sábado. 20.04.2024

Verónica Samperio (Quijano de Piélagos, 1980) resultó elegida alcaldesa de Piélagos gracias al apoyo inesperado de PRC, AVIP e IU. Tras varias legislaturas con un gobierno del Partido Popular, la socialista afronta retos urgentes en materia de urbanismo, políticas sociales y empleo.

Una de sus primeras iniciativas ha sido reunirse con los vecinos que quieren exponerle sus sugerencias y sus problemas. Es algo que no se escucha muy a menudo. ¿Responde eso a una demanda social de una mayor proximidad?

No entiendo por qué llama tanto la atención la idea de que me estoy reuniendo con los vecinos. No creo que sea una demanda social, sino más bien una exigencia personal. Yo soy una vecina más, y a mí me gusta que me escuchen y que me atiendan, y creo que si yo ahora estoy a la cabeza del Ayuntamiento de Piélagos mi deber es atender y escuchar a los vecinos personalmente. Lo agradezco, pero no entiendo por qué se ha levantado tanta expectación con ello. Yo soy una vecina más.

Cuando escucha a los vecinos como alcaldesa, ¿les transmite un compromiso por parte del Ayuntamiento de, al menos, atender su demanda?

Sí, claro. Y también les digo hasta dónde puedo llegar y hasta dónde no. No me gusta engañar a la gente como no me gusta que me engañen a mí. Hay cosas a las que sí se pueden dar respuesta desde el Ayuntamiento y hay otras que se nos escapan, pero por lo menos que tengan el derecho a ser escuchados y a ser atendidos.

¿Tantos años de gobierno del PP en Piélagos han generado una mayor distancia entre el Ayuntamiento y los vecinos del municipio?

Creo que a veces se pierde un poco la perspectiva y uno se encierra en sí mismo cuando se lleva gobernando muchos años. Sí, creo que el gobierno del PP se ha alejado respecto a la ciudadanía.

¿Cómo se ha encontrado el Ayuntamiento cuando ha llegado?

Está en una situación complicada, sobre todo en urbanismo, en lo que estamos muy comprometidos. Es cierto que hay un déficit cero, pero ese déficit cero es relativamente falso porque tenemos una espada de Damocles que se llaman derribos. Yo entiendo el sufrimiento de las familias y es mi deber de estar de su lado. Creo que todos los derechos que tienen deben ser respetados. Yo veo casi como un suplicio que uno no sepa si mañana va a llegar una orden de derribo y qué va a ocurrir con tu hogar. Por eso creo que debemos poner todo de nuestra parte para que al final ese calvario haga el menor daño posible. Ahora bien, hay unas sentencias de derribo desde hace muchos años, y si no llegamos a acuerdos, si no trabajamos conjuntamente con el Gobierno regional y si no aprobamos un Plan General que es urgente, el Ayuntamiento se va a ver muy comprometido económicamente hablando.

¿Ha entablado ya conversaciones con el Gobierno de Cantabria?

Sí, y he de decir que la disposición del Gobierno regional no puede ser mejor. La coordinación y la comunicación es constante. Ya hemos mantenido varias conversaciones en Urbanismo y en Medio Ambiente, y por supuesto que nos están tendiendo la mano en todas sus posibilidades.

Las sentencias de derribo hay que ejecutarlas conforme lo que indican los jueces, pero ¿hay posibilidades de apelar a un organismo o de llegar a un acuerdo con la Administración?

Hay sentencias firmes del Tribunal Supremo, con lo cual es muy difícil apelar. Estamos pendientes de unas autorizaciones provisionales de urbanizaciones y a la espera de la respuesta del Constitucional. El problema es que una vez se pronuncie ya no hay vuelta atrás. En 17 viviendas no caben las autorizaciones provisionales, con lo cual tienen sentencias firmes de derribo. Y eso son 17 familias que llevan sufriendo un calvario de muchos años. Y voy a tener que ser yo la que les diga que los tribunales me obligan a cumplir esa sentencia. Es un tema con el que me acuesto y me levanto todos los días, y sé que conlleva un coste personal muy alto para mí. No soy responsable de esta situación, pero al final soy la encargada de ejecutar algo que entiendo que está mal. Y ya que voy a ser la encargada de ejecutar, creo que esas familias se merecen el máximo apoyo que pueda dar por mi parte, con las indemnizaciones que las corresponda, el apoyo moral y tratar de agarrarnos a cualquier viso moral que pueda surgir durante el proceso. Entiendo que para ellos es sufrimiento.

Otra de sus actuaciones será la aprobación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana porque el que ahora está en vigor es de 1996.

Sí, existe un PGOU desde 1996 que además era continuidad del anterior. Y precisamente porque empezaron a sucederse las sentencias de derribo y porque los tribunales dejaban una puerta abierta a legalizar las viviendas en esas primeras sentencias si se aprobaba un nuevo Plan General, se empezó a planear. A fecha de hoy no está aprobado ni en fase inicial. No hay absolutamente nada aprobado de ese Plan General, probablemente porque saltó la burbuja inmobiliaria. El problema es que empezaron aparecer sistemáticamente una nueva Ley de Costas y el POL, y fueron limitando la capacidad de legalizar. Hoy por hoy nos vemos con esta situación porque no se ha hecho nada antes, y un PGOU que tenemos desde el 2003 tengo que aprobarlo en año y medio como mucho porque el Tribunal Constitucional se va a pronunciar, y si yo no tengo un PGOU aprobado o a punto de aprobarse, todas esas autorizaciones provisionales van a quedar en agua de borrajas, y ya no va a haber manera de salvar el resto de urbanizaciones y las familias que viven en ellas.

Luego la intención es llevar a cabo el Plan de 2003.

Cueste lo que cueste, aunque no será el PGOU de 2003. Desde ese año se ha ido dilatando en el camino pero no hay nada. La intención del Ayuntamiento es legalizar todo lo que se pueda legalizar y trabajar para que no se vuelva a producir esta situación de encontrarnos con estas sentencias de derribo que estamos obligados a cumplir por ley.

Hace unos días se conocieron los últimos datos del desempleo. ¿Cuál ha sido el comportamiento del paro en su municipio?

El desempleo es una realidad en la región, y en este municipio también. Hace cinco años el índice de desempleo era mínimo, en torno al 5%, y ahora mismo la tasa de desempleo ha subido hasta estar alrededor del 20%. Evidentemente, uno de nuestros primeros objetivos es el empleo porque es lo que genera riqueza y bienestar en este Ayuntamiento.

¿Y qué medidas tienen previstas poner en marcha?

En este punto quiero ser clara. Piélagos tiene que generar trabajo, pero tal y como está la industria en este momento plantear que llegue aquí una gran empresa es muy complicado, no nos vamos a engañar. Lo que tenemos que plantearnos es que se instalen empresas medianas y pequeñas, y luego planificar el apoyo. En este sentido sí tenemos un Plan de Apoyo a los emprendedores y los autónomos. Tenemos un polígono industrial en La Yesera, en Parbayón, y en el Plan General se contempla suelo industrial con miras a una expansión. Nuestra intención es, siguiendo las leyes, plantear nuevo suelo industrial en la zona de Boo o aumentar el de Parbayón.

Hablemos de otras medidas urgentes que se están desarrollando desde el Ayuntamiento.

Uno de los ámbitos en los que hemos trabajado hasta ahora son los comedores sociales. Las políticas sociales, por nuestras características y por la situación del municipio, van a ser una de las políticas estrellas junto con el empleo. También ofrecemos otros servicios a los más pequeños como las instalaciones deportivas o las ludotecas. Hay un centro de día de menores que abre todo el año, y a esto se suman los comedores sociales que se abrieron este verano. Han funcionado bien, desgraciadamente más de lo que yo esperaba, pero creo que ahora hay que redefinir su función. Fue una medida de urgencia porque soy consciente de que muchos niños, una vez acabado el colegio, no hacen una comida al día. Pero también creo que es una manera indirecta de estigmatizar, y por eso creo que hay que cambiarlos. Quizá hacia un tipo de comedor que pueda estar abierto de manera general al que acceda todo el mundo, y el que quien no pueda pagar tenga algún tipo de servicio de beca. La intención es que no sea un comedor social. Por ejemplo, sé que hay municipios en los que servicios como el banco de alimentos funciona a través de tarjetas de bancos. El Ayuntamiento llega a un acuerdo con una entidad, se da una tarjeta a los usuarios y estos compran artículos de primera necesidad en establecimientos de la zona sin que nadie sepa el motivo por el que los adquiere.

¿Y en el comercio? ¿Va a haber alguna medida de fortalecimiento en este sector?

Sí, claro. Estos días me he reunido con algunos comerciantes y lo primero que les he propuesto es que formen una Asociación de Comerciantes y una de Hosteleros, que hasta ahora no existen en Piélagos. Esto también implica que debe haber un compromiso por su parte de que va a tener actividad. El Ayuntamiento, a través de una asociación, con propuestas consensuadas, puede dar un mayor apoyo. Es muy difícil que podamos dar respuesta a las demandas individuales de cada comercio. Por ejemplo, estamos estudiando la posibilidad de crear una Feria del Stock. Si todos queremos atraer gente de fuera del municipio es fundamental proponer unas medidas comunes. Podemos atraer a la gente con actividades complementarias que beneficien también a otros colectivos. Pero para eso tenemos que estar todos de acuerdo; si no, es muy difícil. Hay que fomentar el comercio. Piélagos es un municipio muy grande en el que, no sé por qué razón, no termina de despegar el comercio. Y creo que un primer paso es poner en común todas las posturas. Y eso se puede aplicar también a la hostelería.

Cambiemos un poco al aspecto político. ¿Se siente respaldada?

Por mi equipo de gobierno sí. Un rotundo sí. Creo que hemos formado un buen equipo. Nos hemos olvidado de las siglas y solo somos personas que tenemos claro que queremos sacar adelante este Ayuntamiento, que trabajamos por y para ello. Al final no hacemos distinciones sobre si una política es de uno u otro partido; es la política del equipo de gobierno que está en este Ayuntamiento. En cuanto a la oposición, creo que están teniendo una actitud bastante responsable porque nadie mejor que ellos conoce la situación de este Ayuntamiento. A todos nos interesa que podamos salir adelante.

“Piélagos tiene que aprobar un nuevo PGOU si quiere evitar más derribos”
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