sábado. 20.04.2024

Rosa Díez (Vizcaya, 1952) presenta en Santander su cuarto libro, ‘Los aventureros cuerdos’. Cofundadora de Unión Progreso y Democracia (UPyD), y diputada por este partido desde 2008 a 2016, concede una entrevista a eldiariocantabria.es unas horas antes de abordar el contenido de su nueva obra en la Librería Gil. Aunque no quiere hablar del futuro del partido al no estar en la primera línea de la política, sí considera que durante los ocho años en que estuvo al frente existió una campaña de desprestigio personal “porque no podía ser política”. Considera que los principales partidos “no han tenido sentido de Estado”, y que la corrupción es un mal transversal y sistémico, y espera que los cambios políticos y sociales logrados no se reviertan.

Han sido muchos años en la primera línea política, intensa y amplia. ¿En qué ha cambiado la vida de Rosa Díez al dar un paso atrás?

Por primera vez en los últimos 40 años llevo unos meses dedicándome a mi vida privada más que a mi vida pública. El cambio más importante es ese, tengo tiempo para los míos, para lo privado. Mucho más que lo que he tenido en toda mi vida. Desde muy pronto asumí responsabilidades públicas.

Pero soy una ciudadana, y en ese sentido soy una política. La política no es una elección, es consustancial. No hace falta dedicarse a la función pública para ejercer la responsabilidad como ciudadano. Por tanto, estoy apegada a mi responsabilidad como ciudadana. Sigo la información, estoy preocupada y estoy ocupada. No me he metido en mi casa ni me meteré nunca. Realmente estoy en la reserva.

La política no es una elección, es consustancial. No hace falta dedicarse a la función pública para ejercer la responsabilidad como ciudadano

En estos meses sin gobierno, ¿habría sido más fácil conseguir un acuerdo con Rosa Díez en el Congreso?

Hubiera sido más claro. No sé si habría sido más fácil, pero sí más responsable. Estoy convencida de que si Andrés Herzog, que era el cabeza de lista, y UPyD hubieran estado en el Congreso de los Diputados el primer día habríamos puesto sobre la mesa las cuatro o cinco cuestiones que a nuestro juicio son las que necesita España para salir de esta situación de crisis económica y política.

Las cuatro o cinco cuestiones en las que, aparentemente, todos los partidos estaban de acuerdo durante la campaña, pero que en cuanto llegaron al Congreso se les olvidó, desde la reforma de la Constitución, con claridad de qué artículos, la financiación autonómica, hasta la reforma de la Ley Electoral y la despolitización de la Justicia. Se las hubiéramos ofrecido a todos los grupos parlamentarios, no hubiéramos vetado a nadie ni hubiéramos tenido un amiguito preferido.

Si no hubiera sido posible, no hubiéramos pactado y, a la vista de cómo estaba el panorama, sin que nadie pudiera gobernar, habríamos planteado una legislatura de dos años que diera paso a una constituyente. Un gobierno de dos años con el que se tuviera que votar la reforma de la Constitución, no de transición, pero con un compromiso de disolver en dos años y que la legislatura nueva comenzara con los deberes hechos.

Lo que ha ocurrido es que todos los dirigentes políticos que han estado directamente concernidos. Los cuatro, porque los nacionalistas se han puesto de lado a ver si algo les tocaba, han demostrado muy poco sentido de Estado y muy poca responsabilidad. Han hecho cuatro meses de campaña electoral, para situarse mejor y, si toca la lotería, tendremos gobierno. Ha sido un espectáculo absolutamente lamentable.

Los cuatro partidos han demostrado muy poco sentido de Estado y muy poca responsabilidad en estos cuatro meses

Lo que habría cambiado es respeto y claridad desde el primer momento, con luz y traquígrafos. Esto es lo que hay que pactar, y no con quién hay que pactar. PSOE y Ciudadanos acordaron 200 puntos, que es como no acordar ninguno. Eso lo sabe todo el mundo. No hacen falta tantos, solo cinco o seis cosas muy concretas. Y después se sentaron con Podemos a ver si podían hacerlo. Solo tenía la expectativa de colocarse como Presidente, como Vicepresidente.

Y hemos visto dos cosas inauditas en la política de cualquier país del mundo, y sobre todo en Europa. Es imposible que en cualquier país de nuestro entorno un partido que queda segundo, con 90 diputados de 350, diga que no se sienta con el primero. No que no se llegue a un acuerdo, sino que no se sienta a hablar, aunque sea para constatar que no hay acuerdo. Y que el primero reciba el encargo del Jefe del Estado y diga ‘paso palabra’. Es inaudito, algo propio de una democracia muy débil. Y que los otros dos estén revoloteando a ver qué me toca.

Lo que dicen las encuestas es que los resultados del 26J van a ser muy parecidos.

Las encuestas se equivocan mucho, como todos los españoles sabemos muy bien, a veces incluso se publican sin haberse realizado. No estoy tan segura de que todo vaya a ser tan igual como antes. Lo que sí creo es que el comportamiento de los dirigentes de los cuatro partidos no va a ser el mismo, aunque solo fuera eso será completamente distinto.

Por otra parte, los españoles vamos a ir a las urnas el 26 de junio con mucho más conocimiento que el 20 de diciembre. No sobre los programas, sino sobre el nivel de los dirigentes. Nos han dado muestras durante estos meses de lo que podemos esperar de ellos. Luego cada español se hará su propia composición, pero conocemos lo que escribe y cómo se comportan, que es mucho más determinante. Si a pesar de ello la gente sigue votando lo mismo, será que le gusta. Pero que vaya a pasar lo mismo… ya veremos.

Los españoles vamos a ir a las urnas el 26 de junio con mucho más conocimiento que el 20 de diciembre. No sobre los programas, sino sobre el nivel de los dirigentes

¿Qué valoración hace de los cuatro años de Gobierno Rajoy, con los recortes y los casos de corrupción?

Los cuatro años han sido una legislatura de recortes de derechos y de mentiras. Es cierto que están saliendo muchos más escándalos de quienes están en el gobierno, pero desgraciadamente Rajoy tiene la Gürtel y Sánchez tiene los ERE de Andalucía. No es cuestión de comparar, es que los unos y los otros han estado tapando sus miserias, han sido responsables de la crisis del sistema financiero, de las preferentes, del caso Bankia, …

La corrupción es transversal, es sistémica y afecta a los partidos del stablishment. En esta legislatura la ventaja es que ha aflorado, y que ha sido tan escandaloso que ya no lo pueden soportar ni ellos mismos en el sentido de que no lo pueden tapar. Se han hecho reformas importantes en este sentido, pero todavía queda mucho por delante.

La segunda legislatura de Zapatero fue la consolidación de la ruptura. Quería escribir la Historia de España con los que no creen en España, y se negó a aceptar que vivíamos en una crisis. Fue la legislatura del autoengaño, más que una mentira organizada.

De los papeles de Panamá, ¿le sorprende algún nombre que haya salido?

No me los he leído todos, claro, pero creo que todavía van a salir muchas cosas. De todas formas, es consecuencia de lo que hay. En España se ha podrido durante mucho tiempo todo, incluyendo las instituciones. Ha habido mucha gente que ha pensado además que era gratis, cuando no remunerado, formar parte de ese stablishment corrupto. Se ha justificado todo y no se ha pagado el precio que había que pagar por formar parte de esa trama negra y oscura. No hay más que ver la gente que ha sido pillada en los papeles de Panamá cómo se justifica. Hay algunos que dicen que lo hacían para pagar menos. Hay una ética pública que no existe, tenemos un problema de pedagogía y cuajo democrático.

A las personas que tienen un comportamiento no ético en términos públicos ni siquiera se les vapulea públicamente

Y a las personas que tienen un comportamiento no ético en términos públicos ni siquiera se les vapulea públicamente. Hemos visto a Messi llegar entre aplausos a la Audiencia por un claro caso de corrupción. En cualquier país de nuestro entorno no sería posible, pues tienen democracias más asentadas, sociedades más transversales y exigentes, y porque el que la hace la paga en términos de votos. Si la gente dejara de votarles, espabilarían.

¿Se veía venir lo de Ausbanc y Manos Limpias, que jugar en ‘Champions’ está condicionado a contentar a los lobbys?

Bueno, eran el ‘azotito’. Manos Limpias está en el caso de Baleares, es muy mediático y estoy encantada de que estén ahí. Pero si te pones a perseguir a los corruptos como un servicio a España y los ciudadanos, ya sabes que tus clientes no son los bancos ni los poderosos, sino la gente que no tiene quién le represente. Te pones a hacer la tarea que tendría que estar haciendo el fiscal, que es lo que hemos hecho nosotros. Si buscas el amparo del otro, te perviertes, que es lo que ha ocurrido en esos casos. Todo mi desprecio, absolutamente.

¿Cree que en la anterior de etapa de UPyD se sufrió una campaña de desprestigio?

Yo animo a la gente a que lea el libro y extraiga sus propias conclusiones. No pretendo que nadie nos dé la razón, pero sí que se conozca la historia. El libro es un relato verificable de lo que han sido estos ocho años en la historia de España vertebrado por el trabajo de UPyD en todos los campos. El partido nació a finales de 2007 porque hicimos un diagnóstico sobre los males de la democracia y los problemas de la política.

Sobre los primeros hicimos propuestas, entre ellas la reforma de la Constitución y las cosas más fundamentales, esas de las que ahora habla todo el mundo. Hicimos un diagnóstico sobre el cambio de la Ley Electoral, sobre acabar con las duplicidades, el gasto superfluo. Y propuestas elaboradas.

En las elecciones la gente prefirió votar a partidos que decían que iban a hacer lo que nosotros ya habíamos hecho

Ese ha sido nuestro trabajo durante ocho años, contra el que no podían ni puede nadie decir nada. Durante estos años, ni ahora, nadie me dice que hiciéramos una propuesta que la gente no entendiera. Al contrario, todas son alabadas como necesarias. En las elecciones la gente prefirió votar a partidos que decían que iban a hacer lo que nosotros ya habíamos hecho. Pero es que, durante los cuatro años anteriores, habían votado en contra de todas estas propuestas.

Contra nosotros, ¿qué hay? Una campaña que tenía que ser personal porque no podía ser política. No podían acusarnos de haber mentido, engañado o de un caso de corrupción. No tenían nada malo que decir salvo que era mayor, una mandona, … Si hubiera sido un hombre dirían que tenía carácter y liderazgo.

Si nosotros no hubiéramos presentado la querella criminal contra Bankia, el caso habría prescrito. Hoy no existiría. Eso significa que la gente no recuperaría lo que le han robado, que es lo que en primera instancia me importa. Y lo hicimos porque el fiscal no actuaba. Había algo contra Rato, pero la querella contra toda la cúpula la hicimos nosotros. Hemos sido un grupo de gente muy patriótica en el sentido republicano del término, defendiendo el interés general y preocupándonos menos del rédito político. He hecho campaña en Navarra defendiendo la supresión del aforamiento porque me parece una injusticia para el resto de españoles.

Hemos hecho lo que creíamos que había que hacer y nadie puede decirnos nada. Tuvimos muchos concejales que demostraron que no eran parte del enjuague, y creo que cuando llegamos a las instituciones demostramos que allí tampoco nos podían comprar, que éramos revolucionarios en ese sentido.

¿Volverá a política en algún momento?

Ya he dicho que estoy en la reserva. Nunca digas nunca jamás, aunque no está en mis planes ahora mismo.

Los que llegan antes de tiempo suelen tener que esperar en sitios muy incómodos (Stanislaw Lem)

¿No tiene la sensación de que UPyD se adelantó cuatro años a las necesidades de los españoles?

En un momento del libro cito a Stanislaw Lem, que dijo que los que llegan antes de tiempo suelen tener que esperar en sitios muy incómodos. Desde el punto de vista de la rentabilidad electoral quizá fuimos adelantados, con unos discursos que no hacía nadie y que ahora hace todo el mundo. Pero desde el punto de vista de la necesidad de España, demasiado tarde llegamos.

Posiblemente fuimos los que abrimos las puertas y luego entraron otros, pero alguien tenía que hacerlo. Somos como esos que en fútbol dicen que han metido gol, pero en realidad han hecho la jugada y ha sido otro el que lo mete. Lo bueno habría sido que colaran las ideas y que se demuestre que realmente las defienden.

Albert Camus, que estuvo en la Guerra Civil española, dejó escrito: “Mi generación aprendió en España que se puede tener razón y ser derrotado, y que el coraje a veces no tiene recompensa”. Prefiero ser como UPyD y que no me voten a ser como el PP y que me voten.

¿Cree que a UPyD no se le ha reconocido el haber sido el primero en acabar con el bipartidismo?

Fuimos los primeros en decir que era una anomalía democrática y que no se podía hacer pactos para gobernar España con partidos que no querían estar en España. Con esto no digo que no se pacte con nacionalismo. Abrimos las puertas, pero entraron otros. Yo me quedo con que la puerta está abierta y que no vuelva a cerrarse. Espero que no se vuelva a configurar un bipartidismo con los cuatro partidos, y que la exigencia de los ciudadanos se mantenga.

Cantabria está llena de potencialidades, de oportunidades, pero es como una crisálida que no termina de despuntar, que se conforma con ser crisálida

Este es su cuarto libro, ¿habrá un quinto?

Sí, estoy en ello. Un libro de interés político. Estamos ya en la segunda edición en las tiendas sin que todavía haga un mes, y estamos entre los libros más vendidos de no ficción. Está funcionando muy bien, y solo aspiro a que la gente conozca una parte de nuestra historia. Es un libro que le debo a los simpatizantes, pero también a los 1,2 millones que nos votaron, porque sin ellos no habríamos podido hacer nada de lo que hicimos.

¿Cómo ve a Cantabria con el gobierno de bipartito PRC-PSOE?

Siempre veo a esta tierra a punto de salir del cascarón. Está llena de potencialidades, de oportunidades. Tiene todo. Efectivamente, Cantabria es infinita. No tenemos conciencia de la cantidad de cosas que se pueden hacer. Es como una crisálida que no termina de despuntar, que se conforma con ser crisálida, pero que tiene que salir como una mariposa.

Necesitamos autoestima, y eso es algo que le ocurre a España en general. No hay que confundir autoestima con nacionalismo. La autoestima no necesita enemigos, solo de creer en uno mismo y de sentirse capaz. Hay mucha gente joven que hace muchas cosas.

“Los cuatro años de Rajoy han sido una legislatura de recortes de derechos y de mentiras”
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