viernes. 19.04.2024

Hablar de los derechos del colectivo LGTBI en España es hacerlo de Carla Antonelli (1959). En 2011 esta tinerfeña se convirtió en la primera mujer trans en ocupar un puesto electo en todo el país y desde su asiento en la Asamblea de Madrid continúa con su activismo por la igualdad. Ahora, se enfrenta a un argumentario interno del partido socialista que atenta directamente contra los derechos del colectivo.

Empezamos echando la vista atrás, ¿cómo recuerda la época en la que llegaste a Madrid?

Madrid fue un sitio que me sorprendió con su inmensidad. Llegaba desde las Islas Canarias a un Madrid que era un lugar oscuro pero que tenía esos puntos de luz del estallido pleno de la movida madrileña. Además también tenía la condensación de esos años de plomo que vivíamos. Era una ciudad abierta, como siempre ha sido, que ha acogido a la gente con los brazos abiertos. Allí nunca me he sentido forastera, más allá de esas nostalgias propias de echar de menos la tierra en la que creces.

Sales al mundo y te encuentras con una sociedad represora, con leyes que perseguían y encarcelaban al libre albedrío de los policías

¿Qué significó a nivel personal y también para el colectivo el convertirte en la primera diputada trans de este país?

Compromiso. Nadie se va de su casa en los años en los que lo hice yo, en el 77, pensando que va a ser activista. Sales al mundo y te encuentras con una sociedad represora, con leyes que perseguían y encarcelaban al libre albedrío de los policías, con palizas en las comisarías, se trató de una cuestión de autodefensa personal. Lo que pasa es que poco a poco y sin darte cuenta te vas viendo en los medios de comunicación y ya no hablas por ti, sino por un conjunto de personas y tomas consciencia de otras cosas.

Carla Antonelli, en una manifestación del Orgullo en Madrid Carla Antonelli, en una manifestación del Orgullo en Madrid

Tras aprobar el matrimonio igualitario, la Ley para Transexuales no acaba de llegar y entonces decide amenazar con una huelga de hambre, ¿Cómo recuerda aquella época?

Recuerdo el momento en el que se aprobó el matrimonio igualitario como un día de muchísima luz en Madrid, mucha alegría y festejo. Era un compromiso electoral del Partido Socialista. Con la Ley de Identidad de Género se da un paso de gigante en el mundo, siendo este un lugar en el que ser mujer u hombre iba más allá de los genitales. En ese momento ves una manifestación de más de medio millón de personas que salen a la calle contra tus derechos. Ahí tienes que decidir si luchar por lo que crees o pasar y evidentemente lo que imperó fue la defensa de todo por lo que había peleado en estos años. Prefería reconocerme cuando al levantarme me miraba al espejo y no ver una imagen desdibujaba que no fuese yo misma. Fue un proceso doloroso pero del que siempre me he sentido contenta de haberlo realizado. Es obvia la importancia de que hubiese un presidente del Gobierno que finalmente nos escuchó, de otra manera no hablaríamos de esto. Después de aquello se tramitó y salió adelante una norma que ahora debe ser reformada, siendo un gran avance la no necesidad de dos años de tratamiento y el diagnóstico de disforia de género, lo que supone la liberación de las personas trans, entre otras cosas, porque la OMS ya hace dos años que anunció que descatalogaba la transexualidad como un trastorno mental. Si no es una patología, no puede ser que sea un requisito ni la disforia ni estos dos años de tratamiento. Esta ley debe ser modificada, y durante la legislatura pasada el PSOE se quedó en capilla con la reforma para la despatologización y para que sirviese con la declaración firme de la transexualidad realizada desde la libertad de la persona. Por ello tiene que entrar en esta, ya que es un compromiso del partido y del gobierno de coalición.

Con la Ley de Identidad de Género se da un paso de gigante en el mundo, siendo este un lugar en el que ser mujer u hombre iba más allá de los genitales

Recientemente se ha filtrado un argumentario interno del PSOE que choca frontalmente con la Ley Trans y la autodeterminación de género, ¿qué opina al respecto?

Contradice lo que ya se habló en la legislatura pasada y la autodeterminación de género. No se trata de una postura de partido, eso es algo que hay que señalar, porque esas posturas oficiales emanan de los congresos y las conferencias políticas y por lo tanto este documento no me representa. Habla de volver a la patologización o a cuestionar la identidad de género. Mª Teresa Fernández de la Vega lo anunció en Consejo de Ministros el 2 de junio de 2006 y posteriormente el Tribunal Constitucional lo avaló y ordenó ampliar ese derecho a los menores. Mi partido es el partido de las leyes de igualdad y las leyes LGTBI. Mi partido es el programa electoral de Pedro Sánchez, es su presidente y sus compromisos, es Pedro Zerolo y su legado. Desde mi derecho a la discrepancia digo de manera clara que ese documento no me representa.  

Cuándo escucha a personas feministas, abiertamente de izquierdas, mantener este tipo de discurso, ¿qué siente?

Las mujeres trans tienen que estar toda su vida pendientes de que un médico o un juez ponga en tela de juicio si estás o no estás loca

Lo podemos envolver en papeles de seda y confeti, pero se dice lo que se dice y se está negando la identidad de género, algo consagrado en la Constitución. Oigo lo que oigo a muchas mujeres feministas diciendo lo contrario, a mujeres de mi propio partido. No es una postura ni es el conjunto del feminismo en mayúsculas ya que este movimiento recibió con los brazos abiertos a las mujeres trans. En los años 90 yo porté una pancarta, cuando se nos invitó a participar en el 8M. Se trata de un movimiento transversal y unificador de la suma de todas. Creo que la figura de Angela Davis no es cuestionable dentro de la historia del mismo. Ella misma decía que hay que llevar el feminismo a las mujeres empobrecidas, racionalizadas, a las trans. El feminismo es la lucha por la liberación de la mujer, por la desaparición de la dependencia del hombre y del patriarcado y el derecho a decidir libremente librándonos de ataduras históricas que llevaban a, primero, depender de los padres para luego hacerlo de los maridos. Las mujeres trans tienen que estar toda su vida pendientes de que un médico o un juez ponga en tela de juicio si estás o no estás loca. Hay que recordar que a las mujeres se les negaba el derecho a voto porque se decía que eran volubles e histéricas. Hemos avanzado lo suficiente para saber precisamente que no puede existir ese reduccionismo que nos trata como simples vasijas que venían al mundo para engendrar hijos y atender a los hombres. No podemos volver a los orígenes de donde partimos para justificar el rechazo hacia una persona que es igual de mujer que el resto. Ninguna mujer invisibiliza a otra y quien piense que es así, o quien se sienta así solo está hablando de las pocas certezas personales que tiene. A mí no me invisibiliza nadie. Vivimos un tiempo de catarsis en el que si no eres discordante parece que no eres nadie y muchos optan por crear un problema y vivir luego de liderarlo hasta el final. No estamos hablando de un debate sobre por dónde sale el sol, estamos haciéndolo sobre algo que atañe a personas y que les perjudica la vida y les estigmatiza, que les puede llevar al suicidio. Estamos jugando con la vida de los niños y con eso no se juega.

En la actualidad, ¿existen suficientes redes de apoyo para que los más jóvenes vivan la transición de una manera más sencilla? ¿Existen diferencias importantes dependiendo de las comunidades autónomas?

Los derechos son imparables y hace falta más pedagogía e información que combata la desinformación manipulada e interesada

Afortunadamente en las comunidades autónomas hay muchas leyes integrales de trans que aportan esta ayuda pero son necesarias las leyes de marco estatal. Los derechos son imparables y hace falta más pedagogía e información que combata la desinformación manipulada e interesada.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las personas trans es su incorporación al mercado laboral, con muy altas tasas de desempleo, ¿qué se puede hacer desde las instituciones públicas para acabar con esta discriminación?

Se deben llevar a cabo todo tipo de políticas proactivas de inserción laboral hacia las personas trans como colectivo históricamente discriminado. Estas dificultades propician un estigma y señalamiento que llevan a la exclusión social y al paro. Por ello hay que crear exenciones como se ha hecho a lo largo de la historia con otros colectivos.

¿Qué significa para el colectivo LGTBI la figura de Pedro Zerolo?

Fue el pegamento que unió a los colectivos. Es un legado de respeto, de dignidad y de lucha por los derechos de las personas LGTBI. Yo soy patrona de la Fundación Pedro Zerolo y hay que salvaguardar y proteger su legado. Algunas personas que con motivo del quinto aniversario de su muerte han repetido eso de ‘Siempre Pedro Zerolo’ deberían haberse lavado la boca con jabón.

“Antes de decir ‘Siempre Pedro Zerolo’ algunos deberían haberse lavado la boca con jabón”
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