viernes. 29.03.2024

El verano es un buen momento para sacar a la calle a nuestras tarjetas para realizar pagos y compras de manera más cómoda. Además, si estamos al día de las noticias sobre estos plásticos, habremos descubierto que hay una gran variedad de tarjetas para viajar, con las que podremos beneficiarnos de todo tipo de ventajas en nuestras vacaciones, tanto en territorio nacional como en el extranjero. Cambio de divisas gratuito o seguros de protección de equipaje y de asistencia médica en el extranjero son solo algunos ejemplos de las prestaciones que tienen las tarjetas sobre el dinero en efectivo.

Sin embargo, estas herramientas financieras tienen un principal riesgo: están vinculadas a nuestra cuenta corriente. Mientras que si nos roban el efectivo, sabremos exactamente cuánto dinero llevábamos, si alguien decide aprovecharse de nosotros y darle un mal uso a nuestra tarjeta, tiene a su disposición todos nuestros ahorros. Por ello, desde el comparador de tarjetas HelpMyCash.com nos dan una serie de recomendaciones que reducirán el riesgo de que alguien meta mano en nuestra cuenta bancaria.

SER PRECAVIDO NUNCA ESTÁ DE MÁS

Muchos bancos nos permiten utilizar un sistema de avisos por SMS, con el que nos enviarán información sobre cualquier intento de pago

Desde el portal de finanzas personales nos recomiendan que utilicemos un pin complejo y distinto del de nuestras otras contraseñas. Un estudio de DataGenetics que analizaba las contraseñas de más de tres millones de tarjetas de crédito desveló que el 20% de los códigos secretos empezaban por 19, es decir, que son el año de nacimiento del propietario.

Otra recomendación es la de realizar nosotros el pago visualizando el datáfono, puesto que, a veces, el camarero de un restaurante o el tendero cogen nuestra tarjeta y se encargan ellos de realizar el pago. Esta acción no debería realizarse, puesto que no comprobamos que estén cargándonos el importe que corresponde.

Además, muchos bancos nos permiten utilizar un sistema de avisos por SMS, con el que nos enviarán información sobre cualquier intento de pago, junto con un código que tendremos que introducir para confirmar el pago. Este servicio es gratuito y nos da un plus de seguridad sobre los cargos a nuestras tarjetas y su importe.

SI NUESTRA TARJETA DESAPARECE, LA VELOCIDAD DE REACCIÓN ES CLAVE

Lo primero que debemos hacer es bloquearla. Cada vez son más los bancos que permiten cancelarla con un par de clics desde la app y si no podemos bloquearla en una oficina, por teléfono o a través de la banca online. A veces, incluso, es posible dar de baja una tarjeta temporalmente, por si la encontramos posteriormente.

El siguiente paso será denunciar, en el caso de que nos la hayan robado. Desde la Asociación de Derecho de Consumo aconsejan: “Si detectamos que hemos sido víctimas de una operación irregular, lo primero es dar cuenta inmediata a la compañía para bloquearlo y presentar la correspondiente denuncia”.

Además, es recomendable, especialmente si estamos lejos de casa, fijar un importe inferior a 20 euros para que nos pidan el código pin de nuestra tarjeta contactless. La mayoría de los bancos nos da la opción de que nos pidan siempre confirmación. Por último, fijar límites de gasto diario en nuestra cuenta corriente, tanto de extracción en cajero como de compras con la tarjeta, puede salvarnos de muchos disgustos.

Las precauciones más recomendadas si utilizamos tarjetas este verano
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