jueves. 28.03.2024

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha salido de su encuentro con el jefe del Ejecutivo nacional, Mariano Rajoy, visiblemente satisfecho, aunque sin un compromiso real, por escrito, como ha solicitado en tantas ocasiones. De hecho, el presidente regional ha advertido a Rajoy de que no quiere nuevas promesas hasta que el Gobierno tenga compromisos por escrito con financiación y fechas. "Si no, voy a estar en todos los programas", ha advertido.

Dichas promesas son las que Rajoy ha realizado en la tarde de este lunes, cuando se ha comprometido a pagar en los próximos cuatro años el coste completo de la remodelación del hospital de Valdecilla, a 25 millones de euros anuales, y también a declarar Torrelavega como zona de urgente reindustrialización, para que pueda tener una consignación especial de fondos para sacarla "de la ruina".

Revilla, que ha mantenido casi dos horas de conversación con Rajoy, ha dicho "que gana en las distancias cortas".

Con respecto a Torrelavega, se unirá a zonas como la comarca del Ferrol, las provincias de Soria o Teruel, la zona de Lorca y la bahía de Cádiz, que se reparten una partida anual de 408 millones de euros por su especial situación de retraso económico. La zona cántabra quedará incluida en este grupo en 2016.

Revilla ha asegurado que se lleva también el compromiso de Rajoy de estudiar el desarrollo de la conexión ferroviaria entre Santander y Madrid, así como intentar que la UE estudie la posibilidad de que se pueda fijar un precio de la leche (propone 0,34 euros por litro), salvando la legislación comunitaria que lo impide, puesto que este sector es el que mantiene la población en los pueblos.

El presidente regional ha recalcado la buena relación que ha establecido con el presidente del Gobierno, pese a las críticas que él le ha dirigido y pese a los antecedentes de sus visitas a La Moncloa, ha dicho. "En 2003 me recibió un señor que ni se levantó del sofá y que me mandó a buscar a otro que se llamaba Arenas. Se llamaba José María Aznar, estuvimos 32 minutos y no me dijo nada", ha rememorado.

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