martes. 19.03.2024

En el 40 aniversario de la Constitución celebrado en Noja, uno de los tres protagonistas de la primera charla, Miguel Ángel Aguilar, nos concedió una entrevista en la que pudimos saber tanto lo que piensa sobre los principales temas de actualidad como su historia durante la Transición y el golpe de Tejero. A dos meses vista de que publique su próximo libro, ‘A pie de pista’, en el que recopila su visión de los acontecimientos de las últimas décadas, el periodista y escritor revela algunos momentos de su vida menos conocidos públicamente.

Estuvo en el segundo momento de investidura de Calvo Sotelo cuando entró Tejero, ¿qué fue lo primero que pensó?

Esto se ha terminado. De aquí nos sacarán a un centro de detención y yo me veía como había visto a mis amigos latinoamericanos venir a España, con una trayectoria profesional fantástica, empezando a explicar quiénes eran y a ver si alguien les daba trabajo. Me veía en esa misma situación a la inversa, yendo yo a buscarme algo o trabajando de albañil porque esto, lo que hemos vivido, se acabó.

Cuando vio a Tejero, ¿supo quién era?

Perfectamente. Tenía la gran ventaja frente a otros. En la Tribuna de Prensa solo estábamos 8 o 10 periodistas, todos los demás se habían bajado al bar porque era un momento muy tedioso, era la votación nominal por llamamiento y todo lo demás, entonces yo sí sabía quién era Tejero porque yo había estado dirigiendo el Diario 16 casi cuatro años, y El Alcázar estaba casi en el mismo edificio que Diario 16. Yo era un lector voraz de El Alcázar porque sabía que allí estaba el peligro y Tejero era portada de El Alcázar un día sí y otro también. Otros periodistas que estaban allí no tenían ni idea, ¿quién es este? Tejero, le dije a Pilar Urbano, han entrado los críticos de UCD.

A su parecer, ¿qué políticos eran los que más riesgo iban a correr?

Pues los que sacaron, nombran a Adolfo Suárez, a Gutiérrez Mellado, a Santiago Carrillo, a Rodríguez Sahagún, que era el Ministro, y no me acuerdo si otro más. Los sacan y la pregunta de todos es: ¿qué van a hacer con estos tíos? ¿Adónde les llevan? ¿Qué va a pasar con ellos?

¿Cómo fue el desenlace, qué pasó al final?

Yo me quedé allí hasta que ya no fue posible seguir porque primero ofrecieron a todos los periodistas que quisieran que se podían marchar y en ese momento se fueron casi todos, nos quedamos solo 10 o 12 pero luego al final, a las 10 de la noche, nos dijeron que nos teníamos que ir. Intentamos parlamentar con el guardia civil, que era un capitán, que nos dejara quedarnos a tres, que éramos Pedro Calvo, María Antonia Iglesias y yo. “Nosotros nos quedamos y luego a la salida se lo contamos a los que se habían marchado. Nosotros comprendemos que para ustedes cuanta menos gente haya mejor”, le dijimos. Pero contestaron: “no, se van a ir todos”. Pero luego este señor se volvió y me dijo: “pero usted se puede quedar, a usted lo tenemos procesado”. Y era verdad, me tenían procesado por un artículo que había escrito yo en Cambio 16 que se llamaba ‘La guardia civil no se rinde’; lo había escrito en el año 1976. Entonces yo dije pues encantado, porque en la inconsciencia del momento, pues feliz pero me agarraron entre los otros y me dijeron:“no, no, Miguel Ángel, tú no te puedes quedar de ninguna manera, el que menos se puede quedar eres tú”, y entonces me sacaron y pasamos al Palace y allí sí que había un desconcierto tremendo.

He oído muchas veces la anécdota de la caja de la cafetería, ¿quién se la llevó?

Eso fue genial porque al principio, los guardias civiles, los diputados, los periodistas hacían cola para llegar a la barra del bar y pedir su consumición y todos pagaban y los asaltantes con el cetme metían una mano y con la otra pagaban la consumición, todos. Así empieza el golpe, y acaba llevándose la caja con la recaudación y las cajas de whisky y ginebra, se las llevaron. Cuando se van, cuando desalojan, se llevan todo eso.

En cuanto a la actualidad, ¿qué relación podría hacernos entre la Constitución y Cataluña?

Yo creo que la Constitución se hizo también a la medida de Cataluña y con la participación de las fuerzas políticas catalanas, y recomiendo vivamente que se lea  lo que dijo Jordi Pujol, elegido diputado del Congreso en las elecciones del año 1979. Acababa de promulgarse la Constitución. Ese texto debe recuperarse, yo lo tengo en el libro que saco en octubre, porque es genial, porque dice que están felices y contentos, que Cataluña nunca va a hacer palanca o presión, que Cataluña nunca querrá nada que le vaya mal a España. Todo eso lo dijo Jordi Pujol y no le estaba apuntando Tejero con la pistola.

En cuanto al tema Casado, ¿qué tiene que decir sobre ello?

Todo eso tenemos que esperar a que se sustancie judicialmente porque mientras tanto, qué van a decir los colaboradores de Casado. Está más claro que el caldo de un asilo, ha dado todas las explicaciones pero a mí esas declaraciones de parte no me sirven, lo que sirve es lo que digan los jueces y hay que esperar a que lo digan.

En cuanto a la política en España, aunque ahora mismo haya más partidos que antes, ¿sigue pensando que existe el bipartidismo?

Nunca ha habido bipartidismo, o por lo menos ha habido un bipartidismo imperfecto, siempre han estado los nacionalistas, siempre ha estado Izquierda Unida, o sea que bipartidismo no, lo que ha habido ha sido una especie de turno entre el partido hegemónico de la derecha y el partido hegemónico en la izquierda. Ahora lo que puede haber es un cambio de hegemonía. Imagínate que en las próximas elecciones es más votado Ciudadanos que el PP, pues entonces el hegemónico será Ciudadanos. Imagínate que en las próximas elecciones es más votado Podemos que PSOE.

Y para finalizar, ¿qué piensa que va a ocurrir con el periodismo en papel?

No soy un defensor del papel. En mi opinión el periodismo está evolucionando. Da igual cuál sea el soporte siempre que se conserve el periodismo de calidad. Sin el periodismo de calidad no existe el periodismo, y temo que pueda pasar esto.

Miguel Ángel Aguilar: "La Constitución se hizo también a la medida de Cataluña"
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