viernes. 19.04.2024

En los últimos tiempos la manera de cocinar y comer ha cambiado mucho, y a pesar de que cada vez tenemos más información sobre los alimentos no comemos mejor que nuestros antecesores.

“No hay que olvidar que seguir una dieta sana y equilibrada es la primera medicina preventiva para tener un buen estado de salud", denuncia en una entrevista con Infosalus la experta en gastronomía y nutrición Assumpta Miralpeix, con motivo de la publicación de 'Cocina Eco. Comer bien. Gastar menos. Aprovechar más' (Grijalbo).

En dicha entrevista, la experta enumera los que, a su juicio, son los principales errores y mitos de nuestra alimentación actual.

El primero de estos errores es el aumento en el consumo de proteínas de procedencia animal. Si bien es cierto que su función principal es darnos energía, Miralpeix asegura que los hidratos de carbono no contienen en su composición grasas de procedencia animal, que son las que más se deben controlar.

Otro mito nutricional es relacionar que lo más caro es lo mejor, la calidad del alimento con el precio del mismo. "Es bueno comer carne, pero también es necesario comer verduras y frutas, y muchas veces cuesta aceptar este hecho por la sencilla razón de que el coste de la carne es más elevado que el de las verduras y las frutas. O bien, es muy bueno el rape, pero también es muy saludable la sardina, aunque el precio del uno y la otra no tengan nada que ver", subraya.

Uno de los nutricionales es relacionar que lo más caro es lo mejor

En cuanto a la carne de cerdo, a menudo menospreciada, la experta sostiene que se ha comprobado que la carne de cerdo es "muy interesante", sobre todo si el cerdo es ibérico, ya que lleva más grasa pero poliinsaturada, cuya función es elevar el llamado 'colesterol bueno o hdl'.

Durante la entrevista Assumpta Miralpeix también confirma que en una alimentación equilibrada es imprescindible saber combinar los alimentos, sin excederse con ninguno.

Según defiende la autora, otro error alimentario es no comer la miga de pan porque se piense que engorda, y sólo comer la parte externa porque al estar más tostada engorda menos. "O por ejemplo, también es un error el pensar que ingerir un biscote engorda menos que una rebanada de pan. Una rebanada de pan, si éste es tierno, lleva un porcentaje aún elevado de agua, por lo que engorda menos que el biscote, que como se ha deshidratado engorda más. Igual sucede con la corteza del pan, que está deshidratada y cuanto más crujiente menos porcentaje de agua lleva y por tanto engorda más”, argumenta.

No comer pan porque engorda y sí pasta. "También se puede decir que habrá personas que no comen pan aunque le encanta la pasta, pero es igual, porque el pan es un derivado de un cereal, igual que la pasta, y según con qué se acompañe pueden engordar lo mismo", añade Miralpeix.

Respecto a los huevos afirma que no están bien considerados porque se les consideraba los responsables de un aumento del colesterol. Sin embargo, “a nivel saludable son muy interesantes y si es que alguien por prescripción médica debe controlar la yema de huevo, saber que la clara es muy rica en proteína y no lleva grasas. Con lo cual como mínimo dos a la semana”, precisa.

La nutricionista también advierte sobre la compra de quesos bajos en grasa. En este sentido, señala que lo más normal es que la cantidad sea de entre un 8 y un 15%.

Durante la charla también desmiente que freír un alimento en poco aceite engorde menos. “Cuanto más aceite se use, la cocción será más rápida, por lo tanto, el alimento absorberá menos aceite y será menos energético”.

En cuanto a las frutas y verduras, lo importante es que las que se comen crudas estén limpias, por prevención higiénica. Así, aconseja que al lavarlas se dejen 5 minutos con unas gotitas de lejía y agua abundante, y pasados estos 5 minutos aclararlas bien. Para la cocción de verduras recomienda no cortar los alimentos.

No comer miga de pan porque engorda y otros falsos mitos de la alimentación actual