viernes. 29.03.2024

María Luisa Real González (Boo de Piélagos, 1959) es la consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria desde mayo de este año. Licenciada en Medicina, también formó parte del anterior bipartito compuesto por PRC-PSOE ocupando el cargo de Directora General de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria (2003-2009), y siendo directora del Instituto Cántabro de Servicios Sociales entre 2009 y 2011.

-En qué situación se ha encontrado la Consejería al llegar? ¿Se han podido atender las necesidades más inmediatas de la región?

Al igual que el resto de las políticas sociales,  la Sanidad ha vivido unos años de importantes recortes tanto en lo referente a las prestaciones puramente sanitarias como en la situación laboral de los profesionales. A pesar de todo ello, se ha mantenido la calidad del sistema precisamente por la dedicación y el esfuerzo de sus trabajadores.  Se ha funcionado por inercia. Desgraciadamente hemos visto como muchas de las líneas de trabajo que se habían abierto de cara a la salud pública eran abandonadas. Nuestra primera medida fue resolver de la mejor manera posible lo que nosotros considerábamos un desastre y por eso apostamos por devolver los derechos a los ciudadanos y apostar por la sanidad universal. Hemos trabajado para llegar a un acuerdo con los profesionales que se firmo en la Mesa Sectorial de manera unánime por todos los sindicatos y que intenta comenzar a recuperar las condiciones laborales de estos trabajadores que se han enfrentado a dos graves problemas. Por un lado han visto cómo se han recortado sus derechos laborales y por otro han tenido que soportar la presión en la consulta de una sociedad inmersa en una crisis que ocasionaba recortes en materia sanitaria.

-Uno de los hitos más importantes desde la llegada del nuevo Gobierno ha sido el de la sanidad universal, ¿el Ejecutivo se ha encontrado trabas a la hora de llevarlo a cabo? ¿Cuántas personas se calcula que han podido beneficiarse ya de esta medida?

Consideramos que el Real decreto de 2012, por el cual se expulsa de la asistencia sanitaria tanto a nacionales como extranjeros, es el mayor retroceso en asistencia sanitaria que este país ha vivido en los últimos 30 años. Es algo a lo que se oponían todas las asociaciones de profesionales y también la ONGs, ya que no solamente es un problema de derechos universales, también lo es de salud pública. Una persona que tose por la calle puede sufrir un catarro, pero también se puede tratar de una tuberculosis que si no es atendida por personal sanitario puede contagiarse a otras personas.

-Recientemente ha comenzado el traslado de pacientes a las nuevas instalaciones de Valdecilla, ¿cómo se está llevando a cabo este traslado? ¿Qué ha ocurrido para que se produzca este retraso?

En realidad no existe un retraso como tal, ya que el supuesto traslado que se iba a ejecutar en verano no era realista, salvo que se pretendiese hacer sin la legalidad y la seguridad que ofrece la licencia de ocupación. El Ayuntamiento de Santander dentro de sus competencias hace una serie de requerimientos, como el Plan de Autoprotección. Existe una carta del anterior gerente del hospital, fechada a 30 de junio, en la que solicita una prórroga de 6 meses para poder llevar a cabo el Plan de Autoprotección, lo que deja claro que hasta diciembre este traslado no iba a poder ser llevado a cabo.  Una vez comentado el plan con los jefes de servicio se han tenido que llevar a cabo modificaciones para garantizar su buen funcionamiento. Además faltaban determinadas cuestiones para poder contar con la licencia de ocupación como la remodelación del servicio de urgencias para incluir a las pediátricas, o la incidencia sufrida con la techumbre. El día 24 del pasado mes se ha llevado a cabo la esterilización y se han tomado muestras obligatorias, y al día siguiente se comenzó a trasladar a los pacientes. Todo está perfectamente planificado por parte de la Consejería y creemos que el traslado durará en torno a los seis meses.

-¿Qué va a ocurrir con la Residencia? ¿Existe algún proyecto para este edificio? Con respecto al parking, cuya explotación está concedida a Ascan, ¿creéis que la empresa adjudicataria se va a acoger al equilibrio económico financiero de la concesión?

La residencia no es nuestra, tanto el edificio como el terreno es del Instituto nacional de la Seguridad Social (INSS), y por lo tanto, una vez que se desaloje la parte sanitaria habrá que independizar el edificio de los que son anexos y cualquier medida hay que tomarla con el INSS, que es realmente el propietario. Nosotros no tenemos proyectado nada al respecto porque es su decisión y cualquier medida habrá que tomarla de mutuo acuerdo. Con respecto al parking nosotros tampoco tenemos nada que ver, ya que el único aparcamiento que es gestionado por la Fundación Valdecilla es el de Valdecilla Norte.

-¿Cómo se ha desarrollado la campaña de vacunación contra la gripe? ¿Cuál es la previsión del virus para este año?

La campaña va muy bien. Se ha vacunado a un total de 92.568 personas, lo que supone un 3,2% más que el año pasado por estas fechas. En estos momentos la tasa de casos declarados es del 15,49 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del 60,95 que significa la aparición de un brote epidémico, lo que nos hace suponer que en las próximas semanas no va a haber un reporte tan importante como para llegar ahí. La cepa de este año es igual a la de 2014 y eso ha hecho que el virus no ataque de manera muy intensa.

- En cuanto a la situación de las vacunas de la meningitis B, ¿qué existencias hay en Cantabria y cómo puede hacer frente Sanidad a la creciente demanda?

Técnicamente, dados los conocimientos científicos actuales y su epidemiología, no se considera necesario incluirla dentro del calendario de vacunación. De hecho, se considera que la vacunación solo es necesaria para determinados puestos de trabajo, que se desarrollan en laboratorios y están en contacto con el meningococo y también aquellas personas que sufren problemas de inmunidad por su estado de salud. El Ministerio y las Consejerías tienen reservado un stock de vacunas para estos casos. En la actualidad existe un problema de fabricación importante, ya que no hay suficiente materia prima para atender la alta demanda que se está ocasionando también desde los países emergentes. En la actualidad no existe un problema epidemiológico, es más, los casos están cayendo. Se ha generado una alarma social que no se corresponde con los datos. Los laboratorios no cuentan con stock y si no se puede garantizar que existan suficientes vacunas para atender a todos los ciudadanos no se debe llevar a cabo, porque fortalece al agente infeccioso y desprotege a parte de la población.

-Recientemente hemos visto que un niño ha muerto en Madrid por tosferina, ¿Cuál es la situación que se vive en Cantabria al respecto?

La tosferina es cíclica, al igual que sube, baja. En España se vivió un repunte de casos en 2006, que duró hasta 2012. La media de fallecimientos fue de entre 4 y 5 bebés al año y el último caso registrado en Cantabria data de 2008. Durante el año pasado se registraron cuatro casos declarados en bebés de menos de tres meses. Al igual que con la meningitis, existe un problema de disponibilidad de la vacuna por falta de fabricación por parte de los laboratorios.  Por ello la Comisión Técnica anunció que se había decidido retirar la vacuna a los niños de 6 años, a los que se les da un recuerdo para poder vacunar así a las mujeres embarazadas, que se encuentran en un riesgo mayor. Los casos más peligrosos de tosferina se dan en los primeros años de vida, y dando la vacuna a la mujer que se encuentran entre la semana 27 y 37 de gestión, esta genera unos anticuerpos que se traspasan al niño. El pasado 25 de noviembre nos han llegado 1,579 vacunas que desde ese mismo momento se han dado a mujeres en este periodo de su embarazo.

-¿Cuáles son las previsiones de cara al próximo año?

Los presupuestos de sanidad que se encuentran actualmente en vías de aprobación superar por primera vez en los últimos cinco años a los de 2010. La partida aumentará en casi 17 millones de euros, lo que supone un 2,15% con respecto al año pasado. Es un dato muy importante sobretodo teniendo en cuenta que el presupuesto total disminuye. Como estrategia vamos a seguir trabajando en tres líneas esenciales. Una de ellas es la lucha contra la desigualdad en la salud, otra es la calidad y otra es la atención a la cronicidad. Cantabria, al igual que el resto de España tiene un problema muy grave con esto. El hecho de tratar con suficiente prioridad y calidad a los enfermos crónicos ayudará a evitar recaídas. El hecho de poder tratarlos en el propio domicilio va a mejorar la situación. Para llevar a cabo todo esto es necesario que exista una adecuada coordinación entre la atención primaria y la hospitalaria y de ambas con el sistema público de Servicios Sociales.

-¿Qué pasara si el Partido Popular vuelve a gobernar después de las elecciones del 20-D?

Desde aquí esperamos que exista coordinación entre la política de la comunidad y la del Ministerio, ya que aunque se trate de una competencia transferida a cada comunidad, hay políticas como la de Farmacia que se marcan desde el propio Ministerio.


 

Por primera vez Cantabria tendrá el mayor presupuesto de Sanidad desde 2010
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