viernes. 19.04.2024

La Consejería de Educación ha garantizado que estará preparada para la vuelta a las aulas a partir del 25 de mayo de los colectivos de alumnos establecidos por el Gobierno central y que a pesar de la complejidad que entraña esta medida será "una vuelta segura", al tiempo que ha avanzado que el próximo curso "no será igual" que los anteriores ya que obligará a combinar la enseñanza presencial con la online. Así lo ha dicho hoy jueves la consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo del Gobierno de Cantabria, Marina Lombó, durante su comparecencia en el Parlamento para informar sobre la situación de su departamento en relación con el COVID-19.

Aunque Lombó ha comenzado su intervención reconociendo que aún no tiene "todas las respuestas" o son las autoridades sanitarias quienes "habrán de solventarlas", sí ha respondido a varias cuestiones planteadas por la oposición, que en líneas generales ha coincidido en la importancia de luchar contra la brecha digital y se ha mostrado colaborativa. En materia de educación, la consejera ha advertido que, de cara al próximo curso, "algo no va a ser igual", porque el espacio de las aulas "es el que es" y habrá que mantener una separación entre alumnos, lo que llevará a "combinar" la enseñanza presencial con la online, siempre manteniendo las medidas de seguridad. En este sentido, ha dicho que "20 alumnos no pueden estar en un aula" por lo que habrá que "desdoblar", y ha recordado que el cupo aún no se ha negociado, no así las plantillas orgánicas que se aprobarán el sábado en el Consejo de Gobierno.

Cantabria tendría que abrir 304 centros educativos de los 309 existentes

En un plazo más cercano, el final del curso actual, tras recordar que se flexibilizarán los currículos y las evaluaciones y la repetición será instrumento "aún más excepcional de lo que ya es en la actualidad", aunque no se va producir un "aprobado general", la consejera ha informado que se ha constituido un comité técnico para analizar cómo adecuar los centros educativos a los requerimientos que las autoridades sanitarias establezcan para la vuelta a las clases. Una vuelta que, como pronto", sería el 25 de mayo para los alumnos de Infantil de hasta 6 años cuyos dos padres trabajen y voluntariamente, para los alumnos de 2º de Bachillerato, 4º de la ESO, segundos cursos de Formación Profesional de Grado Medio y Superior y último año de las Enseñanzas de Régimen Especial.

Aunque en la Consejería "no podemos saber con seguridad cuándo será" esa vuelta a las aulas, se ha trasladado al Ministerio de Sanidad la necesidad de que remita el protocolo lo antes posible porque las implicaciones de esa vuelta parcial a las aulas "son enormes a todos los niveles" y supondrá en la práctica la apertura de todos los centros educativos de régimen general de Cantabria, excepto los cinco que imparten exclusivamente Educación Primaria. Es decir, Cantabria tendría que abrir 304 centros educativos de los 309 existentes.

"El desafío en la gestión va a ser muy grande y necesita, en primer lugar y de forma irrenunciable, de instrucciones claras en materia sanitaria", ha enfatizado la consejera, que ha reconocido que había priorizado la reincorporación de los alumnos de los cursos terminales de las diferentes etapas y enseñanzas. "Pero el escenario es el que es y sobre él debemos trabajar", si bien, según Lombó, Cantabria cuenta con la ventaja, de tener las ratios más bajas de alumnos por aula, lo que "nos facilitará un poco esa vuelta a las aulas que, en todo caso, es de enorme complejidad", ha reiterado.

En cuanto a los programas de refuerzo en verano, Lombó ha anunciado que, si bien en un primer momento se habló de julio, ahora se baraja el periodo entre el 14 de agosto y septiembre. La Consejería no decidirá quién necesita refuerzo sino que serán los docentes los que lo trasladarán antes del 1 de junio.

Respecto a la EBAU, que se celebrará el 8, 9 y 10 de julio en convocatoria ordinaria y el 8, 9 y 10 de septiembre en extraordinaria y a la que están llamados más de 4.000 alumnos, Lombó ha anunciado que realizará un esfuerzo por territorializarla, y "al menos" se llevará a cabo en la zona oriental, occidental y en Santander, para "evitar acumulaciones", aunque ello suponga un incremento de docentes.

En relación a la Formación Profesional, también ha cambiado y la Consejería está "a la espera" de las instrucciones del Estado, si bien se contempla integrar en la formación la sustitución de las prácticas por un proyecto o en el caso de la dual, la opción de pasar a otra modalidad y hacer las prácticas después del estado de alarma.

Por lo que se refiere a las inversiones en infraestructuras previstas por la Consejería, su titular ha manifestado la "intención de seguir" con ellas aunque ha reconocido que se podrá adjudicar "muy poquito" este año por la suspensión de plazos. "Seguimos con los planes aunque los plazos cambian", ha asegurado.

Respecto de la brecha digital que preocupa a toda la oposición, Lombó ha reconocido que "no estábamos preparados" para ese paso abrupto de la formación presencial a la online, pero se han llevado a cabo actuaciones en este sentido, comenzando por los 40 alumnos EBAU no conectados a los que se facilitaron equipos y medios. Actualmente, la Consejería ha adquirido 490 router, 300 ordenadores portátiles y se le han cedido 75 tablets, con la intención de extender estos medios a los alumnos que no dispongan de ellos también en Bachillerato, FP, ESO y sexto de Primaria. La consejera también ha indicado que, a diferencia de otras comunidades, en Cantabria 40 interinos han realizado sustituciones.

JUNTA DE PERSONAL DOCENTE

Tras el anuncio de la consejera, la Junta de Personal Docente de Cantabria, integrada por los sindicatos STEC, ANPE, TU, CCOO, UGT y CSIF, ha expresado su "rechazo más frontal" y su "sorpresa" por la "poca responsabilidad" de Lombó "anunciando con un mes de antelación una medida que está condicionada al cumplimiento de una serie de requisitos ('marcadores' que ni siquiera han sido explicitados por el Gobierno central) que no sabemos si Cantabria cumplirá el 25 de mayo".

En el caso de que, efectivamente, Cantabria el 25 de mayo se encuentre en la fase II de la desescalada proyectada por el Gobierno central y la Consejería "persista en su idea de reabrir colegios e institutos", la Junta de Personal ha advertido que "si no tiene garantías absolutas de que los centros reúnen todas las condiciones higiénicas, sanitarias y organizativas para que no se produzcan contagios", se "verá en la obligación de hacer un llamamiento público para que el profesorado no acuda a los centros ni las familias envíen a sus hijos".

Mención aparte hace la Junta a Educación Infantil, a la que la consejera, a su juicio, "ha querido dar un carácter asistencial que no le corresponde". "Esta Junta desea hacer una alusión expresa a esta etapa educativa, porque le parece inadmisible que la Consejería quiera convertir ahora estas aulas en simples guarderías". Los representantes sindicales han solicitado una reunión con Lombó el próximo lunes 4 de mayo con el deseo de "poder llegar a un acuerdo para evitar una apertura precipitada de los centros educativos que poco va aportar al desarrollo académico del curso, y, por el contrario, puede tener consecuencias muy graves en la salud de toda la comunidad educativa".

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