El atleta norteamericano Bob Beamon, que consiguió en los Juegos Olímpicos de México de 1968 el récord del mundo en salto de longitud (8,90 metros), una marca que todavía conserva, ha afirmado este sábado en Santander que ese "hito" ha "marcado toda su vida" y que desde entonces ha buscado "inspirar a otros".
El "mito" del atletismo ha explicado que "siempre quiso hacer algo especial en la vida" y acabó siendo deportista y en unas olimpiadas, "siempre inspirado por el gran Jesse Owens". Ha contado que aquel 18 de octubre de 1968, "estaba preparado para ganar una medalla de oro como fuera", y cuando en la pista de aceleración se levantó "a dos metros de altura, volando como si fuera un pájaro, supe que había hecho algo especial".
Ha afirmado que aquel récord de 8.90 -distancia que sólo ha conseguido superar una persona y una única vez hace 28 años pero no en unas olimpiadas-, fue "un orgullo" no sólo para su familia y su país, sino para "el mundo entero".
Beamon, que recogerá este sábado el Premio Especial a la Leyenda Olímpica de la Asociación de la Prensa Deportiva de Cantabria y ofrecerá una conferencia a las 16 horas en el Palacio de la Magdalena, ha destacado que las olimpiadas son "una ocasión única, ya que permite a todos los países dejar atrás sus diferencias, del tipo que sean, y competir bajo la bandera olímpica".
Ahora, a medida que avanza su vida, quiere "devolver todo lo que ha ganado" y se siente "motivado para ayudar a los menos afortunados". En la actualidad, es embajador global de los Juegos Paraolímpicos y ha diseñado unas playeras que serán las oficiales de las olimpiadas paraolímpicas del próximo año.
Además, preside una fundación que ayuda a deportistas olímpicos con talento artístico, y que ahora mismo están buscando un lugar donde puedan exponer sus obras.
El premio de la Asociación de la Prensa Deportiva coincide con el 50 aniversario del conocido como 'salto del siglo', que constituye el récord olímpico más antiguo.
