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Ciudadanos ganaría 21 escaños en otras generales y llevaría a la derecha hasta el filo de la mayoría absoluta

Podemos adelantaría al PSOE en votos, pero se quedaría con el mismo número de diputados, mientras que los socialistas perderían doce escaños y el PP, once, según la estimación de Jaime Miquel y Asociados para 'Público'. En unas nuevas elecciones, el 26 de junio, Rajoy perdería más de un millón de votos, pero aún conservaría 112 escaños.

Estimación de JM&A para unas nuevas elecciones generales, el 26 de junio de 2016.

Sería una nueva réplica del seísmo político que está sacudiendo España con el fin del bipartidismo, pero unas nuevas elecciones generales no serían una copia sin más de las del pasado 20-D, sino que darían un empujón tan potente a Ciudadanos que situaría a la derecha al filo de la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados a pesar del hundimiento del Partido Popular.

Porque en esos comicios adelantados al próximo 26 de junio quedaría más patente que nunca la injusticia y falta de proporcionalidad del sistema electoral, ya que el PP conservaría 112 escaños (-11) a pesar de perder más de un millón de votos. Al mismo tiempo, C's se dispararía de 40 a 61 diputados con un aumento de sólo tres puntos porcentuales, quedando con sólo ocho parlamentarios menos que Podemos (que permanecería con los mismos 69) pese a que la formación morada le sacaría una ventaja de casi un millón de sufragios al partido naranja.

Todo esto es lo que ocurriría en otras elecciones generales según las estimaciones del gabinete demoscópico Jaime Miquel y Asociados, elaboradas para Público mediante un desk research que pondera las previsiones de las doce principales encuestas realizadas tras el 20-N (incluido el barómetro del CIS).

Tabla de la estimación de JM&A para unas generales en junio de 2016, comparada con los resultados del 20-D. '%vv' es porcentaje de votos válidos y '% c' es porcentaje sobre el censo.

Tabla de la estimación de JM&A para unas generales en junio de 2016, comparada con los resultados del 20-D.
"%vv" es porcentaje de votos válidos y "% c" es porcentaje sobre el censo.

Un 'sorpasso' de Podemos sin rentabilidad parlamentaria

Igualmente revelador del despropósito del sistema electoral español sería el hecho de que Podemos lograría superar al PSOE en número de votos –según la estimación de JM&A cuya tabla completa se puede ver más arriba–, pero seguiría por detrás en escaños al concentrarse más sus electores en las grandes urbes. Aun así, se podría decir que las dos formaciones se repartirían casi por mitad el voto de la izquierda, dejando a Unidad Popular (IU) como una fuerza marginal de un solo diputado (pese a sus tres cuartos de millón de votos) porque muchos de sus seguidores se pasarían a la formación de Pablo Iglesias.

En cualquier caso, el único –y gran– ganador de esa repetición electoral sería Albert Rivera, que no sólo le arrebataría otros 800.000 votos al PP y 115.000 más al PSOE, sino que su partido sería también el único en aumentar en número total de sufragios a pesar de que la abstención se multiplicaría: casi dos millones de electores que votaron el 20-D no acudirían a las urnas en junio.

En porcentajes, el Partido Popular caería a poco más de un cuarto de los votos válidos y la suma de los partidos de izquierda seguiría superando a la de PP+C's, aunque se reduciría a un solo punto (44,4% a 43,4%). Por supuesto, el gran perdedor sería Mariano Rajoy, que obtendría un porcentaje casi idéntico al que recibió Fraga (con Alianza Popular) cuando la histórica victoria socialista de 1982. Aunque Pedro Sánchez también quedaría en la cuerda floja, al ser rebasado por Iglesias en siete décimas.

C's despega en Andalucía, Aragón y Castilla

El gráfico interactivo que se ve arriba (pasando el cursor por encima se visualizan los números de parlamentarios) muestra cómo el fenómeno del crecimiento de Ciudadanos en diputados se debe a que alcanzaría el punto de inflexión para obtener escaños en muchas circunscripciones donde el 20-D se quedó a pocos miles de votos de recibirlo. Su éxito se basaría sobre todo en arrebatar tres diputados al PP y dos al PSOE en Andalucía; quedarse con dos del PP y uno de Podemos en Aragón, y quitarles uno a cada uno de sus tres rivales en Castilla y León.

Además, Rivera ganaría dos escaños en cada una de las comunidades de Madrid, País Valencià y Catalunya, y uno más en Castilla-La Mancha, Balears, La Rioja, Extremadura y Galicia.

En cambio, Podemos no sacaría rédito de su sorpasso porque los cuatro escaños que ganaría en Canarias (2), Andalucía y Murcia quedarían compensados por la pérdida de un diputado valenciano, otro aragonés, otro riojano y un cuarto de Castilla y León.

El PP se estrellaría sobre todo en Andalucía (-3) y Aragón (-2), mientras que el PSOE sufriría sus peores pérdidas en Catalunya (-2), Euskadi (-2) y Andalucía (-2).

En definitiva, una repetición electoral no sería en absoluto una repetición de resultados, y el baile de posibles alianzas y coaliciones tendría que volver a empezar, quizá con parejas cambiadas.

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