sábado. 20.04.2024

Con la llegada de la época estival los festivales de música y los conciertos florecen de forma continuada día a día, semana tras semana. Ciudades de toda España buscan atraer a miles de seguidores de todo tipo de géneros. Pero la diversión, la música y la fiesta muchas veces llegan acompañados por unas condiciones que, según FACUA-Consumidores en Acción, son abusivas. En concreto, la organización ha denunciado ya 36 de estos festivales por un mismo motivo: prohibir el acceso a sus instalaciones con comida o bebida comprados en el exterior. Dicho de otro modo, obliga a adquirir cualquier tipo de alimento o bebida en el interior del recinto, con unos precios que, en muchas ocasiones, suelen ser menos económicos que lo que se adquiera fuera del festival.

En la última de sus denuncias FACUA señalaba que un total de siete festivales que se celebran entre el 25 y el 28 de julio contenían estas cláusulas abusivas entre sus condiciones de acceso, entre ellos el Reggaeton Beach Festival, que tiene una edición en Santander y otra en Barcelona. Además han sido denunciados el Cabo de Plata en Barbate (Cádiz), Atlantic Fest en Illa de Arousa (Pontevedra), Low Festival 2019 en Benidorm (Alicante), Bay of Biscay en Bermeo (Vizcaya) y Unite With Tomorrowland en Barcelona.

Las 36 denuncias se han presentado en apenas dos meses, desde que a finales de mayo tuvieran lugar los primeros conciertos. Todas las denuncias han sido presentadas contra las promotoras de dichos festivales ante las administraciones de consumo de las comunidades donde se celebran los eventos. En el caso de estos últimos, las empresas son Barbate Beach Festival SL (Cabo de Plata), New Life (Atlantic Fest), Emankor Sarea (Bay of Biscay), Cyclop2014 SL (Reggaeton Beach Festival), Blanco y Negro Music SA (Unite With Tomorrowland) y Producciones Baltimore SL (Low Festival 2019). Esta última ya fue denunciada anteriormente por este mismo motivo en el Spring Festival y la edición 2018 del Low Festival.

La asociación ha solicitado a los usuarios que acudan a los conciertos o a eventos de este tipo, como determinados cines o parques de atracciones, en los que se establezca dicha prohibición que se lo comuniquen “para formular las oportunas denuncias contra las empresas responsables de las mismas”.

CLÁUSULAS ABUSIVAS

Respecto a las cláusulas abusivas FACUA recuerda que el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios considera que no permitir la entrada con comida y bebida de fuera es una cláusula abusiva según el artículo 82.1, que establece como tales todas aquellas prácticas que causen "un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato". Además de esta legislación, la Comisión de Cooperación de Consumo estableció en su consulta número 5 del año 2000 que "las cláusulas en las que se impone al consumidor limitaciones en orden a la adquisición de los productos sin fundarse en circunstancias objetivas, deben ser consideradas abusivas".

FACUA también señala que existe una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, sobre la prohibición de entrar a los cines con comida y bebida, recoge que "resulta irrazonable entender la limitación de la capacidad de elección del consumidor" y que "si se limita la posibilidad acceder a la sala en función de la procedencia de los productos y sólo se pueden consumir los adquiridos en su interior, resulta que de manera indirecta se está imponiendo que utilice servicios que en principio no ha solicitado pero que se ve forzado a pedir a la propia empresa".

Además, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) publicó en 2016 un informe, también relacionado con la prohibición en cines, en el que concluía que existía una "cláusula abusiva" ya que el consumidor "se ve privado de la prestación principal, de forma injustificada, habiendo abonado la entrada, en base a una limitación impuesta unilateralmente respecto a un servicio accesorio que no ha solicitado, y teniendo en cuenta que la actividad básica de la empresa no es la venta y distribución de comida y bebida".

Además de estos siete festivales, en los meses de mayo, junio y julio se han presentado denuncias contra los organizadores del Black is Back, Download Festival y Love the Tuenti's, los tres en Madrid, el Holika Festival de Navarra, el Conexión Valladolid, el Interestelar Sevilla, el Tomavistas de Madrid, el Iruña Rock Festival, el Spring Festival de Alicante, el Palencia Sonora, el Festival de Les Arts de Valencia, el BBK Music Legends Fest de Vizcaya, el Azkena Rock de Vitoria, el Paraíso Festival, el O Son do Camiño de Santiago de Compostela, el Weekend Beach Festival de Torre del Mar (Málaga), el BBK Live, el Mad Cool de Madrid, el Barcelona Beach Festival, el Sónar 2019 de Barcelona, el Pirata Rock Gandía, el 4ever Valencia Fest, el Iboga Summer Festival (Tavernes de la Valldigna, Valencia) y el concierto de Rosalía en Córdoba, además de presentar denuncias contra el Resurrection Fest de Viveiro (Lugo), el Río Babel de Madrid, el Silfest Valdeorras, el Rock Fest Barcelona y el Huercasas Country de Riaza (Segovia).

Las cláusulas abusivas de los festivales de música: 36 denuncias en menos de tres meses
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