viernes. 29.03.2024

Desde el pasado mes de febrero, la Asociación de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales de Cantabria  (ALEGA) cuenta con una nueva presidenta, Lara García. Como mujer trans se enfrenta diariamente a la discriminación que supone ser uno mismo en la sociedad actual.

¿Cómo fue su infancia?

Tuve una infancia feliz, nunca me faltó de nada y mis padres siempre estuvieron ahí para mí. Tuvimos nuestras desavenencias porque tenemos mucho carácter, pero no tuve grandes problemas.

Siendo pequeña sabía que hubiera preferido nacer con otro cuerpo pero en ese momento no tienes más información

¿Cómo fue plenamente consciente de su transexualidad?

Siempre me relacioné con las chicas, me gustaba participar de sus cosas y lo femenino me atraía. Es un poco cliché ya que a mucha gente no les pasa de esta forma, pero en mi caso sí fue así. Siendo pequeña sabía que hubiera preferido nacer con otro cuerpo pero en ese momento no tienes más información y no sabes si es una posibilidad real o no. Es un sentimiento que vas arrastrando. Lo mío fue un proceso lento y ya con los años fui adquiriendo conocimientos. La transexualidad es un tema tabú y cuando finalmente fui consciente de lo que era fue entre los 16 y los 18, pero no se hizo realidad hasta que estuve con mi pareja. Él me apoyó muchísimo y a los 22 empecé con mi transición.

¿Qué reacción encontró en su entorno?

La verdad es que he tenido mucha suerte con mi entorno. Sí que la familia siempre es un tema más delicado, pero no me faltó apoyo. Soy muy afortunada. Para mis padres ha sido un trago pero no una sorpresa, porque lo veían venir. Lo decidí ya mayor y las preocupaciones que tienen no pasan tanto por mi salud sino por el mundo al que me tengo que enfrentar como persona trans.

Cuando fui a solicitar que me derivasen a la unidad de género, en lugar de ello mi médico me derivó a la de salud mental

¿El sistema sanitario de España facilita la transición?

Depende de con quién te encuentres. Al final tiene mucho que ver con la profesionalidad y la sensibilidad de cada profesional. Hay personas que te ayudan y otras que te ponen zancadillas.  Personalmente me pasó que cuando fui a solicitar que me derivasen a la unidad de género, en lugar de ello mi médico me derivó a la de salud mental. Luego, en la Cagiga todos los profesionales me ayudaron un montón así que depende de cada uno. Dentro hay médicos que te tratan bien y otros que no van a atender tus problemas y misteriosamente son tus citas las que siempre se pierden. Seguimos estando en manos de la buena voluntad de la gente.

¿Qué significaría la aprobación de la Ley Trans?

Significaría que las personas trans no debemos castrarnos químicamente para cambiar de sexo en el registro civil. Es algo que pasa por alto del radar de la gente, se nos obliga a destrozar nuestro cuerpo para cambiar la letra en un documento. Es muy fuerte y hay gente que no quiere hormonarse  o perder el proceso de capacidad reproductiva.

En la actualidad, ¿existen suficientes redes de apoyo para que los más jóvenes vivan la transición de una manera más sencilla?

El mayor problema al que nos enfrentamos es la incorporación en el mercado laboral

Sí, pero falta mucho. No solo para los más jóvenes sino también para las familias. Tanto las que rechazan la situación como las que la apoyan no saben a quién acudir ni como informarse sobre los pasos que se deben dar. Entonces se sienten desamparados. Aquí no existe ningún tipo de asociación o grupo aparte de Alega que quiera asesorarles y no todo el mundo llega hasta nosotros.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el colectivo?

El mayor problema al que nos enfrentamos es la incorporación en el mercado laboral. Sigue existiendo mucha discriminación y si pueden escoger a otra persona, generalmente lo van a hacer. La mayor parte de las chicas trans sufren una exclusión muy grave y tienen dificultades para encontrar trabajo. Esto refleja parcialmente una realidad y es que salvo el mundo de la noche o el empleo como telefonistas poca oferta laboral más. Nosotras debemos enfrentarnos a la discriminación a diario. Cuando salimos de casa compartimos algo muy íntimo y doloroso con todo aquel con el que nos cruzamos y entregamos un arma a la gente para hacernos daño si quieren.

A día de hoy, ¿sigue siendo complicado para la sociedad separar la orientación sexual del género?

Mucha gente no entiende la diferencia. Te dicen que si te gustan los chicos, para qué vas a cambiar de género. Cada vez se da menos, pero en las generaciones más mayores es un concepto que no se acaba de entender.

El patriarcado no solo afecta a las mujeres, también a un hombre que decide pintarse las uñas y se le acosa por ello

¿Qué opina de la sección del feminismo que excluye a las mujeres trans del movimiento?

Están perdiendo de vista el verdadero objetivo del feminismo que es la eliminación del patriarcado. Esto afecta a muchas personas y a las mujeres trans de manera directa. Nosotras nos enfrentamos a la misma discriminación que el resto de mujeres, también nos acosan de noche, se saltan mi puesto de mando para hablar con un hombre y además de eso a mí me ofrecen un par de puñaladas por la noche por el hecho de ser transexual. El patriarcado no solo afecta a las mujeres, también a un hombre que decide pintarse las uñas y se le acosa por ello. Se pierde el foco de la lucha y no se puede convertir a un colectivo aún más oprimido en el enemigo último del feminismo como si no tuviésemos el mismo objetivo final.

¿Qué significa la existencia de asociaciones como Alega para el colectivo LGTBI?

Es un altavoz y una herramienta de trabajo para materializar nuestras necesidades y convertirlos en derechos. Una herramienta para luchar por la justicia e igualdad de las personas.

“A las personas trans se nos obliga a destrozar nuestro cuerpo para cambiar la letra en...
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