jueves. 28.03.2024

Al final el Racing no pudo traer al central que tanto suspiraba la Dirección Deportiva y el cuerpo técnico, muchos nombres han sonado en el día de ayer para la incorporación a la primera plantilla verdiblanca. Pero cuando uno va con unas armas que no son las adecuadas, muchas veces los milagros cuestan hacerlos realidad, y este ha sido el caso. En el trascurso del día de ayer las oficinas del club racinguista estuvieron animadas pero sin definición alguna.

A medida que avanzaba el día, cogía cuerpo que al final la última bala del secretario técnico Pedro Menéndez iba a ser de fogueo. Varios frentes abiertos ha tenido, el primero en dar salida Jagoba Zarraga, una herencia del chutismo que le ha complicado bastante la vida, prácticamente seguro el vasco tendrá que jugar en el conjunto filial, ya que ha sido imposible darle salida a un equipo cedido por su alta ficha.

Por otro lado, tenía la cesión de Saúl García, que tenía claro que quería ir al CD Laredo, los responsables deportivos del Racing veían con mejores ojos que se quedara en el filial, al final el jugador formado en las categorías del Bansander, optó por coger rumbo a la villa pejina. No obstante, casi en su totalidad la entidad verdiblanca se hará cargo de su ficha. 

Y por último, la llegada de un central. A medida que avanzaba el día desde el club indicaban que no querían fichar por fichar, que necesitaban saber con certeza que el jugador que viniera a la capital cántabra tendría que ser de total garantías, ya que la Dirección Deportiva confía plenamente en los jugadores que hay en el equipo.

Lo que sí habría que preguntar, es si el técnico Javi Rozada no le hubiera gustado traer a un zaguero más, ya lo dijo en la rueda de prensa posterior al partido ante el Alaves B, que estaba esperando a un defensa. De los cuatro jugadores que pueden ocupar dicha demarcación, Jordi Figueras, Óscar Gil, Alberto Villapalos y Álvaro Mantilla, no es un secreto que para el gabinete deportivo de la entidad racinguista la apuesta es Mantilla. 

Quizás lo más preocupante, es que como centrales puros solo en el primer equipo hay dos que son Jordi Figueras y Óscar Gil, luego están Villapalos y Mantilla que son centrales reconvertidos de sus originales demarcaciones, el primero mediocentro defensivo y el segundo lateral derecho, aunque de central quizás esté más cómodo el joven jugador.

Bien es cierto, que desde el club trasladan que el mercado de invierno está a la vuelta de la esquina, y que tienen un comodín en cuanto a traer un defensor que esté en el paro ya que podrían ficharle, esta última cuestión la dejan abierta en todo momento, por lo tanto, se podría firmar un futbolista que estuviera sin equipo.

En definitiva, jugada un poco arriesgada en la que ha primado más lo económico que el proyecto en cuestión, ya que si hubieran ido con unas buenas armas en forma de euros posiblemente estaría a día de hoy un central de garantías, pero poderoso es don dinero cuando lo hay, y en esta ocasión el Racing no lo ha tenido durante toda la pretemporada condicionado por muchos factores.

La última bala fue de fogueo
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