jueves. 28.03.2024

Los casos reales de acoso escolar atendidos a través del Teléfono ANAR aumentaron un 87,7% en 2016 respecto al año anterior, hasta los 1.207, según el 'II Estudio sobre Bullying y ciberbullying desde la perspectiva de los menores afectados', realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR y presentado este jueves en Madrid. El 20% de estos casos se han puesto en conocimiento de las Policía. "No hay más acoso escolar, sino que los casos tienen más visibilidad. Los niños afectados, al igual que sucede con la violencia de género, lo hacen más evidente y piden más ayuda", ha subrayado el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, que ha indicado que este incremento de atendidos se trata de algo "positivo".

Ha crecido "considerablemente" el número de víctimas con siete y menos años

El informe, que forma parte de la campaña contra el acoso #NoBullying, puesta en marcha hace un año por ambas entidades, revela que se ha reducido la edad media de las víctimas, hasta los 10,9 años (11,6 en 2015) y ha crecido "considerablemente" el número de aquellas con siete y menos años, que representan el 14,25% de los casos frente al 8,7% de 2015. Sobre esto último, el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, ha aclarado que no se debe a que haya más víctimas pequeñas, sino que los casos que, hasta ahora pasaban desapercibidos, se denuncian más, "fruto de esta mayor sensibilización". Además, ha indicado que "a menor edad, mayor violencia física porque los niños, cuanto más pequeños, son más primitivos en sus respuestas y tienden a pegar a golpear o arañar". Según Ballesteros, son casos de niños que son agredidos de manera repetitiva, a lo largo del tiempo, y son sus padres de las víctimas los que denuncian este tipo de acoso en el teléfono de ANAR.

Uno de cada cuatro casos de acoso escolar se produce a través de las nuevas tecnologías (ciberbullying) y afecta más a las chicas que a los chicos, según este documento, que advierte de que se está dando cada vez más otros tipos de ciberacoso, hasta ahora residuales, como la difusión de información personal de la víctima (del 3,5% al 11,7%) o el 'pirateo' de sus cuentas personales (del 1,7% al 8,5%). El ciberbullying se produce principalmente como consecuencia del uso de teléfonos móviles a edades cada vez más tempranas. Las redes sociales, y, principalmente Whatsapp, son los espacios elegidos por los acosados para hostigar a sus víctimas, que la media cuenta con 13 años frente a los 10,9 años de las que sufren acoso. "El ciberbullying no tiene fronteras. No hay refugio", ha afirmado Cooklin y Ballesteros ha añadido que la edad más adecuada para el inicio del uso del móvil se sitúa en los 14 años porque el menor tiene más recursos y madurez para utilizarlo de manera responsable, "siempre con las indicaciones de protección necesarias por parte de los padres", ha añadido.

Los principales motivos por los que los chicos y chicas son acosados se centran en sus características físicas, pero, según los responsables de este documento, "en realidad no hay motivos" y estos pueden ser contradictorios: por ser feo, guapo, listo, menos inteligente, brillante, rezagado, deportista, torpe...

Las víctimas y su entorno se rebelan más

En el estudio hay datos positivos, ya que cada vez más víctimas y sus compañeros se enfrentan al agresor, superando el 50 por ciento de los casos, respectivamente, un dato que sube casi 30 puntos con respecto a 2015, y que, según los responsables de este informe, se debe a que hay una mayor concienciación en el entorno escolar sobre este problema. "La víctima está menos sola", aseveran. También en los casos de ciberbullying crece el porcentaje de compañeros que reaccionan ante el problema (del 14,9 al 68,3%) y las víctimas que hacen frente a los hostigadores (66,7%), "demostrando un empoderamiento que le confiere mayor visibilidad y concienciación social", según han señalado. Sin embargo, el tiempo que una víctima tarda en confesar el acoso que sufre sigue superando el año, en concreto, alcanza de media los 13 meses. El cambio de colegio es una medida "ineficaz" para los expertos, sobre todo en el caso de las víctimas de ciberbullying porque lo siguen siendo a través de las redes sociales. No obstante, ha aumentado el número de menores a los que sus padres han decidido cambiar de centro (del 8,3 al 29,7%), mientras que en los casos que sufren acoso directo ha bajado del 8,6% al 6,5%.

Otro dato positivo es que ha aumentado el conocimiento y la reacción de los jefes de estudio, directores y profesorado sobre el acoso escolar, que ha pasado del 3,9% al 74,7%. Igualmente, ha crecido este conocimiento en los padres de los alumnos y, especialmente en los del agresor (del 5,2% al 20,6%). También los padres de las víctimas son más conscientes del hostigamiento que sufren sus hijos y son sobre todo las madres las que han llamado al Teléfono ANAR para contar los casos, pues, según Ballesteros, "tienen el peso emocional de la familia" y están más pendientes de lo que les pasa a sus hijos en este plano.

El perfil de los acosadores

Más de la mitad de los acosadores son varones en el caso del bullying (55,7%), con una edad media de 11 años, ligeramente inferior a las del informe del año pasado. Al igual que en las víctimas, crece el porcentaje de casos de acoso con agresores con menos de siete años (15,7 frente al 7,8%). La mayor parte de los acosadores son compañeros de clase de la víctima. Por el contrario, en el caso del ciberbullying, las agresiones son sobre todo cometidas por chicas, que actúan mayoritariamente en grupo y tienen una edad media de 13,8 años y la mayoría (89%) pertenecen a la misma clase que la víctima.

Los casos de acoso escolar atendidos por ANAR crecen un 87,7% en un año, hasta los 1.207