiendas.

Maglio avanza que los próximos pasos para la investigación se enfocarán hacia las asociaciones que las personas tienen hacia diferentes alimentos y bebidas. Pensar en bebidas energéticas o vino tinto, por ejemplo, podría tener efectos muy diferentes en la excitación.

 

El solo hecho de ver cosas que recuerden al café puede estimular el cerebro
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