jueves. 25.04.2024

Cantabria es una comunidad con multitud de deportistas de diferentes disciplinas. Fútbol, baloncesto, bolos, balonmano… Son muchos los deportes que se pueden practicar en la comunidad. Pero hablar del sector femenino ya es otra cuestión. 

Aunque el número de mujeres que practican deporte ha crecido en los últimos años, sigue sin haber equipos suficientes para conformar ligas regionales. Este es el caso del rugby femenino, donde tan solo hay tres equipos. Estos son el Universitario Cantabria Rugby, el Club de Rugby Femenino Santander y el Mazabi Santander Independiente.

“No podemos tener un altavoz si nadie nos lo da”

En este contexto, el rugby femenino en Cantabria no puede tener una liga propia. “Necesitamos que la gente empiece a conocernos para que vean que este deporte puede ser practicado por ambos géneros, al igual que todos. No podemos tener un altavoz si nadie nos lo da. Desde el club no vamos a llegar tan lejos como lo podríamos hacer con las campañas de las instituciones”, ha dicho uno de los entrenadores.

Además, ante la inexistencia de una liga regional cántabra, las jugadoras tienen que ir a Asturias y a Castilla y León para jugar en las ligas de las comunidades vecinas. Así, una de las jugadoras con las que ha hablado este medio dice que “es increíble que podamos jugar contra ellas. Hay mucha competición”. No obstante, ha destacado que “Cantabria podría tener su liga de rugby femenino si quisiera ayudarnos, pero parece que no quiere”.

“Si la gente empezase a saber más sobre este deporte, seguramente habría más posibilidades de tener una liga regional”, explica Sofía Josseph, quien empezó en el mundo del rugby femenino gracias a una amiga que la instó a probar. “Me hubiera apuntado a cualquier cosa, quería hacer deporte. Después descubrí los valores del rugby y decidí quedarme”, relata.

“La gente tiene miedo del rugby”

Lo cierto es que el propio deporte es conocido gracias a que los equipos masculinos han estado en la División de Honor. Pero, ¿qué pasa con las chicas? ¿Acaso ellas y su afán por este deporte no debería ser reconocido?

Sofía, quien empezó a jugar al Rugby femenino a finales de 2018, dice que “en Cantabria no se nos valora”, a la par que destaca que “la gente tiene miedo del rugby. Hay que enseñarles que no pasa nada si se juega bien, y para eso necesitamos reconocimiento. Campañas, ayudas… Cualquier cosa que haga ver que nosotras también existimos y que tenemos un lugar en el deporte cántabro”.

La COVID-19 está siendo otro problema para las chicas. De hecho, varias jugadoras denuncian que “es imposible seguir adelante si no podemos competir”. “Cuando volvamos mucha gente lo dejará”, han afirmado.

Yani Bárcena es otra jugadora cántabra de rugby femenino que siempre tuvo vocación por este deporte. “En mi familia todo el mundo jugaba, y siempre me gustó”, explica la jugadora del Mazabi Santander Independiente.

Yani Bárcena durante un partidoYani Bárcena durante un partido

“Jugamos en la liga asturiana porque en Cantabria hay pocos equipos, y de esos hay pocas jugadoras”, relata la cántabra. De hecho, el mínimo de jugadores que debe haber en un equipo de rugby es de once personas.

Haciendo una retrospectiva de la situación de este deporte en España, Bárcena destaca que “en otros países como Argentina se valora mucho más el rugby. En nuestro país parece que está como más olvidado, y es una pena, porque hay unos valores enormes”.

Virginia Ramiro es una ‘veterana’ del rugby femenino cántabro, ya que lleva 26 años jugando a este deporte en la comunidad. “Empecé con niños hasta que nos separaron. Después tuve que irme a jugar competiciones al País Vasco porque aquí no había posibilidades”, explica la jugadora del Universitario Cantabria Rugby.

Virginia Ramírez, jugadora de ruby femenino en Cantabria _ Imagen cedida por la jugadoraVirginia Ramiro, jugadora de rugby femenino en Cantabria | Foto cedida por la jugadora

“Muchas veces tienes que explicar que Cantabria tiene varios equipos femeninos de rugby”

Con respecto a la situación de este deporte en Cantabria, Ramírez dice que “en Cantabria nunca se nos ha valorado. El rugby de por sí ya es un deporte minoritario, y hablar de equipos femeninos es muy poco común”.

De hecho, Virginia comenta que hay mucha gente que “incluso desconoce que haya equipos femeninos en la comunidad”. “Muchas veces tienes que explicar que Cantabria tiene varios equipos femeninos de rugby. Es muy difícil que se nos conozca si nadie nos valora ni nos apoya”, recala.

Por otro lado, en referencia a los estereotipos que suelen recaer sobre las mujeres que hacen este tipo de deportes, todas las jugadoras con las que ha hablado este medio han asegurado que “las mujeres podemos tener las mismas posibilidades que los equipos masculinos”.

“Hay una imagen del rugby femenino muy equivocada”

En este sentido, hay varios estigmas sociales que recaen sobre aquellas mujeres que deciden adentrarse en el mundo del rugby femenino. Estos no están tan referidos al hecho de ser mujeres practicando este deporte, porque, como explica Virginia Ramírez, “jamás me he encontrado a nadie que me dijese que por ser mujer no pudiese jugar”

No obstante, sí que tienen que enfrentarse al imaginario social que se ha ido creando con el paso del tiempo y con las “malas lenguas que nunca han visto a jugadoras de rugby femenino”. Así, Yani Bárcena, señala que “cuando dices que juegas al rugby todos piensan que eres una chica grande, con una complexión fuerte, y no tiene por qué ser así. Hay una imagen del rugby femenino muy equivocada”.

Todos los deportes tienen algo esencial, algo que hace a su disciplina única. Equipos masculinos o femeninos, todos ellos han tenido siempre algo en común, el valor del equipo. Virginia Ramírez, después de veintiséis años practicando ese deporte, se queda con ese valor del “rugby social”.

“En los equipos coincidimos gente de diferentes edades. En el mío, por ejemplo, aunque tenga 34 años puedo ir a tomar algo con personas de 20 y hablar de cualquier cosa. Somos compañeras de equipo y amigas. No hay barreras entre nosotras”, ha explicado. Además, habla del “rugby social” como el valor “esencial del deporte”, a la par que dice que “es increíble poder tener ese sentimiento de amistad. Lo creamos en equipo. Creamos una especie de familia. Eso es el rugby”.
 

“Cantabria podría tener su liga de rugby femenino si quisiera ayudarnos, pero parece...
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