jueves. 28.03.2024
POLÍTICA

El Gobierno PRC/PSOE aún no sabe qué otro partido le aprobará los Presupuestos de la discordia

Por un lado Revilla fue investido gracias a un acuerdo con Podemos y por otro el PSOE confía en que el PP le devuelva el ‘favor’ de su abstención en el Congreso que permitió la investidura de Rajoy, pero los socios de gobierno están absolutamente tranquilos porque se reservan el comodín de Ciudadanos: tienen pocas dudas de que si fallaran las dos primeras opciones, la formación naranja acabaría apoyando las cuentas públicas para 2017, sin llamada de Rivera o con ella.

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Revilla y Díaz Tezanos, presidente y vicepresidenta de Cantabria respectivamente, en una imagen de archivo

El Gobierno cántabro PRC/PSOE aún no sabe qué partido se sumará a regionalistas y socialistas para aprobar los Presupuestos Generales de Cantabria para 2017. Tanto el PRC como el PSOE confían en que las cuentas públicas de la discordia –por las tensiones a cuenta de su distribución entre las consejerías que controla cada uno de los dos socios de gobierno– serán aprobadas, aunque ya está confirmado que no lo serán dentro del plazo previsto, no pudiendo entrar en vigor a día 1 de enero, algo que no ocurría desde hace más de veinte años.

Precisamente este contratiempo no le ha hecho ninguna gracia a Miguel Ángel Revilla, quien primero se mostraba convencido de que no se produciría ningún retraso –insistía en que nunca se había producido siendo él presidente autonómico– y después ha tratado de quitar hierro a ese retraso asegurando que los Presupuestos entrarán en vigor a principios de 2017 y que “quince días de ‘impasse’ no significan gran cosa”. Es decir que Revilla confía en que las cuentas públicas para 2017 serán aprobadas, por lo que sólo habría que prorrogar los del año anterior durante medio mes. No obstante, los 12 parlamentarios autonómicos del PRC y los cinco del PSOE sólo suman 17 y en Cantabria la mayoría absoluta está en 18, por lo que para aprobar los Presupuestos haría falta o un sí o dos abstenciones más, que sólo podrían llegar de los escaños de al menos una de las otras tres fuerzas representadas en el Parlamento cántabro: PP, Podemos y Ciudadanos.

La supuesta primera opción de Revilla es Podemos, que en junio de 2015 firmó un pacto de investidura con el secretario general del PRC por el que la formación morada se comprometía a abstenerse para permitir su investidura, y Revilla, que ya había alcanzado un pacto de gobierno con el PSOE, se comprometía a implementar una quincena de medidas políticas, económicas y sociales durante la legislatura que arrancaba. Año y medio después, Podemos –que ya cumplió su parte del acuerdo absteniéndose para permitir la investidura de Revilla– se muestra abierto a aprobar los Presupuestos, pero sólo si el Gobierno toma medidas como cesar a Salvador Blanco como director general de Sodercan –por sus presuntas irregularidades al frente de la empresa pública– o reagrupar la propia Sodercan y otras empresas públicas vinculadas al desarrollo industrial y adscribirlas a la Consejería de Industria, lo que en la práctica supondría arrebatar su control al PSOE y entregárselo al PRC. En cualquier caso, medidas como éstas no parecen al alcance del presidente autonómico, y más si Podemos está en lo cierto cuando asegura que el Gobierno bipartito no lo controla Revilla sino el PSOE.

La segunda opción para aprobar los Presupuestos autonómicos podría ser el PP. El PSC-PSOE –cuyas relaciones con Podemos Cantabria no son mucho mejores que las de Susana Díaz con Teresa Rodríguez en Andalucía– también da por hecho que las cuentas públicas serán aprobadas, pero no mira hacia la formación morada sino precisamente hacia el PP de Cantabria, confiando en que éste le devuelva el ‘favor’ de la abstención del PSOE en el Congreso que permitió la investidura de Mariano Rajoy. Podrá costar creer que el PP de Ignacio Diego acabe aprobando los Presupuestos de un Gobierno presidido por Revilla, pero con ‘grosse koalition’ a la española en Madrid ya no cabe descartar prácticamente nada, y la ausencia de dos parlamentarios autonómicos populares durante la votación bastaría para sacar adelante las cuentas públicas del bipartito.

La tercera opción, aunque no precisamente la más remota, es un comodín que se reservan PRC y PSOE y que explica su tranquilidad prácticamente absoluta: Ciudadanos, capaz de investir Susana Díaz en Andalucía y a Cristina Cifuentes en Madrid y capaz de alcanzar un pacto de investidura con Pedro Sánchez tras el 20D y con Rajoy tras el 26J, porque la formación naranja está donde está precisamente para eso. Ciudadanos –que estuvo a punto de concurrir junto al PRC a las generales de 2011 y finalmente no lo hizo pero sólo porque, para disgusto de Revilla, la UPyD de Rosa Díez no quiso sumarse a la coalición, por lo que el PRC tuvo que concurrir en solitario y quedarse fuera del Congreso– insiste en que no regalará su apoyo a los Presupuestos del bipartito, pero tanto Revilla como el PSOE tienen pocas dudas de que, si fallan las dos primeras opciones, los parlamentarios autonómicos de la formación naranja acabarán apoyando las cuentas públicas para 2017, sin llamada de Albert Rivera o con ella.

El Gobierno PRC/PSOE aún no sabe qué otro partido le aprobará los Presupuestos de la...
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