miércoles. 24.04.2024

Las enfermedades de transmisión sexual entre los adolescentes han experimentado un repunte en los últimos años, según se ha puesto de manifiesto en la última jornada del 32 Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria en Málaga (SEPEAP).

Patologías como la gonorrea y la clamídea se han incrementado en los últimos años, con "las consecuencias que pueden tener en la vida fértil futura de la mujer", según ha informado la SEPEAP a través de un comunicado de prensa.

La organización apunta a “la desinformación y los mitos que comparten una gran mayoría de los adolescentes en temas de salud sexual” como la causa principal.

“A menudo, piensan que la píldora anticonceptiva engorda –no hay evidencias en ningún estudio- y que los preservativos son caros –incluso en las farmacias se pueden adquirir tres a un precio de un euro-, difíciles de conseguir e innecesarios porque sus relaciones son esporádicas”, afirman.

Además, manifiestan que muchos adolescentes sostienen “el pensamiento mágico” de ‘eso no me va a pasar a mí’ y les cuesta reconocer que son activos sexualmente, “especialmente en el caso de las chicas por miedos sociales”. También declaran que los chicos y chicas de esta franja de edad “son reacios al uso del preservativo y cuando lo usan a menudo no lo usan bien”

El resultado es un repunte de las enfermedades de transmisión sexual en los últimos años entre la población adolescente y una cifra de embarazos que aunque en disminución continúa siendo elevada y que roza los 10.000 –un 80% no deseados-.

La doble protección es el método más indicado para evitar las ETS y los embarazos no deseados

Los estudios reflejan que la edad de la primera relación sexual completa se ha adelantado en las mujeres hasta tres años respecto a la generación anterior, “siendo ahora de media a los 16 años”. En esa primera ocasión, según explican desde los profesionales, es más habitual que se utilice el preservativo, pero se ha comprobado que a menudo deja de hacerlo en ocasiones posteriores.

En el comunicado, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, también considera que existe “miedo a que la familia descubra su uso –sobre todo en las chicas- o a que lo descubra el compañero sexual”. Además, los adolescentes piensan que hay que usarlo justo antes del coito, “sin tener en cuenta los efectos del líquido preseminal”, y consideran que su uso rompe el romanticismo del momento o disminuye el placer.

Respecto al anticonceptivo de urgencia, más conocido como píldora del día después, destacan la importancia de explicar a los adolescentes que esta no es abortiva. Además, resaltan que “no conviene usarla habitualmente”, no por sus efectos secundarios, ya que no es una “bomba hormonal” como muchos la consideran, sino porque no es eficaz.

En este sentido, explican que “muchos desconocen que hay dos opciones, el levonorgestrel, que tiene efecto en las 72 horas siguientes a la relación sexual de riesgo y el ulipristal, que puede tomarse hasta cinco días más tarde”.

También consideran que existe un gran desconocimiento sobre cuál es el método antinconceptivo de urgencia más eficaz “por su efecto antiimplantatori”. Se trata del DIU -con un 99,9% de eficacia en este sentido- que debe ser colocado en los cinco días posteriores a la conducta de riesgo. La edad no es una contraindicación y se puede colocar desde la menarquía.

Por último, los profesionales recuerdan a los adolescentes “que ninguna hormona protege de las ETS”. Por ello, “hay que apostar por la doble protección que incorpore cualquier método hormonal para prevenir los embarazos no deseados además del preservativo”. La Organización Mundial de la Salud señala que la edad no es criterio de exclusión para estos métodos que se pueden aplicar desde la menarquía.

Alertan del repunte de enfermedades de transmisión sexual entre adolescentes
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